La percepción del uso de drogas para cometer abusos sexuales parece basarse en leyendas urbanas alimentadas mujeres jóvenes que se niegan a aceptar las consecuencias de un uso excesivo del alcohol. El estudio, sobre 200 estudiantes, revela que la mayoría cree que el peligro de que echen drogas en sus bebidas es alto, mientras que los análisis toxicológicos rara vez detectan drogas en víctimas de violación. Según los autores del estudio, las historias son creadas para explicar una «incomprensible» pérdida de control tras beber alcohol.
Vía: Meneame
Fuente: Telegraph.com.uk