Es sorprendente que un gobierno, en este caso el de Canadá, financiara entre 1950 y 1960 íntegramente el proyecto de esa máquina, llegando a utilizarla durante casi diez años para hacer una lista de cerca de 9000 nombres de presuntos homosexuales, con la intención de mantenerlos fuera de la administración pública, de la policía y del ejército.
Durante los años ´50 y ´60 del siglo pasado, en plena Guerra Fría, el gobierno pensaba que los funcionarios homosexuales eran un riesgo para la seguridad nacional, ya que si su homosexualidad era descubierta por el enemigo, podrían chantajearlos a cambio de información confidencial y secreta.
Ante esto, el gobierno encargó a la Real Policía Montada del Canadá una campaña para la identificación y despido de todos los homosexuales empleados en el servicio público.
Una serie de imágenes aparecían entonces en el monitor, algunas eran imágenes cotidianas, pero otras eran sexualmente explícitas, de hombres y mujeres.
El sudor y las palpitaciones del corazón ante cada una de las imágenes eran supervisados por la máquina así como, sobre todo, la dilatación de las pupilas que, según recientes estudios de la época, aumentaba en relación directa con el interés hacia una imagen (la idea se basó en un estudio realizado por un profesor universitario estadounidense, que medía el tamaño de las pupilas de los sujetos mientras caminaban por los pasillos de los supermercados)
Si con esto la máquina detectaba una “respuesta erótica” a determinadas imágenes, se suponía que el sospechoso era homosexual.
Al final, el aberrante dispositivo tenía más en común con la pseudociencia y con el azar de las verdaderas máquinas tragaperras que con un aparato de medición científica: los investigadores no tuvieron en cuenta las diferentes distancias entre los ojos de cada sujeto. Además, la cantidad de luz procedente de las fotografías cambiaba con cada diapositiva, haciendo dilatar las pupilas de una manera que no tenía relación con el interés en la imagen; la dilatación de las pupilas era por aquel entonces increíblemente difícil de medir (a veces es inferior a un milímetro)… etc, etc, etc.
No obstante, los resultados de las pruebas de la “fruit machine” se utilizaron para despedir indiscriminadamente a miles de personas durante esos años.
La máquina dejó de utilizarse a finales de la década de 1960, cuando el gobierno canadiense retiró todos los fondos para el proyecto.
A día de hoy, la mayoría de los investigados por la Policía Montada no ha hablado en público sobre el impacto de esta “prueba” en sus vidas.
… Y tampoco nadie, que se sepa, ha sido compensado por la pérdida de su empleo o por la angustia psíquica sufrida.
Fuente: LA ALDEA IRREDUCTIBLE
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