Benedicto XVI se encuentra de visita en el Reino Unido. Esa visita estará marcada por protestas de malvados y diabólicos seculares y laicistas, ateos, agnósticos y/o libres pensadores, entre otros, que han decidido hacer uso de su libre derecho de expresión en contra de la retrógrada visión de la Iglesia en temas claves y contemporáneos como los derechos reproductivos, de los homosexuales, de las políticas excluyentes y discriminatorias y, sobre todo, quejarse de los abusos sexuales pero sobre todo especialmente de los encubrimientos de pedofilia de una institución que se ha autonombrado la brújula moral de la humanidad.
Claramente para la Iglesia todo lo que no sea uniforme a sus creencias está en su contra y en ese orden de ideas Benedicto ha mencionado que los británicos deberían de «…mantener siempre su respeto por los valores tradicionales y las expresiones culturales que las formas más agresivas de secularismo ya no valoran ni toleran.»
Las preguntas torales son ¿cuáles valores tradiciones y expresiones culturales deben ser toleradas?… ¿el respeto por la libertad de religión incluye respetar la discriminación e intolerancia de una creencia?… ¿incluye respetar la falta de sustento lógico y científico de sus posiciones religiosas y en consecuencia, fomentar la ignorancia y la superstición?… ¿incluye permitir y fomentar el encubrimiento delictivo? poder denunciarlo es parte de la libertad de acción y expresión de todos aquellos que no están de acuerdo con esto.
Aunado a ello ¿qué se entiende por intolerancia?… ¿acaso lo es el hecho de no estar de acuerdo con una forma de pensar y hacer lo ver públicamente como la contraparte lo hace? si fuera así, la primer intolerante sería la misma Iglesia.
La religión católica (su Iglesia específicamente) fue intocable por mucho tiempo, pero ahora ya no lo es y eso les duele y mucho. Debemos hacer uso de nuestros derechos de libertad de acción y de expresión haciendo ver aquello que no es correcto, aquello que nos lleva de retroceso.
No olvidemos que la edad dorada de la Iglesia fue el Oscurantismo, donde no se permitía la discusión de dogmas y era penada la libertad de culto, de ideas y de expresión. No podemos permitir que eso ocurra de nuevo, ni con la religión católica ni con ninguna otra, incluyendo algunos fanáticos musulmanes que pretenden llevar a la humanidad a un nuevo ocurantismo islámico, donde no se pueda hablar, escribir, dibujar y si por ellos fuera, pensar en contra de esa religión.
La libertad de poder expresarnos libremente ha costado mucha sangre y sufrimiento y debemos hacerla valer ya que además de ser un derecho, es nuestra responsabilidad y sólo haciendo uso de ella podemos defenderla.
Fuente: Piensa… luego existe
Bajo licencia Creative Commons
____________________
Enlaces relacionados:
– Religiones una visión crítica y escéptica