La organización holandesa APOPO en su labor de limpieza de minas en Tanzania y Mozambique ha decidido entrenar ratas para ayudarles en su tarea. Dos operarios pueden limpiar más de 180 metros cuadrados en un solo día, pero gracias a los roedores pueden hacerlo en menos de dos horas.
La ventaja de las ratas es su gran sentido del olfato y su poco peso que les permite pasar por encima de las minas sin activarlas. Para entrenar a las ratas artificieras se comienza cuando son muy jóvenes, con cuatro semanas de edad para que se acostumbren a los humanos, y el proceso tarda 9 meses.
La rata una vez lista puede detectar el olor a TNT y descubrir las minas fácilmente sin sufrir daño alguno. Además de esta labor se está planteando usar ratas buscar drogas o localizar personas. Lo mismo me paso luego por las alcantarillas a ver si las enseño a escribir artículos.