Los dispositivos con GPS integrado están ganando popularidad en el mercado, y es natural que cada vez más personas adquieran un equipo con estas características, a pesar de que existen algunos cuantos paranoicos que piensan que su localización puede ser mal utilizada, esta tecnología ha resultado ser una herramienta útil para ubicarse en cualquier ciudad; pero también es un arma de doble filo, sobre todo si estás engañando a tu pareja.
Dentro de nuestras suposiciones legales, consideramos que no está permitido rastrear nuestros datos producidos por un dispositivo con GPS que revele nuestra ubicación; sin embargo para una corte de Nueva Jersey (EE.UU.), en casos de infidelidad, es totalmente legal seguir este tipo de información como evidencia en un caso de divorcio.
Todo comenzó cuando Kenneth Villanova fue espiado por un investigador privado que fue contratado por su entonces esposa. Aunque parezca una violación a la privacidad de Kenneth, la corte decidió declarar como legal esta actividad para atender el caso de divorcio. El asunto es que los investigadores instalaron un dispositivo GPS en la guantera de la camioneta de Kenneth sin que él pudiera notarlo durante mucho tiempo.
Después de que Kenneth Villanova descubriera el GPS en su auto, decidió presentar una demanda en contra de Richard Leonard, el investigador privado responsable de la presencia del dispositivo dentro de su guantera. La corte decidió negar la invasión a la privacidad con el argumento de que dicho dispositivo hace un rastreo de ubicaciones públicas, cosa que es totalmente legal, de acuerdo con la interpretación judicial.
El punto controversial es que este caso puede sentar el precedente para que se convierta en una práctica común para este tipo de temas legales, lo que seguramente desencadenará una discusión sobre la legalidad o ilegalidad de seguir la ubicación de las personas, ya veremos en el futuro qué tanta importancia se le asigna al tema a través de esta intervención tecnológica.
Fuente: conecti.ca