Las principales conclusiones de la segunda edición del informe Global Burden of Armed Violence 2011 (el anterior es de 2008) son:
– Unas 526 000 personas mueren cada año como resultado de actos de violencia. Pero solo una de cada diez muertes violentas ocurren en situaciones de conflicto bélico o de actos terroristas, mientras que 396 000 son homicidios intencionados, 54 000 son homicidios no premeditados y 21 000 suceden por intervenciones de las fuerzas de seguridad.
– Las muertes por violencia se concentran en determinadas regiones y en un número pequeño de países. La tasa mundial de muertes por violencia en el periodo 2004-2009 fue de 7,9 por 100 000 habitantes. Pero hay grandes disparidades: mientras que en Europa, Canadá, el Magreb o la India la tasa está en torno a 3 por 100 000, hay 14 países donde la tasa es superior a 30 (ver gráfico). Esto significa que el 25% de las muertes violentas en el mundo (unas 125 000) ocurren en solo 14 países, que suman menos del 5% de la población mundial. De estos 14 países, 7 pertenecen a Latinoamérica o el Caribe.
– El porcentaje de homicidios relacionados con las pandillas o el crimen organizado es considerablemente más alto en Latinoamérica. En El Salvador la tasa de muertes violentas fue superior a 60 por 100 000 habitantes.
– La línea divisoria entre conflicto armado y violencia criminal es cada vez menos nítida. La violencia aparentemente arbitraria o criminal también puede ser utilizada para alcanzar objetivos políticos que coinciden con los de los grupos armados. Y las actividades criminales, como el tráfico de drogas, también han sido utilizadas para financiar actos bélicos (Afganistán, Colombia, Bosnia).
– Las tasas de homicidios relacionados con asaltos y robos tienden a ser mayores en países con grandes desigualdades de ingresos.
– Existe un nexo entre altas tasas de homicidios, altos porcentajes de homicidios cometidos con armas de fuego y bajos porcentajes de casos resueltos por las fuerzas de seguridad. El informe advierte que los países que presentan este conjunto de factores, como El Salvador y Jamaica, corren el riesgo de caer en una espiral creciente de violencia e impunidad.
– Las víctimas de la violencia son muchos más hombres (87%) que mujeres (13%). En países con tasas de homicidios relativamente bajas, como Austria, Japón, Noruega o Suiza, la proporción de víctimas entre hombres y mujeres está más equilibrada.