El pasado día cuatro de diciembre, su marido, Rafiqul Islam, emigrante en Dubái, la llevó a una habitación, la tapó los ojos con un pañuelo y le cortó los dedos con un machete por no dejar sus estudios.
Después de tres horas y tras mucho insistir a la familia de su marido, la víctima fue trasladada a un hospital cercano, donde, debido al tiempo transcurrido, no pudieron unir los dedos a la mano.
Tras el arresto de su marido, Jui se encuentra en la casa de sus padres y quiere seguir con los estudios.”Haré todo lo posible por continuar. Quiero llegar a ser abogada”, concluyó.
Fuente: Minuto Digital