En Bogotá hay oficinas que alquilan armas a los delincuentes. Las palabras de Antonio Navarro Wolf ponen de nuevo el dedo en la llaga de la inseguridad, que es uno de los problemas más graves que afronta la capital de Colombia.
El analista Ariel Ávila, experto en temas de seguridad es coautor de la reveladora publicación ‘Los mercados de la criminalidad de Bogotá’. El estudio, que fue presentado el año pasado, incluye conclusiones inquietantes. Señala que el centro de la criminalidad de la ciudad se halla en Corabastos, la central de productos más grande de este país. En ese lugar ingresa la mayoría de las armas, estupefacientes y dineros ilícitos que circulan por la capital. Pero no es el único: existen al menos otros 400 sitios más en los cuales es posible conseguir armas y drogas.
Ávila da más pistas acerca del dinámico negocio de las armas en la mayor ciudad de Colombia. Así, una se puede alquilar por una suma que fluctúa entre 200 mil y un millón de pesos (entre USD 105 y 525). En tanto que los precios de venta fluctúan entre 600 mil y cinco millones de pesos (entre USD 315 y 2 600). De la dinámica de este mercado de la criminalidad y de la muerte en Bogotá dan cuenta las estadísticas que maneja la Policía. El 2011, fueron detenidas 1 508 personas por el tráfico y porte ilegal de armas de fuego y desarticuladas 12 bandas criminales que se dedicaban a la venta y alquiler de estas. Además, fueron decomisadas 2 100 armas, el 90% de las cuales no contaban con ninguna autorización. Adicionalmente, en el 2010 y en el 2011 se produjeron 2 765 muertes violentas en la ciudad, la mayoría por armas de fuego. La Secretaría de Seguridad estableció que en esta capital que la tasa por homicidios por cada 100 mil habitantes es de 22.5.
El debate abierto a raíz del anuncio del nuevo alcalde Petro también permite conocer otra cifra inquietante. Una investigación de la Fundación Ideas para La Paz precisa que en este país se contabilizan al menos cuatro armas ilegales por cada legal. Es decir, hay no menos de 7.2 millones de unidades de armamento no registrado y sin permiso que circula por el territorio. En medio de las estadísticas sobre los millones de armas que existen en este país, la Policía informó de dos cifras que asimismo ponen al desnudo el problema de la inseguridad. Una, el año pasado se reportaron 14 746 homicidios en el país. El 81% de las muertes violentas fue ocasionado por disparos. Y dos, en 2011, la Fuerza Pública se incautó de 27 117 armas ilegales. Y hay un tercer dato, que igualmente inquieta. Se trata de las muertes de 65 niños por balas perdidas, a lo largo del 2011. El propio vicepresidente colombiano, Angelino Garzón, lamentó en días pasados los decesos. “Cierra los ojos y piensa que uno de los niños asesinados por balas perdidas u otras acciones criminales es un hijo o familiar tuyo. Basta ya”, consignó en su cuenta de Twitter (@Angelino_Garzon).