Atacada por motivos de creencias religiosas, con la cara desfigurada, sin embargo la ciencia (lo contrario a la creencia) logró el resultado mostrado en la imagen de la derecha.
Aisha Bibi, una mujer de 18 años, de la provincia de Oruzgan, en Afganistán, huyó de la casa de su marido a la casa de su familia, quejándose del trato violento recibido. Los talibanes llegaron una noche, exigiendo que Bibi fuera ajusticiada. Poco después, un comandante talibán pronunció su veredicto, y mientras su cuñado la agarraba, el marido le cortó las orejas y la nariz. Aisha fue abandonada, pero más tarde fue rescatada por cooperantes y militares estadounidenses. Después de un tiempo en un refugio para mujeres en Kabul, fue llevada a Estados Unidos, donde fue tratada de sus heridas y sometida a cirugía reconstructiva. Aisha Bibi vive hoy en los EE UU
“Es una imagen muy fuerte. Se envía un mensaje de enorme potencia al mundo, sobre el 50 por ciento de la población que son mujeres, muchas de los cuales siguen viviendo en condiciones miserables, sufriendo violencia. Es fuerte porque la mujer se ve tan digna, icónica “, aseguran en un comunicado los miembros del jurado.