Para el diccionario de la RAE, ambos términos vendrían a ser sinónimos y se referirían a efectuar un disparo desde muy cerca; la balística, en cambio, tiene otra opinión.
El matiz que diferencia ambas expresiones radica en si el cañón del arma de fuego está en contacto con la superficie donde se impacta (bocajarro) o no (quemarropa). En un homicidio, si la pistola estuviera tocando la piel de la víctima, produciría una herida estrellada (similar a la boca de un jarro) que desgarraría la piel de forma irregular, ennegreciéndola; en cambio, si el cañón del arma estuviera separado (hasta 30 cm) la herida sería ovalada o circular y produciría una quemadura por la llama de la deflagración (tatuaje). Si nos alejamos de esos 30 cm, hablaríamos de un disparo a corta distancia y, más allá de un metro, a larga distancia.
Fuente: Anécdotas y curiosidades jurídicas | iustopía
Autor: el escritor y jurista castellano Carlos Pérez Vaquero publica la sección in albis en diversos medios de comunicación españoles e internacionales, comentando lo más curioso del panorama jurídico y parajurídico de todos los tiempos. Su blog los va reuniendo con un único objetivo: que entender el derecho no parezca una misión imposible -una iustopía– sino una realidad rigurosa, didáctica y entretenida.