Los suruwahas –etnia que habita en la Amazonia– han sido víctimas de un grupo desalvadores cristianos de corte fundamentalista que han difundido la falacia de que matan a sus bebés recién nacidos. Esos predicadores de la fe llegaron a proponer que el Parlamento brasileño aprobara una ley que permitiera separar a los niños de sus familias. Y para rematar la indigna faena religiosa, ahora los suruwahas han sido utilizados por el aventurero Paul Raffaele y el reportero Tim Noonan, ambos australianos, para elaborar un documental que –emulando los reality show— presenta a ese pueblo amazónico como asesino de niños, practicante de un culto suicida y en el colmo del despropósito describe a los amerindios como «los peores violadores de los derechos humanos del mundo«.