El día 12 de abril, pero de 1633 comenzaba el segundo juicio de Galileo Galilei ante la Inquisición. Al finalizar, su creencia que la Tierra no era el centro del universo fue proclamada por los curas como una herejía.
A pesar de la cólera de la Iglesia Católica contra Galileo, la teoría geocéntrica estaba herida de muerte, la fe no puede contra la razón, la argumentación objetiva de la realidad sobrepasó las creencias. A pesar que Galileo fue obligado a abjurar contra su planteamiento, la ciencia comenzó a desligarse poco a poco de la religión y llegar a conclusiones sin tomar en cuenta los regaños o pataletas de los papas.
En la actualidad sabemos que Galileo tenía razón, llegó a conclusiones universales basado en observaciones científicas. Y también sabemos que la Iglesia Católica estaba equivocada, había llegado a conclusiones erradas basada en la interpretación de libros sagrados.
A lo dicho: la fe no puede contra la razón.