Entre 2007 y 2010, el padre Manolo utilizó “un rigor innecesario a la hora de corregir las distintas conductas de los residentes, de hecho, ha venido agrediendo de forma habitual a los mismos”. El padre Manolo es el religioso Manuel Ortiz, director en esas fechas de la residencia para personas con discapacidad psíquica San Francisco de Asís que la Congregación de los Hermanos de la Cruz Blanca tiene en Córdoba y el extracto pertenece al escrito de acusación que el fiscal ha entregado a las partes. El fiscal, que pide 20 años y medio de cárcel para Ortiz, desgrana en tres páginas más de una decena de episodios de [Enlace bloqueado por la Tasa española AEDE] de sus capacidades mentales.
El fiscal relata que el franciscano “introdujo en la cámara frigorífica que existe en el centro” a una de las usuarias del centro de la Cruz Blanca, con un diagnóstico de deficiencia mental profunda y una discapacidad del 85%, “un día que no quiso comer”. El fiscal también sostiene que el religioso “cogió la muleta de otro interno y dio con ella en la cabeza [a un residente con un retraso mental moderado y una discapacidad del 62%] con tal virulencia, que le ocasionó una brecha en la cabeza así como una herida en el brazo. Y dado que sangraba abundantemente, le llevó al botiquín donde igualmente le llegó a agredir de nuevo.
Al padre Manolo también se le acusa de dos delitos continuados de abusos sexuales (por los que solicitan seis años de cárcel en total) y un delito de abuso ocasional (dos años y medio).
En julio de 2007, empleados y residentes fueron de vacaciones a Torre del Mar. Allí, Ortiz le pidió a un usuario con un retraso mental moderado y una discapacidad global del 60% que pasase la noche con él en su cama. Otros episodios de tocamientos similares se repitieron en la residencia de Córdoba y en una estancia en Mazagón con el mismo residente.
Otros dos hechos del mismo tipo relata el fiscal que ocurrieron de forma aislada con otros discapacitados. “A todas sus víctimas les decía que tales hechos eran un juego y les aleccionaba a que si decían algo les echaría del centro”, recalca el fiscal en su calificación.
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