Un ejemplo perfecto de que tener creencias irracionales, como por ejemplo las religiosas, no hacen más morales a las personas. Sólo más estúpidas y peligrosas. Eso lo vino a comprobar Viviam Urrego cuando fue asesinada por su esposo:
Giovanny le propinó más de 20 puñaladas luego de haber intentado darle un anillo, tratando de convencerla de que se casara con él por la Iglesia. La arquitecta y el ingeniero mecánico vivían en Costa Rica pero, en febrero pasado, ella lo había abandonado luego de un matrimonio de tres años llenos de maltratos físicos y emocionales.
El 31 de marzo pasado ella accedió a que Ceballos viera a su hija, pero fue acompañada de su familia pensando que, por estar con ellos y en un lugar público, ella estaría blindada de su violencia.
Cómo brilla el amor cristiano de esta familia.