Los trabajadores sociales de un pueblo al norte de Londres consideraron enviar a un niño al Congo para que fuera víctima de un exorcismo.
En el proceso, pagaron £ 4.000 libras esterlinas para que un consultor fuera y les dijera lo que yo les habría dicho gratis:
El niño, cuya familia era de África, había sido llevado a los cuidados infantiles por el consejo de Islington en el norte de Londres.
Su madre, que ya no tenía la responsabilidad sobre el niño, pidió que fuera enviado a la República Democrática del Congo para su «redención».
La familia del muchacho dijo que esto era necesario porque creían que estaba poseído por «kindoki» o espíritus malignos.
Los funcionarios de los servicios sociales de Islington le pagaron entonces más de £ 4.000 a un experto para que viajara a África a investigar.
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El Dr. Hoskins dijo que antes de su viaje, algunos funcionarios de Islington había estado «conscientemente de acuerdo a la solicitud» para el exorcismo.
Hablando en una conferencia ayer, dijo que el caso demuestra cómo los funcionarios en el Reino Unido eran reacios a desafiar el maltrato de los niños cuando se comete bajo el disfraz de «prácticas religiosas o culturales».
«Este problema es acerca del fracaso subyacente para abordar el abuso cuando se enmascara detrás del multiculturalismo», dijo. «Tememos a la tendencia en la que al parecer, las sensibilidades podrían verse afectadas».
Durante su visita a Kinshasa, la capital de la República Democrática del Congo, en el 2005, el doctor Hoskins se reunió con los abuelos del niño en el centro de la ciudad. Ellos le dijeron que el niño había sido «infectado por brujería», mientras estaba en el Reino Unido y que él «los destruiría a todos».
La redención que el niño iba a sufrir habría implicado pasar hambre le de alimentos y líquidos durante tres días.
Al final del período de ayuno, estaría rodeado por el equipo de redención quienes orarían sobre él y le ordenarían al espíritu maligno que fuera expulsado del niño. Cuando la redención se lleva a cabo, el niño vomita el «pan de brujería» que lo ha estado infectando.
El Dr. Hoskins también se reunió con el pastor de la iglesia pentecostal a la que van los abuelos, quien advirtió que si los espíritus malignos no eran tratados, ellos causarían «conflictos, enfermedad, divorcio, dificultades, pobreza y la muerte».
El pastor dijo que el muchacho tendría las herramientas de hechicería con las cuales hacer magia, como espejos, cepillos, palos y cadenas, y advirtió que estos tendrían que ser confiscados.
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