Cada vez hay más víctimas de la quiropráctica y los sobanderos:
Desesperada por encontrar alivio para su dolor de espalda, María Claudia, colombiana de 39 años, fue hace cuatro meses a donde un ‘sobandero’. «Estaba cansada de que en la EPS me mandaran de un consultorio a otro -dice-, y que finalmente no me trataran». Hoy, está prácticamente inmovilizada y sufre dolores terribles por una listesis (o desplazamiento de una vértebra) que le diagnosticaron especialistas poco después del supuesto tratamiento.
Su caso no es aislado, pero pocos se conocen porque los afectados rara vez los reportan. Solo ahora, lesionada como está, María Claudia se enteró de que los masajes, tratamientos quiroprácticos y, en general, cualquier manipulación de la columna vertebral no son procedimientos aptos para todas las personas y pueden tener efectos secundarios peligrosos cuando se practican mal.
Según la fisioterapeuta y especialista en dolor Sandra Borrero, «en muchas oportunidades, por ahorrarse unos pesos, la gente le confía su cuerpo a cualquier persona, aunque no esté preparada».