Según fuentes policiales en Nuakchot, el drama ocurrió en Arafat, un humilde barrio del sur de la ciudad, donde vive la familia. El asesino, un enfermero con agudos problemas psíquicos, aprovechó la breve ausencia de su esposa para matar a sus hijos, y al regreso de esta última, le dijo: «Te he librado de los gastos de ropa para los niños», en referencia a la tradición musulmana de comprar prendas nuevas a los menores en esta festividad.
Los cadáveres de los cuatro niños (de edades comprendidas entre uno y seis años) han sido trasladados aun hospital de Nuakchot para una posible autopsia, mientras que el padre ha sido detenido.
Los vecinos del barrio, estupefactos por un crimen sin precedentes, han «tomado» la casa donde sucedieron los hechos para expresar su cólera, y durante toda la mañana del viernes el movimiento es incesante.
El mes de Ramadán es un periodo indicado para la piedad y la generosidad con el prójimo, por lo que el suceso ha sido especialmente chocante para la población mauritana.