Se llamaban preventorios los edificios destinados a la prevención del desarrollo y propagación de enfermedades, como la tuberculosis infantil. Se buscaban para ellos ubicaciones en el campo, aislados, y en alto, para la respiración del aire puro, o incluso aprovechando la existencia de aguas termales.
En España tuvieron especial importancia, y se crearon numerosos de ellos por iniciativa estatal, durante la época de la posguerra, durante la dictadura de Francisco Franco.
Desde el momento en que nos vestimos de niñas “preventorio” no volvimos a ver nuestras maletas, con libros de lectura, caramelos, ropa, muñecas… Las normas eran estrictas y claras, respetar los horarios al máximo, el uso del cuarto de baño dos veces al día, solo beber dos vasos de agua al día, comer todo lo que ponían en el plato, no moverte en la cama, acudir a misa con respeto, etc.
Nos solían ordenar ponernos en fila india (cuando íbamos al comedor, o entrábamos del patio, o para ir a las habitaciones) con el brazo derecho apoyado en el hombro de la compañera que tenías delante y los pies metidos entre las líneas de la baldosa que había en el suelo. Una vez no tenía bien colocados los pies dentro del área de la baldosa, me atizaron tal bofetada que caí redonda al suelo.
Los domingo íbamos a misa, una preciosa capilla es verdad… yo lejos de mejorar con mis problemas mucolíticos y bronquiales, aquello parecía que iba a más, ese día tenía un tremendo exceso de mocos que era imposible tener controlados, durante la misa (al carecer de pañuelo) me vi en la obligación de contenerlos con ejercicios de inspiración, llegado un momento aquello no se contenía y tuve que recurrir a usar mi ropa para controlar aquello. Debido a los ruidos que hacía llamé la atención de una de las “señoritas” que había en misa, me pidió que le acompañase fuera, sin mediar palabra me soltó tal bofetada que de golpe desapareció mi problema con la producción de mocos y me dijo que esa era una ofensa tremenda a Dios, vamos que me iba a castigar.
Las niñas que se orinaban en la cama era objeto de todo tipo de humillaciones, se mostraba públicamente la mancha de humedad en la sábana, nos obligaban a reírnos de ellas, se las rociaba con ortigas en sus zonas íntimas como infame castigo.
El miedo era una constate que estaba todos los días presente, nos levantaban muy de madrugada, la verdad que no recuerdo para qué, no tengo recuerdo de clases donde hubiera contenidos académicos o manualidades, la amenaza constante de que sí no te portabas bien irías a la sala o pabellón Blanca, donde existía un halo de terror tremendo, donde siempre se oía a las niñas llorar, el muro de las manos negras con el que nos amedrantaban con la existencia del fantasma de una niña que murió allí.. en fin todo aquello en la mente de unas niñas asustadas y lejos de sus padres tenía una amplificación horrible.
Quiero que se investigue, que salgan archivos, que se sepa cual era la función real de este tipo de Preventorios, que es lo que allí pasaba con las niñas internas durante cursos enteros. Es hora de saber, gracias.