El caso de Julian Assange ha puesto en la mira los altos índices de violaciones en Suecia. Pero, ¿qué dicen realmente estas estadísticas?
El comparar tasas de criminalidad entre países está lleno de dificultades. Esto es bien sabido entre los criminólogos y especialistas en estadística, pero no tanto entre los periodistas y comentaristas.
Suecia tiene la tasa más alta de violaciones en Europa, según le dijo a la BBC la escritora Naomi Wolf en alusión al caso de Julian Assange, el fundador de Wikileaks, que está intentando evitar su extradición de Reino Unido a Suecia por acusaciones de violación y agresión sexual que él niega.
¿Es cierto? Sí. La policía sueca registró en 2010 el mayor número de delitos – cerca de 63 cada 100000 habitantes – en Europa. El segundo más alto del mundo.
Esto fue tres veces mayor que el número de casos en el mismo año en la vecina Noruega, y el doble de la tasa en Estados Unidos y Reino Unido. Supera en más de 30 veces el número en India, que registró alrededor de dos violaciones por cada 100000 personas.
Teniendo en cuenta esos datos, parecería que Suecia es un lugar mucho más peligroso que esos otros países.
Pero eso es un error, señala Klara Selin, socióloga del Consejo Nacional para la Prevención del Delito de Estocolmo. La especialista dice que no se puede comparar los registros entre países, ya que los procedimientos policiales y las definiciones legales varían sustantivamente.
«En Suecia hay una intención explícita de registrar todos los casos de violencia sexual por separado, para que sea visible en las estadísticas», explica.
«Por ejemplo, cuando una mujer va a la policía y dice que su esposo o novio la violó casi todos los días durante el último año, la policía tiene que registrar cada uno de esos eventos, lo que podría suponer más de 300. En muchos otros países eso no sería más que un registro».
De todas maneras, el número de violaciones denunciadas en Suecia prácticamente se ha triplicado en los últimos siete años. En 2003, alrededor de 2200 delitos fueron denunciados a la policía, mientras que en 2010 fueron casi 6000.
Pero Klara Selin dice que las estadísticas no representan una epidemia de crímenes sino un cambio de actitud. El debate público sobre este tipo de delito en Suecia durante las últimas dos décadas ha tenido el efecto de despertar la conciencia, dice la especialista, y alentar a las mujeres a acudir a la policía si sufren un ataque.
La policía también ha mejorado el manejo de los casos, sugiere, aunque no niega que ha habido un cierto aumento real en el número de ataques, una preocupación que también aparece en un informe de Amnistía Internacional de 2010.
«Podría haber también un cierto aumento de la criminalidad real debido a los cambios sociales. Con internet, por ejemplo, es mucho más fácil en estos días conocer a alguien. Asimismo, el consumo de alcohol ha aumentado mucho.
«La explicación más importante es que la gente va a la policía con más frecuencia, pero también que en 2005 hubo cambios en las leyes sobre delitos sexuales, lo que hizo la definición legal de violación mucho más amplia».
El cambio en la ley incluyó los casos en que la víctima está dormida o intoxicada, situaciones que antes formaban parte de otra categoría de delitos.
Por lo tanto comparar las estadísticas de violación entre países puede ser engañoso.
Artículo completo en: BBC MUNDO