A partir del uno de diciembre de este año los ciudadanos que participen en alguna de las manifestaciones de protesta contra el Gobierno, convocadas por el 25-S, podrán seguir ejerciendo su derecho a huir de la policía, pero siempre que lo hagan sin correr. Según la petición de la Fiscalía, los manifestantes podrán escapar andando rápido, de perfil, o dando saltos pequeños hacia atrás, nunca a la carrera desbocada, en sprint, o “saliendo disparado” en dirección contraria a los agentes.
El Código Penal, que se reformará esta misma semana en las inmediaciones del campo de golf de Benalmádena, podría castigar hasta con siete años a aquellos manifestantes que consigan marcas por debajo de los nueve segundos para los cien metros lisos. Correr en zig-zag, hacer falsos amagos de cambio de dirección o escapar por medio de saltos cuya espectacularidad desconcierte al agente, estarán penados con cuatro años, siempre que durante la huida no se sonría con sorna a las fuerzas de seguridad, en cuyo caso ascendería a seis.
La delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, ha sugerido al ministro del Interior que se penalice también a los manifestantes que se parapetan detrás de una cámara, “pues en la mayoría de los casos esos individuos ni siquiera llevan carrete”, puntualizó.
Por su parte, la Defensora del Pueblo, Soledad Becerril, propondrá a la Fiscalía General que los manifestantes lleven obligatoriamente un cinturón de plomo cuyo peso no debería ser inferior a noventa y siete kilogramos o, en su defecto, una de las dos tibias fracturada por tres partes bien definidas.
Fuente: Rokambol news