Se estima que los que no creen en religiones podrían sumar en todo el mundo más de 1000 millones de personas, una población tan sólo superada por creyentes cristianos, musulmanes e hinduístas.
A pesar de esta fabulosa demografía, los no creyentes siguen siendo invisibles para muchos sociólogos de la religión. A juzgar por el informe Rising tide of restrictions on religion (Oleada creciente de restricciones sobre la religión) no hay restricción gubernamental, acoso ni hostilidad social de ninguna clase hacia ateos y no creyentes.
El informe, que analiza datos hasta 2010, antes de la «primavera árabe», básicamente camina en la misma línea estadística del periodo medido previo. Ocho de los 10 países con mayor hostilidad religiosa siguen siendo musulmanes. Globalmente, los cristianos siguen contando como el grupo religioso más perseguido, seguidos de musulmanes y judíos. España sigue en una zona «moderada» de restricciones gubernamentales u hostilidad social contra las prácticas religiosas, a la par de EE.UU (ni está ni se espera «laicismo agresivo«).
Fuente: La revolución naturalista
¿Piensas que los ateos no tenemos moralidad?
Estudios de investigación muestran que:
– Comparados con las personas religiosas, los no creyentes por lo general tienen menos: prejuicios, antisemitismo, racismo, dogmatismo, etnocentrismo, mente cerrada y autoritarismo.
– Solo el 0.2 % de los encarcelados en EE.UU. son ateos.
– Tasas de asesinatos y crimen violento son mayores en países con elevadas creencias religiosas que en países seculares.
– Las tasas de asesinatos y criminalidad son mayores en los estados de EE.UU. más creyentes religiosamente que en los menos religiosos.
Estadísticas de ateísmo y superstición en el mundo y en Colombia, a la luz de estos datos, nos encontramos con información interesante:
Los resultados muestran que el 66 por ciento de los encuestados de más bajos ingresos se consideraron religiosos. En contraste, menos de la mitad (49 por ciento) de las personas con ingresos altos respondieron lo mismo.
Una diferencia similar se encontró en la clasificación por nivel educativo, donde es más alto el porcentaje de las personas religiosas dentro del grupo que no terminó ni la secundaria (68 por ciento), en comparación con aquellos que tienen estudios de educación superior (52 por ciento).
Un dato importante es que si se comparan los resultados de esta encuesta con la que se realizó en 2005 se encuentra que descendió el grupo de los que se consideran religiosos en un 9 por ciento, y que por el contrario se incrementó el grupo de los ateos convencidos en un 3 por ciento.
No obstante, en Colombia el porcentaje de personas catalogadas como religiosas se mantuvo inalterable (83 por ciento) desde el 2005, así como el porcentaje de quienes dicen ser ateos (3 por ciento).
Sólo muy recientemente han empezado a estudiarse experimentalmente los efectos que tiene el pensamiento de la muerte sobre las creencias de las personas. En 200 6Norenzayan y Hansen [PDF] estudiaron la forma en que la conciencia de la muerte afecta a la creencia en agentes sobrenaturales. Su trabajo avaló en apariencia la llamada “teoría de la gestión del terror” (Terror Management Theory): la conciencia de la muerte no sólo aumentaría la religiosidad en general, sino que también reforzaría las creencias culturales de las personas; esto es, los cristianos tenderían a reforzar su fe en Jesucristo y su negación de Alá o Buda, mientras que los musulmanes reforzarían su fe en Alá y su negación de Jesucristo o Buda. Muy significativamente, los recordatorios de la muerte también fomentarían también la religiosidad de los agnósticos, pero no así de los ateos.
Un trabajo de Jonathan Jong, publicado este año en Journal of experimental psychology ha discutido estos resultados, mostrando que pensar subliminalmente en la muerte puede hacer que los «no creyentes» consideren los conceptos religiosos algo menos imaginarios. Otro estudio reciente, de Kenneth Vail y sus colegas es, sin embargo, escéptico: los ateos resultan ser bastante irreligiosos se les obligue o no a pensar en la muerte. Para Vail, que es psicólogo experimental en la universidad de Missouri, «el consuelo de la religión no parece ser una necesidad universal».
Esto no es sorprendente para quién conozca, no sólo la historia de las religiones, sino también la historia del ateísmo y del pensamiento secular. Aunque el enfrentamiento religioso de la muerte tiene un carácter ampliamente normativo en la mayor parte de las sociedades, el enfrentamiento ateo e irreligioso también tiene un robusto respaldo tradicional que va de Epicuro y Lucrecio hasta los filósofos de «las luces» o recientemente los «nuevos ateos». Los estudios experimentales respaldan esta visión: muestran que ante la experiencia y el pensamiento de la muerte, no hay demasiados “ateos en el armario”, pero sí hay agnósticos (¿creyentes vergonzantes?).
Ampliar en: La Revolución Naturalista
La Delegación del Gobierno de Madrid ha prohibido la manifestación «Ningún privilegio a las iglesias. De mis impuestos, a las iglesias CERO», convocada por varias asociaciones laicas para el jueves 5 de abril en Lavapiés. El Tribunal Superior de Justicia de Madrid, ante el que recurrieron las organizaciones convocantes, ratificó la decisión de la Delegación de Gobierno, vetando la manifestación.
Las razones aducidas por ambos estamentos asustan al más pintado: el TSJM afirma, por ejemplo, que la fecha elegida es “una de las festividades claves en la religión católica“ y que “Se ha de hacer hincapié en que esa festividad tiene una relevancia fundamental dentro del mundo católico por la conmemoración del día y en que, consecuentemente, es merecedor de protección, pudiendo justificar la restricción del uso de la vía pública a otros grupos de personas cuando su uso no sea compatible“. Más claro no podría haber sido el tribunal: ante igualdad de derechos, se protegen los actos con relevancia dentro del mundo católico, dado que son merecedores de protección en detrimento de la libertad de expresión y de reunión.
Pero tengamos cuidado con la lectura: no se estaba pidiendo la prohibición de ningún acto religioso, sino la coincidencia en fecha de otra expresión popular: una manifestación en contra de la financiación pública de las iglesias, algo que apoyamos millones de españoles. Ni la religión ni las procesiones son incompatibles con el hecho de que las iglesias se financien por medios propios. No hay incompatibilidad alguna y, por lo tanto, no se ha elegido una opción frente a otra. Por el contrario, como dice muy claramente el TSJM, se ha impedido que algunos católicos se sientan molestos porque otras personas expresen su opinión y hagan uso de la vía pública. Todo un ejemplo de estado libre y aconfesional.
Artículo completo en: La Ciencia y sus Demonios
A lo largo de la historia civilizatoria, se sucedieron decenas de guerras religiosas, una más cruel e irracional que la otra, pretendiendo mostrar que con la muerte de los “enemigos”, el dios de alguna facción se hacía más fuerte y grande, mientras que se “demostraba” la debilidad humana y la “superioridad” de los creyentes que resultaban victoriosos. En nombre de algún dios o de varios dioses se cometieron grandes crímenes contra los individuos, crímenes, que en la mayor parte de la historia quedaron impunes. Ante esto, ¿a cuántas miles de personas mataron los ateos en nombre del ateísmo?
Esta semana, que inició el 18, Atheist Friendly invita nuevamente a celebrar la Semana A, o A week, para enaltecer el orgullo ateo y demostrar que los no creyentes formamos parte de un importante grupo de personas en todo el globo. La conmemoración se extiende hasta el sábado 24, y solo exhorta a poner una letra “A” en los perfiles de las redes sociales.
Es común, pero falaz, asociar a grandes genocidas con el ateísmo; de pensar que habrá desorden moral y caos si se instala una moral atea y que los ateos somos dogmáticos y cerrados, “por no aceptar experiencias místicas”. Desarrollamos, entonces, para celebrar nuestro orgullo, una mini lista de mitos que solo alimentan la ignorancia.
Mitos populares: (se detallan y consideran como falso o verdaderos en: Mitos sobre ateos)
– ¿El ateo es satánico?
– ¿Todos los ateos son comunistas?
– Hitler era ateo y fue uno de los más grandes genocidas de la historia.
– Pero Stalin era ateo y también mató a millones de personas.
– El ateísmo es otra religión más ya que los ateos “tienen fe en la evolución y en el big bang”.
– El ateísmo es dogmático.
– Bueno, pero Einstein era cristiano y no podemos estar en su contra.
– Pero los ateos dicen que la vida no tiene sentido.
– Entonces, ¿para los ateos todo termina con la muerte?
– Los ateos no tienen moral, pueden hacer lo que quieran, robar, matar, violar, etc.
– El ateo parece un robot, no ama, no siente, no lucha.
– Pero el ateo es soberbio, no acepta críticas.
– El ateo debe aceptar que la religión hizo mucho bien a la humanidad.
– Todo bien, pero, ¿para qué milita un ateo?
Andrew Newberg, director de investigación en Myrna Brind Center of Integrative Medicine at Thomas Jefferson University and Hospital in Philadelphia, responde:
Los investigadores han identificado las diferencias entre los cerebros de creyentes y no creyentes, pero la imagen neural no se ha completado.
Varios estudios han revelado que las personas que practican la meditación o han orado por muchos años presentan una mayor actividad y tienen más tejido cerebral en los lóbulos frontales, las regiones asociadas con la atención y la recompensa, en comparación con las personas que no meditan o rezar. Un estudio más reciente reveló que las personas que han tenido experiencias de «nacer de nuevo» tienen un hipocampo más pequeño, una parte del cerebro involucrada en las emociones y la memoria, que los ateos. Estos hallazgos, sin embargo, son difíciles de interpretar porque no aclaran si tener más lóbulos frontales o un hipocampo más pequeño hace que la persona sea más religiosos, o si ser piadoso provoca cambios en estas regiones del cerebro.
Varios experimentos han tratado de dilucidar si creer en Dios provoca cambios cerebrales similares como creer en otra cosa. Los resultados, hasta ahora, muestran que pensar en Dios puede activar las mismas partes del cerebro, como pensar en un avión, un amigo o una farola. Por ejemplo, un estudio mostró que cuando la gente religiosa oró a Dios, utiliza algunas de las mismas áreas del cerebro que cuando habló con una persona promedio. En otras palabras, en el cerebro de la persona religiosa, Dios es tan real como cualquier objeto o persona.
La investigación también sugiere que un cerebro religioso presenta mayor nivel de dopamina, una hormona asociada con una mayor atención y motivación. Un estudio demostró que los creyentes eran mucho más propensos que los escépticos para ver palabras y rostros en la pantalla cuando no había ninguno, mientras que los escépticos a menudo no ven las palabras y las caras que estaban realmente ahí. Sin embargo, cuando a los escépticos se les dio la droga L-dopa, que aumenta la cantidad de dopamina en el cerebro, tenían la misma probabilidad de interpretar los patrones codificados como las palabras y las caras al igual que las personas religiosas.
¿Qué hace la investigación? Por el momento, no tenemos una manera clara de conectar todos los puntos. Por ahora podemos decir que los cerebros religiosos y ateos tienen diferencias, pero las causas de estas disparidades se desconoce.
Artículo completo en: Scientific American
Murió en el hospital MD Anderson Cancer Center, después de un año peleando contra el mismo cáncer que se llevo a su padre. Cuando se lo detectaron, el cáncer de esófago se encontraba en estado 4. Al descubrirse, no dejó de participar en el debate público. Pero lo más curioso es que el gran azote de las religiones, recibió de parte de sus antiguos amigos o contrincantes de debate, cartas de apoyo, oraciones y algunos jefes religiosos recaudaron fondos. Aunque estas últimas cosas, según declararon en varios medios, lo hacían por tal de conseguir una conversión de último momento debido a su gravedad física. Sin embargo, él se mantuvo en sus trece. Defendió sus convicciones antiteístas.
Hitchens era licenciado en Ciencias Políticas, en Economía y en Filosofía en Oxford. Según la revista Time, era la séptima persona más influyente del mundo (¡y además, ateo activista!). Estuvo décadas afiliado a la izquierda más radical. Fue miembro de la Internacional Socialista y columnista de medios afines. Sin embargo, hubo dos hechos que le hicieron cambiar de ideas hasta el punto de que se declaraba independiente político. El primer hecho sucedió en 1989, cuando en Irán, el ayatolá Khomeini llamo a sus fieles a la búsqueda por todo el mundo, captura y asesinato de su amigo escritor, el indio Salman Rushdie. ¿Su pecado? Escribir el libro «Los versos satánicos». Según los islamistas, el libro era un compendio de herejías y ataques a la fe islámica y a Alah. Pues añadiéndome a la causa, desde aquí: Islam y Alah… ¡Que os den por el culo! ¡Yo tampoco me someto ni me someteré a vuestras amenazas! (lo siento, debía hacerlo).
El otro detonante fueron los atentados del 11 de Septiembre de 2001 en Nueva York. Al romper con los medios de izquierdas, acabo escribiendo en medios del otro bando. Esto le llevo a perder amistad con sus antiguos camaradas Noam Chomsky y Gore Vidal. Especialmente con este último quien creía que los atentados fueron una conspiración del gobierno estadounidense. Hitchens rechazo esto de forma categórica y rompió con él y sus ideas.
Algunos comentarios suyos:
«Los terroristas de Manhattan representan el fascismo con un rostro islámico, y no tiene sentido emplear ningún eufemismo sobre eso. Lo que abominan de «Occidente», por decirlo en una frase, no es aquello que los progresistas occidentales rechazan y no pueden defender de su propio sistema, sino lo que sí les gusta y deben defender: sus mujeres emancipadas, su investigación científica, su separación entre religión y Estado».
«Una vez que se asume un Creador y un Plan, eso nos transforma en objetos de un cruel experimento por el cual somos creados enfermos y se nos ordena estar sanos. […] Y sobre nosotros, para supervisar esto, se instala una dictadura celestial, una especie de Corea del Norte divina, codiciosa, exigente, hambrienta de alabanza acrítica desde el amanecer hasta el ocaso, y veloz en el castigo del pecado original con el cual amablemente nos obsequió para empezar.»
«La religión, es cierto, todavía posee la inmensa aunque torpe y poco flexible ventaja de haber llegado «primero».»
Ampliar en: Cerebros no lavados
Bajo licenica creative Commons
Te preparas para la muerte enfrentándote a la verdad. La vida es lo que tenemos, así que mejor vivamos nuestras vidas por completo mientras la tengamos, porque no hay nada después. Somos afortunados accidentes o al menos cada uno de nosotros lo es, si no hubiéramos estado aquí otros habrían estado en nuestro lugar. Tomo todo esto para reforzar mi visión de que soy afortunado de estar aquí y también lo eres tú, y debemos aprovechar nuestro breve tiempo aquí al máximo para intentar entender las cosas y conseguir una completa visión del mundo y la vida tanto como nos permitan nuestros cerebros, que es algo bastante completo.
– Richard Dawkins.
Cuando mi marido murió, como era muy famoso y reconocido por ser un no creyente, muchas personas se me acercaron -y aún sucede de vez en cuando- y me preguntaron si Carl había cambiado al final y se había convertido a la creencia en una vida después de la muerte. También me preguntan frecuentemente si pienso que le volveré a ver. Carl afrontó su muerte un inagotable coraje y nunca se refugió en las ilusiones. La tragedia fue que sabíamos que nunca nos volveríamos a ver. Y nunca he esperado volver a reunirme con Carl
– Ann Druyan (esposa de Carl Sagan)
Bajo la bandera de ateo consideran que de inmediato son de izquierda. Sin darse cuenta caen en un error conceptual que termina por invalidar su posición política. Por otro lado, la religión no es exclusiva de la derecha.
Ateos de derecha
La bandera para defender esta posición es el alemán Nietzsche. Pensador crítico al cristianismo que se caracterizó por su acidez (principalmente en El Anticristo) hacia la Iglesia. De importante educación religiosa (su padre era pastor luterano) y vasta formación clásica (sabía griego y latín, además de leer y comentar obras en estos idiomas), Nietzsche tenía una gran afinidad al pensamiento conservador sin tener que ser matizado por ninguna religión. El tradicionalismo que exigía reclamaba una vuelta al pasado. Pensaba que la moral religiosa era caduca (ver Genealogía de la Moral) y por ello no tenía que ser extensiva.
Le daba una importancia significativa al individualismo en contraposición al colectivismo al que acusaba de rebaño, de ahí que su posición política podría denominarse de derecha, y como se dijo anteriormente, atea.
Casos como el de Nietzsche abundan, sólo por nombrar algunos podríamos hablar de Karl Popper,Martin Heidegger, Arnold Gehlen, Bill Gates entre muchos otros.
Interludio conceptual
Para Norberto Bobbio la antítesis Derecha/Izquierda proviene de la postura ante la igualdad. La Derecha piensa que los hombres son más desiguales que iguales (individualismo) y la Izquierda considera que somos más iguales que desiguales (colectivismo).
Por su parte, Hannah Arendt distingue entre “lo público” que vendrían a ser los aspectos políticos,res publica (cosa pública) y “lo privado” aquellas acciones, entre ellas la religión, que son parte de la esfera personal y no tienen, o deberían tener, repercusión para la vida pública.
Religiosos de Izquierda
Un paradigma sin duda es el movimiento de la Teología de la Liberación. Aunque para hacer más personal podemos nombrar a un pedagogo brasileño con importante influencia mundial: Paulo Freire.
Hombre destacado en la historia de la educación en Brasil, latinoamérica y el mundo, oscila entre dos fuertes influencias, por una parte el marxismo puro, del que Karl Marx y Friedrich Engels son los principales exponentes, y por la otra, Jesús de Nazareth. Con posiciones progresistas modificó la forma de ver la educación en todo un país y trajo lo que la bandera brasileña señala: Orden y Progreso.
Esta pedagogía, denominada pedagogía del oprimido, encajó muy bien en Brasil por ser un pueblo con arraigado pensamiento religioso pero con la intención de evolucionar, y por ello transformar, su realidad social, misma que podemos ver sus resultados hoy en día.
Sumados a Freire, podemos hacer mención de un gran número de sacerdotes jesuitas que dentro de su ideología están a favor del aborto, la homosexualidad y temas coyunturales que la misma Iglesia como institución desconoce y para los cuales tiene una posición radical.
Conclusión
Para manifestarse de “Izquierda” o de “Derecha” hay que reconocer cuáles son las cargas simbólicas de los términos aludidos. Saber qué opinan sobre economía, política, sociedad y todos los demás rubros. Saber cuáles son sus presupuestos filosóficos de los que parten las teorías para así incluirse en una u otra postura.
Asimismo reconocer, como Arendt, que las creencias religiosas forman parte de lo privado, no en vano nos indigna tanto que los jerarcas eclesiásticos opinen sobre temas políticos, y por ello no tienen cabida en la cosa pública.
El que esté libre de prejuicios, que lance la primera piedra.
Fuente: Crítica Pura
Siendo leído fuera de contexto, el titular de ese informe publicado por The Guardian sobre un nuevo estudio en las actitudes y comportamiento de los médicos y que sugería que «los doctores ateos podrían acelerar tu muerte» puede hacerte pensar que hay ahí fuera una pandilla de titulados humanistas con jeringuillas llenas de cloruro de potasio a la vera de las camas de los pacientes enfermos. Sin embargo, el artículo en sí mismo informaba de que no parecía haber un problema con el médico ateo medio sino más bien con el aún más extendido médico demasiado religioso.
El profesor Clive Seale, a quien la sociedad le debe gratitud por sus prolíficas investigaciones en este área de estudio tan difícil, publicó un estudio en el Journal of Medical Ethics que requirió informarse por parte de un gran número de médicos sobre sus puntos de vista y sus comportamientos en casos terminales.
Muchos de los datos ya hyubieron sido publicados el pasado año en un informe titulado Adelantar la muerte cuando terminan los cuidados: una encuesta a los médicos. Una de las conclusiones era:
«Los doctores que se afirmaron religiosos o simplemente opuestos a la legalización de la muerte asistida reportaron con menos frecuencia las decisiones necesarias para acelerar el fin de la vida. Podría ser porque la intocabilidad de la vida es un argumento más presionante para estos doctores que la calidad de la vida en sí misma y esto podría ser un problema cuando pacientes con necesidades similares acaban recibiendo tratamientos distintos.»
Lo nuevo en el informe era el análisis de la religiosidad de los médicos contra distintas consecuencias. Algunas averiguaciones significativas:
Primero, en qué momento los médicos asumen medidas que aceleran la muerte de un paciente enfermo en estado terminal, poniéndose el acento en que prácticas como la retirada de tratamientos especialmente caros que ya no resultan útiles para mantener la vida —cuando ya no es posible tomar la decisión del paciente de rechazarlos— o la aplicación de altas dosis de opiáceos para aliviar el dolor son tanto legales como éticas. Resulta haber aquí casi un empate entre médicos muy religiosos y los que no lo son en absoluto.
Segundo, si hay discusiones de naturaleza médica sobre el proceso de la muerte de pacientes enfermos en estado terminal con sus familiares. El estudio sugiere que es hasta cuatro veces menos probable que un médico muy religioso —comparando tanto con los no religiosos como con incluso los tímidamente religiosos— tenga este tipo de discusiones.
Artículo completo en: La media hostia
___________________________
Enlaces de interés:
– Religiones. Una visión crítica