Los islamistas hablan a los jóvenes en la calle y los llevan a conferencias para reclutarlos en el salafismo. Y quieren imponer sus normas sobre estas personas:
? Prohibido el alcohol.
? Prohibido apostar.
? Prohibida la música y los conciertos.
? Prohibidas la pornografía y la prostitución.
? Prohibidas las drogas y fumar.
La pandilla, recién creada en Wuppertal, patrulla por discotecas y salones de videojuegos buscando jóvenes musulmanes.
Ya hemos visto los efectos devastadores de la sharía en Inglaterra.
Fuente: DE AVANZADA
“Es realmente escandaloso. Se habla de importar mujeres para satisfacer los bajos instintos de gente relacionada con el fútbol. Se habla de seres humanos como si fueran ganado, y el fútbol vinculado con ello”. El seleccionador nacional francés, Raymond Domenech, se mostraba consternado: se sabía que el Mundial de Alemania de 2006 provocaría la llegada de 40000 mujeres, trasladadas contra su voluntad principalmente desde Europa del Este, para comerciar con su cuerpo y su dignidad. Un número tan espectacular que provocó innumerables titulares de prensa, declaraciones institucionales de la UE, la FIFA e incluso una amonestación desde el Congreso de EEUU contra el soccer, como lo llaman. El silogismo era inapelable: un Mundial de fútbol atrae a cientos de miles de hombres, en su versión más troglodita, que querrán satisfacer sus bajos instintos con sexo fácil, de pago.
Pasado el revuelo, un informe de la Organización Internacional para las Migraciones sobre la trata de blancas en aquel torneo concluía que “la estimación de 40000 [víctimas] carecía de fundamento y era poco realista” (pdf). Esencialmente, porque Alemania había legalizado la prostitución en 2001 y porque el público resultó ser bien distinto del estereotipo de animales sedientos de borracheras y sexo barato: “En cuanto a los fans, muchos expertos señalaron que no había sido un evento predominantemente masculino. Ha habido muchos grupos mixtos, parejas y familias”, decía el texto. A lo largo de aquel Mundial, el Gobierno alemán tuvo noticia de cinco casos de explotación sexual como consecuencia directa del evento: dos búlgaras, un chico húngaro, una checa y una alemana. Muy lejos de lo que hubiera supuesto una avalancha de decenas de miles de “mujeres y niños” como la que anunciaron los medios. De los muchos trabajos publicados sobre aquel evento, sólo uno, realizado por la ONG canadiense The Future Group, concluyó rotundo que sí “hubo un aumento de la demanda [de prostitutas]” pero no de la trata de blancas hacia el país: “Si bien la prostitución aumentó, el número de casos de trata de personas no aumentó sustancialmente”.
Artículo completo en: Materia
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Las fotografías de estos y otros dispositivos, pertenecen a los archivos del servicio de seguridad MI5. Los dispositivos fueron interceptados por la inteligencia británica en diversos lugares, como Turquía, pero no hay evidencia de que cualquier tipo de estas bombas se utilizaran – y ciertamente no sucedió en el Reino Unido.
Las últimas imágenes muestran cómo una bomba podría estar oculta dentro de una barra de chocolate y cómo los explosivos podrían ser disfrazada como las suelas de un zapato. En consecuencia, parece que Richard Reid, que intentó hacer estallar un avión de pasajeros sobre el Atlántico en diciembre de 2001, no fue el primer aspirante a terrorista de zapato.
Hubo otros ejemplos de dispositivos con explosivos en su interior, una lata de ciruelas Smedley, bultos de carbón, latas de aceite de motor, brochas de afeitar y un plato de campaña.
También publicado por los Archivos de los archivos del MI5 son ejemplos de la propaganda alemana durante la guerra dirigida a la población británica. Según el historiador oficial del MI5, el profesor de Cambridge Christopher Andrew, el hecho del sabotaje alemán y el bajo nivel de su propaganda, son ejemplos de su falta de inteligencia general en la guerra.
«¿Por qué la inteligencia alemana y de la propaganda es mucho peor que la de Rusia?» , preguntó. «Posiblemente porque los alemanes no querían ser espías. Todos los espías alemanes en Gran Bretaña han sido capturados y todas eran no alemanes.
«La propaganda alemana era increíblemente mala. «Espionaje alemán y el sabotaje en el Reino Unido alcanzó el nivel de 100% de la incompetencia en la Segunda Guerra Mundial.»
Ampliar en: BBC NEWS
Tenemos que ser honrados, decentes, leales y amigables con nuestros hermanos de sangre, pero con nadie más. Lo que a un ruso o checoslovaco acontezca, no me importa lo más mínimo. Lo que puedan ofrecernos las naciones en materia de buena sangre de nuestro tipo, lo haremos nuestro si es preciso, raptando a sus hijos y educándolos aquí con nosotros. Que las naciones vivan en la prosperidad o sufran de un hambre mortal solamente me afecta en la medida en que necesitamos a sus súbditos como esclavos para nuestra Kultur … La mayoría de ustedes sabrán lo que significan centenares, o quinientos o mil cadáveres echados uno junto al otro. El haber pasado este trance y seguir siendo personas decentes, eso es precisamente lo que nos ha endurecido tanto … Somos producto de la ley de selección.
Este párrafo, dicho por Heinrich Himmler en la llamada Conferencia de Posen en 1943, resume una ideología excluyente y exterminadora de lo “otro” como la nazi. Está sacado de “Todos los hombres del Führer” del historiador Ferrán Gallego. El discurso completo, que pone los pelos de punta por su claridad de intenciones, puede leerse completo y escucharse (con traducción simultánea al inglés) en nationalsozialismus.de.
http://www.youtube.com/watch?v=7_XS3Xra0Xs
Para Gallego, todos los detalles de la vida política, social y cotidiana acontecidos durante ese período de la historia tienen importancia. No sería inocente, por ejemplo, que una caricatura difamara a un judío como violador de niños, a profesores maltratando niñas arias o a burgueses pagando por sexo a alemanas sin recursos. Todos esos detalles forman parte de una plan perfectamente trazado que va marcando el camino y dirigiendo a los alemanes a una conclusión inexorablemente, a que hay que deshacerse de lo diferente, de lo que no es deseable. En definitiva, lo que condujo inevitablemente a la Solución Final, perfectamente retratada en la película del mismo título en español (Conspiracy, en inglés).
Ampliar información en: El Blog de Evolutionibus
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«Se estima que 500000 personas fueron declaradas culpables de brujería y murieron quemadas en Europa entre los siglos XV y XVII. Sus crímenes: un pacto con el diablo; viajes por el aire hasta largas distancias montadas en escobas; reunión ilegal en aquelarres, adoración al diablo; besar al diablo bajo la cola; copulación con íncubos (diablos masculinos dotados de penes fríos como el hielo); copulación con súcubos (diablos femeninos). A menudo se agregaban otras acusaciones más mundanas: matar la vaca del vecino; provocar granizadas; destruir cosechas; robar y comer niños. Pero más de una bruja fue ejecutada sólo por el crimen de volar por el aire para asistir a un aquelarre.
[…]
Voy a describir un caso típico entre los centenares documentados por el historiador de la brujería europea, Charles Henry Lea. Ocurrió en el año 1601 en Offenburg, ciudad situada en lo que más tarde se llamaría Alemania Occidental. Dos mujeres vagabundas habían confesado bajo tortura ser brujas. Cuando se les instó a identificar a las otras personas que habían visto en el aquelarre, mencionaron el nombre de la esposa del panadero, Else Gwinner. Else Gwínner fue conducida ante los examinadores el 31 de octubre de 1601, y negó resueltamente cualquier conocimiento de brujería. Le instaron a evitar sufrimientos innecesarios, pero persistía en su negativa. Le ataron las manos a la espalda y la levantaron del suelo con una cuerda atada a sus muñecas, un sistema conocido como la estrapada. Empezó a gritar, diciendo que confesaría, y pidió que la bajaran. Una vez en el suelo, todo lo que ella dijo fue «Padre, perdónales porque no saben lo que hacen». La volvieron a aplicar la tortura pero sólo consiguieron dejarla inconsciente. La trasladaron a la prisión y la volvieron a torturar el 7 de noviembre, levantándola tres veces mediante la estrapada, con pesos cada vez mayores atados a su cuerpo. Tras el tercer levantamiento gritó que no podía aguantarlo. La bajaron y confesó que había gozado del «amor de un demonio». Los examinadores no quedaron satisfechos; deseaban saber más cosas. La elevaron de nuevo con los pesos más pesados, exhortándola a confesar la verdad. Cuando la dejaron en el suelo, Else insistió en que «sus confesiones eran mentiras para evitar el sufrimientos y que la verdad es que era inocente». Entretanto los examinadores habían detenido a la hija de Else, Agathe. Condujeron a Agathe a una celda y la golpearon hasta que confesó que ella y su madre eran brujas y que habían provocado la pérdida de las cosechas para elevar el precio del pan. Cuando Else y Agathe estuvieron juntas, la hija se retractó de la acusación que involucraba a su madre. Pero tan pronto como Agathe se quedó sola con los examinadores volvió a confirmar la confesión y pidió que no la llevaran de nuevo ante su madre.
Condujeron a Else a otra prisión y la interrogaron con empulgueras. En cada pausa volvía a confirmar su inocencia. Finalmente admitió de nuevo que tenía un amante demoníaco, pero nada más. El tormento se reanudó el 11 de diciembre después de haber negado una vez más toda culpabilidad. En esta ocasión se desmayó. Le arrojaron agua fría a la cara; ella gritaba y pedía que la dejaran en libertad. «Pero tan pronto como se interrumpía la tortura, se retractaba de su confesión». Finalmente confesó que su amante la había conducido en dos vuelos hasta el aquelarre. Los examinadores pidieron saber a quién había visto en estos aquelarres. Else dio el nombre de dos personas: Frau Spiess y Frau Weyss. Prometió revelar después más nombres. Pero el 13 de diciembre se retractó de su confesión, pese a los esfuerzos de un sacerdote que la confrontó con la declaración adicional obtenida de Agathe. El 15 de diciembre, los examinado- res le dijeron que iban a «continuar la tortura sin piedad o compasión hasta que dijera la verdad». Se desmayó, pero afirmó su inocencia. Repitió su confesión anterior, pero insistió en que se había equivocado al haber visto a Frau Spiess y Frau Weyss en el aquelarre: «había tal muchedumbre y confusión que era difícil la identificación, especialmente por cuanto todos los presentes cubrían sus caras lo más que podían». Pese a la amenaza de nuevas torturas, rehusó sellar su confesión con un juramento final. Else Gwinner murió quemada el 21 de diciembre de 1601.
Además de la estrapada, el potro y la empulguera, los cazadores de brujas utilizaban sillas con puntas afiladas calentadas desde abajo, zapatos con objetos punzantes, cintas con agujas, yerros candentes, tenazas al rojo vivo, hambre e insomnio. Un crítico contemporáneo de la caza de brujas, Johann Mattháus Meyfarth, escribió que daría una fortuna si pudiera desterrar el recuerdo de lo que había visto en las cámaras de tortura:
He visto miembros despedazados, ojos sacados de la cabeza, pies arrancados de las piernas, tendones retorcidos en las articulaciones, omoplatos desencajados, venas profundas inflamadas, venas superficiales perforadas; he visto las víctimas levantadas en lo alto, luego bajadas, luego dando vueltas, la cabeza abajo y los pies arriba. He visto cómo el verdugo azotaba con el látigo y golpeaba con varas, apretaba con empulgueras, cargaba pesos, pinchaba con agujas, ataba con cuerdas, quemaba con azufre, rociaba con aceite y chamuscaba con antorchas. En resumen, puedo atestiguar, puedo describir, puedo deplorar cómo se violaba el cuerpo humano».
Vacas, cerdos, guerras y brujas: los enigmas de la cultura (1975)
[Extracto del libro escrito por Marvin Harris]
Fuente: SER PENSADOR
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Enlaces de interés:
– La Inquisición como instrumento de poder. Marisol Collazos
– «Si no podemos ser castos, seamos cautos». Sin Dioses
– La web de Maco048. Noticias criminología: Caza de brujas
– La web de Maco048. Noticias criminología: Inquisición
Un psiquiatra alemán fue condenado a cuatro años y nueve meses de cárcel por la muerte de dos de sus pacientes en una sesión de terapia de grupo en la que les suministró un cóctel de drogas para, según explicó en el proceso, “abrir sus mentes”.
La Audiencia de Berlín prohibió de por vida al psiquiatra de 51 años de edad ejercer su profesión, tras ser hallado culpable de suministrar a sus pacientes una mezcla de drogas entre las que figuraba éxtasis.
La sesión fatal tuvo lugar el pasado 19 de setiembre en la consulta del psiquiatra, en el bario berlinés de Hermsdorf, donde fueron convocados una docena de hombres y mujeres para realizar “un viaje juntos”.
Tras la ingestión del cóctel de drogas, uno de los pacientes, un jubilado de 59 años de edad, falleció en la misma consulta, mientras un estudiante de 26 años moría poco después de ser ingresado urgentemente en un hospital.
Varios pacientes más fueron igualmente trasladados a hospitales cercanos, algunos en estado de extrema gravedad, después de que se llamara a equipos de socorro, que se encontraron a la mayoría de los participantes en la sesión delirando.
La pena dictada por el tribunal berlinés quedó muy por debajo de la solicitada por los fiscales, que reclamaban para el médico un castigo de ocho años de prisión.
A lo largo del proceso jueces y acusación pública desestimaron los cargos de asesinato e intento de asesinato y procesaron al psiquiatra por lesiones graves con consecuencia de muerte.
El acusado lamentó durante el juicio “el trágico accidente” y reconoció que no calculo bien la dosis de drogas que suministró a sus pacientes, quienes ignoraban por completo lo que su terapeuta les invitaba a tomar.
La fiscalía lanzó en su intervención final duras críticas contra el médico, al que tachó de criminal y charlatán y acusó de utilizar a sus pacientes como conejillos de indias pese a conocer la peligrosidad de las drogas que les suministró.
Fuente:
Psiquiatría NET
El escándalo de pederastia en escuelas católicas alemanas adquiere una dimensión cada vez mayor, y tras los primeros casos denunciados en el colegio de elite jesuita Canisius de Berlín, se estima ahora que el número de clérigos pederastas podría ascender a cerca de un centenar.
Según una encuesta realizada por el semanario “Der Spiegel” entre los 27 obispados alemanes, desde 1995 ha habido al menos 94 clérigos o profesores laicos en colegios católicos bajo sospecha de pederastia. Una treintena de ellos fue encausado.
Las cifras citadas por “Der Spiegel” recogen las informaciones voluntarias facilitadas por 24 de los 27 obispados; tres no han querido contestar.
Uno de ellos, el de Dresde-Meisse, justificó su negativa a facilitar información con el argumento de que no se quiere «alimentar aún más la discusión” que hay en la opinión pública.
En declaraciones al citado semanario, el secretario de la Conferencia Episcopal Alemana, Hans Langendörfer, afirma que las revelaciones de las últimas semanas “muestran una cara oscura de la Iglesia” que le “asusta».
En la entrevista con “Der Spiegel», Langendörfer asegura que la conferencia episcopal tiene previsto abordar “abiertamente” el asunto.
El próximo día 22 la Conferencia celebra su tradicional asamblea general, en la que el escándalo de pederastia será previsiblemente una de las materias centrales.
Organizaciones de católicos de base quieren emplazar durante la citada asamblea a la Conferencia Episcopal a revisar sus directrices sobre el trato que se debe dispensar a los que incurren en pederastia.
La organización “Iglesia desde abajo», por ejemplo, quiere proponer la creación de un «ombudsman» independiente.
El escándalo saltó al revelarse que dos profesores que trabajaron en varias escuelas de la Orden de los Jesuitas alemanes en la década de los setenta y ochenta abusaron de sus alumnos.
A los casos de los dos sacerdotes se sumó luego un tercero, que también abusó de decenas de alumnos.
Fuente: emol
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Enlaces de interés:
– La web de Maco048. Noticias: pedofilia
– Religiones, una visión crítica