El 10 de abril el colectivo a favor de la homeopatía conmemora el nacimiento de su inventor, Christian Friedrich Samuel Hahnemann (1755-1843) con el “día internacional de la homeopatía”. Dicho colectivo engloba también, por desgracia, a médicos, farmacéuticos, e incluso a sus colegios oficiales.
Uno de los brazos publicitarios de uno de sus fabricantes (BOIRON SOCIEDAD IBÉRICA DE HOMEOPATÍA S.A., fabricante sin productos autorizados por AEMPS a ser comercializados en España) es el blog “Hablando de homeopatía”. Lo sabemos porque además de su publicidad en el blog, y aunque han protegido el “whois” de ese dominio para que no se sepa quién paga con una empresa de privacidad, no lo han hecho con “hablandodehomeopatia.org”.
En él varios facultativos y trabajadores de Boiron dan rienda suelta a sus creencias sobre esta pseudociencia. Su ‘post‘ de hoy además se ha convertido en “nota de prensa” por lo que lo verán en varios medios de comunicación. Lo han titulado “Diez razones por las que, como profesionales, confiamos en la homeopatía” y, aunque carece de evidencia alguna (como es habitual) a favor de esta práctica, aunque lo repasamos como buen entrenamiento que es sobre falacias argumentales:
Artículo completo en: ¿Qué mal puede hacer?
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Comunicado sobre las Jornadas de la Cátedra Boiron de Homeopatía
La Delegación de Alumnos de la Facultad de Medicina de Zaragoza, basándose en el
posicionamiento sobre terapias sin eficacia científicamente demostrada, y apoyándose
en el posicionamiento con el mismo nombre emitido por el Consejo Estatal de
Estudiantes de Medicina el día 30 de octubre, muestra su disconformidad con la
celebración de la I Jornadas de puertas abiertas de la Cátedra Boiron de Homeopatía, así
como de la Jornada PHy13 y de la III Jornada de la Cátedra Boiron de Homeopatía,
alegando:
Además, considera que dado el posicionamiento de los alumnos respecto a este tema, la
realización de unas Jornadas de este tipo sin haber informado previamente es una falta
de responsabilidad y respeto hacia el colectivo estudiantil, que es la base que sustenta la
Universidad.
Por tanto, nos manifestamos en contra de que se realicen estas actividades, y solicitamos
que no se repitan dentro del espacio educativo jornadas con esta temática, y que en caso
de que vuelvan a llevarse a cabo desoyendo la petición de los alumnos, se comunique
previamente por las vías oficiales establecidas para ello
Zaragoza, 17 de mayo de 2013
EXCELENTÍSIMO Y MAGNÍFICO SEÑOR RECTOR(*)
Universidad de Zaragoza.
Estimado Sr.:
Resulta muy preocupante que la Universidad de Zaragoza otorgué varios títulos propios universitarios sobre homeopatía y acupuntura y que tenga una cátedra de homeopatía subvencionada por los laboratorios Boiron. Como responsable de la Universidad de Zaragoza debe saber que se trata de dos pseudomedicinas con peligros evidentes y sin fundamento científico. Y por si fuera poco, nos encontramos ante dos saberes precientíficos emparentados con la magia y la religión.
Samuel Hahnemann, el creador de la homeopatía, lo decía bien claro: «Tiempo era ya de que la sabiduría del Divino creador y conservador de los hombres pusiese fin a estas abominaciones [alopáticas] e hiciera aparecer una medicina inversa [la homeopatía]». Y si aplicamos la ley del similia similibus curantur -la más importante de sus creaciones- a los tiempos actuales llegamos a la conclusión de que altas dosis de penicilina son capaces de producir gonorrea y amigdalitis en el hombre sano. Otra famosa ley, la de las dosis infinitesimales, es aún más inverosímil, pues con ella se pone en solfa toda la teoría atómico-molecular de la materia. Recordemos que, según esta ley, a partir de la dilución 12 CH (dilución centesimal hahnemanniana) no queda en el preparado ni una sola molécula de la «tintura madre» original. Sin embargo, afirman que gracias a que la dilución es agitada durante el proceso de elaboración, resulta mucho más efectiva que si tuviera la sustancia primitiva. De hecho, cuanta menos sustancia original hay en la dilución y más se agita esta última, más potente es el supuesto efecto. Que por estas incongruencias se otorguen títulos universitarios y se premie al profesor titular que las imparte, Javier Lanuza, con una cátedra de empresa, es realmente preocupante.
Por su parte, en el Nei Jing, la «biblia» de la acupuntura, se afirma que «la energía [Qi] no es visible, pero un maestro la percibe; sabe el camino para remontarla. Él puede así tonificarla y dispersarla a su agrado». Por si fuera poco, gracias a la palpación de los pulsos, los acupuntores (antes de aplicar las agujas) son capaces de diagnosticar no sólo el desequilibrio de Qi (inexistente), sino también el sexo del feto en la mujer embarazada e incluso si un enfermo tiene piedras en la vesícula biliar. Pero aún hay más. En la base de la acupuntura está la teoría según la cual, por ejemplo, el bazo es un órgano Zang que forma parte del aparato digestivo y es la sede del pensamiento. Y lo mismo podemos decir del resto de los órganos Zang Fu, tal y como lo explica con todo lujo de detalles la Medicina Tradicional China. En el colmo del delirio, para los acupuntores modernos estas cosas (órganos inexistentes, funciones mágicas, etc.) no son errores, sino ¡formas diferentes de pensar! Quien crea que todo esto es la exageración de unos escépticos exaltados, no tiene nada más que echar una ojeada a cualquier libro de acupuntura.
En suma, con semejantes pseudomedicinas, sobran la farmacología, la microbiología, la genética y el diagnostico por imagen en todas sus variedades. Peor aún, sobra toda la medicina científica. ¿No se han preguntado quienes proponen tales dislates, por qué en las facultades de física (o de química) no se habla de «física alternativa y complementaria» (o de «química alternativa y complementaria») y no se otorgan títulos sobre «astrología científica» (o sobre «alquimia científica»)? ¿Se debe, quizás, a que los médicos son más crédulos que los físicos o los químicos, o es simplemente que algunos médicos carecen de escrúpulos con tal de ganar dinero y tener un puesto de trabajo? ¿O peor aún, ignoran el método científico?
No podemos extendernos en una carta de denuncia, como la presente, sobre todas las pruebas que demuestran las falsedades y engaños que homeópatas y acupuntores defienden y sus infiltrados universitarios propalan. En este sentido, puede consultar las detalladas alegaciones presentadas por varios profesores contra estos estudios propios de la Universidad de Zaragoza, en las cuales se documenta que tanto la homeopatía como la acupuntura son puras pseudociencias, como la astrología, creacionismo científico, radiestesia, tarot, etcétera, que deben proscribirse de cualquier programa universitario.
Decía Gregorio Marañón que la historia de la cultura es la lucha entre la ciencia y la superstición. Lamentablemente en la Universidad de Zaragoza los charlatanes pseudocientíficos se han infiltrado y la superstición amenaza a la ciencia y a la cultura, pudiendo dejar de ser, en palabras de Unamuno, el templo del saber y la razón.
Aún queda tiempo para rectificar, eliminando estas enseñanzas, que se vienen impartiendo desde hace una década, y la cátedra de homeopatía desde hace varios años. Y rectificar, como todo el mundo sabe, es de sabios.
Y para que así conste, en nombre de la asociación cultural ARP–Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico (ARP-SAPC), firmamos esta carta abierta los siguientes socios:
(*) Carta enviada con motivo de las alegaciones presentadas en contra de los títulos de la Universidad de Zaragoza sobre homeopatía y acupuntura, y leída en la rueda de prensa celebrada el mismo día.
La Delegación de Alumnos de la Facultad de Medicina de la Universidad de Zaragoza (DAFMUZ), donde la multinacional Laboratorios Boiron patrocina una cátedra de homeopatía, ha decidido oponerse “firmemente al uso de prácticas diagnósticas y terapéuticas sin eficacia demostrada en pacientes y a la promoción de las mismas entre el alumnado y los profesionales sanitarios, ya sea por parte de la Universidad de Zaragoza o de otras entidades. La DAFMUZ trabajará activamente para que estos procedimientos no sean presentados acríticamente a pacientes, estudiantes o profesionales sanitarios, oponiéndose públicamente a estas malas prácticas y transmitiendo información científica cuando sea necesario”, dice un comunicado hecho público hoy.
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La empresa de productos homeopáticos Boiron ha aceptado pagar 12 millones de dólares para evitar una demanda colectiva por publicidad engañosa en EEUU por la venta de seis productos homeopáticos. Según informa el portal jurídico Law360, la compañía acepta dedicar 5 millones de dólares a los demandantes particulares que reclaman la devolución del dinero, una indemnización que será de hasta 100 dólares por demandante.
Además, la empresa se compromete a cambiar el etiquetado de sus productos, pondrá una advertencia de que las autoridades sanitarias de EEUU (la FDA) no lo han evaluado y explicará cómo se diluyen sus ingredientes. Boiron calcula que este proceso de reetiquetado de sus productos tendrá un coste de 7 millones de dólares.
Con este acuerdo Boiron quiere dar por cerradas seis demandas lanzadas contra la empresa en EEUU, cinco en California y una en Illinois. «La empresa ha decidido que los consumidores necesitan información adicional que estaremos felices de proporcionar», asegura la compañía.
Los productos que habían sido denunciados por publicidad engañosa son el conocido Oscillococcinum (contra la gripe), Arnicare (contra el dolor), Chestal (contra la tos) y Coldcalm (para el resfriado en niños). Éste último fue llevado a los tribunales en California en el año 2010 por una ciudadana llamada Gina Delarosaquien denunció que el prodcuto no calma los síntomas del resfriado a pesar de lo que anuncia.
La denuncia alega que Boiron sabe que este producto «no es más efectivo que una pastilla de azúcar» y a pesar de todo lo comercializa como remedio para el resfriado. El producto homeopático Children’s Coldcalm se vende en botes de 10 dólares y se anuncia como un remedio para los síntomas del resfriado como los estornudos, la congestión nasal y el dolor de garganta. «En realidad», reclama la demanda, «el producto no tienen ningún impacto en el resfriado común».
Las otras demandas también acusan a la compañía de engañar a los consumidores con los productos homeopáticos que se anuncian como «naturales» y cuyos ingredientes están tan diluidos que ni siquiera se pueden detectar mediante análisis químico. En el caso del Oscillococcinum, por ejemplo, se recuerda que sus activos están diluidos hasta cien veces y sus principios no tienen el menor fundamento científico. Todos los estudios realizados hasta la fecha apuntan que la homeopatía no tiene más efectos que el placebo.
Fuente: lainformacion.com