¡Otro rotundo éxito de los votantes del PP!…
La empresa Instalaza, dedicada a fabricar armas de guerra, producía bombas de racimo, entre otros artefactos. En mayo del 2011 los propietarios de la empresa demandaron al Estado español –gobernaba el PSOE– por ratificar el Tratado de Dublíny, por tanto, sumarse a la iniciativa internacional por la que, siguiendo un dictamen de Naciones Unidas, prácticamente todos los países del mundo se comprometieron a no fabricar ni utilizar bombas de racimo.
Fuente: Im-Pulso