Como si se tratara de la zona más analfabeta de Afganistán, o la más intolerante de Arabia Saudita, o la más estúpida de Pakistán, o la más ignorante de la India, en Colombia también matan a las personas que se cree que son brujas.
No es que yo esté de acuerdo con los negocios que se lucran de la ‘hechicería’, ni nada por el estilo, pero no considero que nadie deba pagar con su vida el hecho de practicar brujería – y mucho menos por sospechas:
La víctima fue asesinada de un fuerte golpe en la cabeza con una herramienta pesada, al parecer un hacha, y le lanzaron gasolina y le prendieron fuego.
En vista de que varios campesinos señalaban a la difunta de ser una hechicera que había poseído a un joven, la Policía registró bien la vivienda y no encontró ningún objeto que permitiera confirmar estas acusaciones.
Aquí hay varias cosas que me gustaría saber: ¿Por qué se mete la Policía en lo que la gente haga con su tiempo libre, con su propiedad, dentro de sus viviendas, si no afectan -de modo verificable- a los demás? ¿Qué habría hecho la Policía si hubiera encontrado «objetos que permitieran confirmar estas acusaciones»? ¿Qué tipo de objetos califican, para la Policía, como propios de la hechicería? ¿Por qué no considerar la estatua a una virgen que parió, un objeto de obvia superchería? ¿Qué tal el pernicioso culto a un judío que nunca existió y que clavaron en una cruz, que al parecer revivía muertos y caminaba sobre el agua? ¿Cómo les parece eso para un par de hechizos?
Fuente: DE AVANZADA