Todas las personas que afirman tener poderes sobrenaturales estafan a sus clientes. Unos es porque mienten a sabiendas y los otros porque son enfermos mentales. En todo caso, son maneras de sacarle dinero a unos pobres diablos que no tienen la menor idea de dónde están parados y buscan el consejo de estos vivos.
Por eso resulta tan curiosa la forma como El Espectador (Colombia) tituló la noticia de que uno de estos estafadores aprovechaba sus afirmaciones de poderes sobrenaturales para violar a sus víctimas – Detenido en España un falso chamán colombiano que abusaba de mujeres:
La Policía española ha detenido en Madrid, España, a un hombre de 48 años que simulaba ser un chamán para abusar sexualmente de mujeres, a las que suministraba una sustancia como burundanga, para anular su voluntad.
Me podría decir el editor del periódico, ¿cómo sabe que el tipo es un falso chamán? Digo, tiene que haber alguna forma, comprobable de manera objetiva, de determinar qué chamanes son falsos y cuáles son verdaderos.
Hasta entonces, bien haría el diario en titular la noticia de manera diferente, pues tiene la responsabilidad de informar verazmente a sus lectores y usuarios; misión que desvirtúa al sugerir tácitamente que hay chamanes «reales».
Fuente: DE AVANZADA