Científicos de la Universidad de Granada han desarrollado una nueva técnica que permite identificar un cadáver comparando su cráneo con una o varias fotografías del sujeto en vida. Este sistema, basado en la técnica de identificación forense conocida como superposición craneofacial, se fundamenta en el análisis de la morfología de la cara que se realiza al localizar unos puntos de referencia tanto en el cráneo (puntos craneométricos) como en la fotografía (puntos somatométricos).
El autor principal de este descubrimiento, Fernando J. Navarro Merino, del Departamento de Medicina Legal, Toxicología y Antropología Física de la Universidad de Granada, afirma que la técnica de superposición craneofacial se puede realizar de forma rápida, ágil y fiable, con el fin de determinar la identificación de un individuo. “El análisis es además mucho menos costoso que otras técnicas, que se aplicarían si fuera necesario y en última instancia. Sirve de apoyo y de descarte fiable previo a otras técnicas más costosas o lentas, como el ADN”.
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El hallazgo del cadáver del argentino Lucas Rebolini, hijo de los actores Antonio Grimau y Leonor Manso, causó conmoción e indignación (ver La historia de Lucas, un músico criado entre actores). Y hasta algunos agitaron el fantasma del caso Pomar sobre la policia Federal. ¿Cómo puede pasar desapercibida una persona cuyo cuerpo estuvo frente a sus narices todo un mes? ¿Es una simple y burda excusa que el joven no había podido ser identificado porque tocaba la guitarra?
El Dr. Carlos Lazzarino, forense de la Provincia de Buenos Aires (Argentina), dio las respuestas a estas incógnitas. En primer lugar, “la tarea de identificación de un cadáver se dificulta a causa de huellas dactilares raspadas. Esto suele suceder en los casos de personas que trabajan con las manos y pudo pasar tranquilamente en el caso del hijo de Grimau. Además, el fenómeno de putrefacción agrava el problema y también cambia los rasgos de la cara”, indicó Lazzarino.
En Argentina hay tres formas de registrar a las personas: la foto, la firma y las huellas dactilares, todas se registran en el momento de sacar el DNI.
Si el occiso no posee documentos, las huellas dactilares se convierten en la opción más fiable, un examen que puede llevar, como máximo, dos días. Pero, ¿qué pasa si las huellas dactilares están dañadas? Aquí entra el trabajo del sector de necropapiloscopia de la Policía Federal.
Por el contrario, “en Estados Unidos, no es obligatorio registrar las huellas digitales y las fotos –a excepción de los miembros del Ejército y los delincuentes- lo que dificulta muchísimo la identificación de un cadáver. Por ejemplo, cuando hay un accidente aéreo es un lío, se hace casi imposible”.
Técnicas que utilizan los forenses para identificar un cadáver
Ya es célebre en el mundo el trabajo del Equipo Argentino de Antropología Forense (EEAF) que, utilizando diversas técnicas de esta ciencia, investiga los casos de personas desaparecidas durante la última dictadura militar que padeció el país. Así, no sólo logran establecer la identidad sino también “la causa y el modo de muerte de las víctimas e identificar patrones de violaciones a los derechos humanos”.
Para identificar personas que han sido masacradas por la represión (enterradas, en algunos casos, bajo la denominación de NN) el EEAF utiliza los análisis de ADN para establecer parentescos, ya que, debido al tiempo trascurrido, no es posible alcanzar registros médicos ni odontológicos.
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