Recopilación sobre post referentes al mito del 10% del cerebro, aparecidos en Magonia:
– Usando a Einstein para difundir las patrañas de la cienciología
– ¿Usan los cienciólogos más del 10% del cerebro?
– Los misterios del cerebro, en Punto Radio Bilbao
La leyenda urbana de que solo utilizamos el 10% de nuestro cerebro no parece conocer fronteras. El último empujón se lo acaba de dar una película que se estrena esta semana, dirigida por Luc Besson, en la que la protagonista, interpretada por Scarlett Johansson, toma una sustancia que potencia sus capacidades cerebrales. La película se llama “Lucy” y en el cartel oficial, que ya había visto pasar hace unos días por Twitter, dice literalmente: “Una persona normal solo utiliza el 10% de su capacidad cerebral. Ella utiliza el 100%”.
Que un medio como el cine, que llega a millones de personas, haga de caja de resonancia de falsas creencias como ésta ya me parece grave, pero la cosa se pone peor. Antes de nada, hay que explicar que este mito de que usamos solo el 10% de nuestro encéfalo no tiene ningún sentido y no se corresponde con nada de lo que se sabe hasta ahora en neurociencia. Sencillamente porque el cerebro no funciona así, no es como el motor de un fórmula 1 que va metiendo marchas y empleando distintos niveles de rendimiento según sea uno más listo o menos espabilado. Es más, muy al contrario, una actividad cerebral desmesurada (me refiero al flujo sanguíneo que se mide en las resonancias funcionales) es a menudo señal de algún tipo de problema en ciernes, como una demencia senil. Por explicarnos, un cerebro con problemas que se pone a trabajar el triple que uno sano, como si fuera una lavadora centrifugando, recluta más áreas de las que son necesarias y puede terminar sufriendo daños.
Volviendo a la película. Conociendo esto (creo que debe haber millones de artículos en los últimos años desmintiendo el mito del 10%), el señor Luc Besson ha decidido seguir adelante con su guión y montar una historia de ficción. Bien. El problema, como digo, está en intentar reforzar la ficción con el argumento de que la ciencia respalda lo que nos quieres vender, por no hablar de la repercusión social que tiene un estreno de estas características. Y como muestra del daño que hace, me gustaría poner la pieza que han emitido en el Telediario-1 de TVE. Es muy breve, pero sustancioso:
Como veis, la redactora asume de entrada que lo del 10% es una “premisa real” y luego refuerza sus argumentos explicando que Besson “habló con expertos, incluidos 12 premios Nobel para hacer reales los discursos del profesor Norman”. No sé quiénes son esos premios Nobel, pero quizá es hora de que en Estocolmo revisen sus criterios de excelencia. Por si fuera poco, todo el mensaje de la pieza del telediario está destinado a reforzar que la película es interesante porque contiene parte de verdad sobre la ciencia. Y un instante después nos cuentan que “la promoción ha incluido una sesión de telepatía e hipnosis para despertar la curiosidad sobre el cerebro” (olé con olé) y como autoridad nos incluyen el testimonio de un señor que presentan como “mentalista experto en hipnosis“.
Artículo completo en: NAUKAS
El cerebro relaciona la justicia más con la razón que con la emoción. De acuerdo con un nuevo estudio con resonancia magnética funcional elaborado en el Departamento de Psicología y el Centro para la Neurociencia Cognitiva y Social de la Universidad de Chicago, las personas sensibles a la justicia y la equidad no parecen estar siendo conducidas emocionalmente, más bien se dejan llevar cognitivamente.
La imagen muestra las regiones del cerebro implicadas en el análisis de juicios éticos. Los neurocientíficos explican que algunos de los resultados que obtuvieron fueron inesperados. Durante uno de los ejercicios en el experimento, las personas con alta sensibilidad mostraron más actividad que los participantes promedio en las partes del cerebro asociadas con cognición de orden superior. Las áreas del cerebro comúnmente vinculados con el procesamiento emocional no se vieron afectadas.
Crédito: Dr. Jean Decety / Universidad de Chicago
Pruebas neurocognitivas computerizadas para conmociones cerebrales se utilizan ampliamente en el deporte amateur y profesional, pero las investigaciones en la última década no demuestran su eficacia, según indica un artículo publicado este mes en la revista Neuropsychology Review.
Jacob Resch, director del Laboratorio de Lesiones Cerebrales de la Universidad de Texas en Arlington, es el autor principal de la revisión, que actualiza el año 2005 en la investigación disponible sobre las pruebas neurocognitivas computerizadas. En 2005, los investigadores dijeron que existía suficiente evidencia para apoyar el uso clínico de los entonces relativamente nuevas evaluaciones.
El trabajo más reciente reconoce que las pruebas computerizadas, como las comercializadas bajo el nombre de ImPACT, HeadMinder, COGSTATE y ANAM, se han vuelto muy comunes en el mundo del deporte. Pero, los autores aún instan a la precaución con su uso y señalan la necesidad de más estudios revisados por pares.
«Los datos limitados se ha publicado desde 2005 para ayudar a los médicos a determinar el valor clínico de este tipo de pruebas», dijo Resch. «Si bien estos productos son un componente importante de la gestión de la conmoción cerebral, el desarrollo, la comercialización y las ventas parecen haber superado las pruebas. Así pues, es necesaria cierta cautela.»
Los coautores son Michael McCrea, un autor del estudio realizado en 2005 y director de investigación de lesiones cerebrales en el Colegio Médico de Wisconsin, y C. Munro Cullum, profesor y jefe del programa de neuropsicología en UT Southwestern Medical Center.
«Teniendo en cuenta la atención que la conmoción cerebral en el deporte ha adquirido en los últimos años, es sorprendente que no hayan habido más investigaciones sobre los algunos de los métodos basados en computadoras más recientes usadas para evaluar los síntomas postconmoción cerebral», dijo Cullum. «Dado que no existe un único test o biomarcador de la conmoción cerebral en este punto, el diagnóstico de conmoción cerebral sigue siendo un reto en muchos casos, ya que se basa en los síntomas reportados y los observados.»
Resch, McCrea y Cullum encontraron 29 artículos revisados por pares desde 2005, se han ocupado de las características de las pruebas neurocognitivas computerizadas disponibles en el mercado. Después de un detallado análisis, concluyeron que la evidencia de la fiabilidad y validez de las pruebas no era coherente.
Por ejemplo, en un estudio de mayo 2013, publicado por el Journal of Athletic Training, Resch y otros investigadores encontraron que la prueba de impacto mal clasificado de participantes sanos como deteriorados hasta un 46 por ciento del tiempo para algunos factores de evaluación. ImPACT significa Inmediata Evaluación Concusión Post y la prueba cognitiva es con mucho, la prueba neurocognitiva computerizada más utilizada para la gestión de la conmoción cerebral.
Un informe del Instituto de Medicina a principios de este año, dijo que el número de personas menores de 19 años atendidos en salas de emergencia de Estados Unidos para las conmociones cerebrales y otras no mortales, deporte y las lesiones traumáticas del cerebro relacionada con la recreación aumentó de 150000 en 2001 a 250000 en 2009. Con la reciente resolución de una demanda histórica presentada por exjugadores de la NFL, las conmociones cerebrales permanecen en los titulares y en las mentes de los atletas, padres, entrenadores y otras personas en el mundo del deporte.
Recientemente, casi el 40 por ciento de los entrenadores de atletismo informó mediante una pruebas neurocognitivas computerizada como parte de su respuesta a una conmoción cerebral relacionada con los deportes, de acuerdo con el nuevo papel. Las pruebas computerizadas convenientes se utilizan normalmente, al igual que las versiones de papel y lápiz en el pasado, para establecer una línea de base para usarlo como punto de comparación después de que un atleta está lesionado. Pero, ya que los síntomas de conmoción cerebral pueden variar ampliamente entre las personas y pueden ser sutiles, una documentación clara de la lesión cerebral leve puede ser difícil.
Los resultados de la nueva encuesta deben servir como una advertencia a los que utilizan la interpretación de resultados de las pruebas cognitivas computerizadas, dijeron los investigadores.
«Las pruebas neurocognitivas es un componente importante de la evaluación de la conmoción cerebral, pero no deben utilizarse como un método independiente para diagnosticar una lesión o determinar el nivel de un atleta de la recuperación y de la aptitud para volver a jugar», dijo McCrea. «Un enfoque multidimensional es apoyado por la evidencia de la mejor práctica.»
El nuevo documento se llama «computarizado pruebas neurocognitivas en el Manejo de la conmoción cerebral relacionada con el deporte: una actualización.» Está disponible aquí: http://link.springer.com/article/10.1007% 2Fs11065-013-9242-5 .
Hasta que se realicen más investigaciones, el nuevo papel de Resch, McCrea y Cullum recomiendan a profesionales de la salud que utilizan las pruebas, que tomen algunas precauciones, incluyendo:
Además de la investigación recientemente publicada, Resch y Cullum han estado trabajando juntos en un estudio a largo plazo de la gestión de la conmoción cerebral en atletas jóvenes. Ese trabajo involucra a más de 2000 la escuela media del norte de Texas y los estudiantes de secundaria y se encuentra en su tercer año.
Fuente: «Computerized Neurocognitive Testing in the Management of Sport-Related Concussion: An Update«: http://link.springer.com/article/10.1007%2Fs11065-013-9242-5.
Por supuesto que no es más grande. Es la típica frase sin ninguna base que a fuerza de ser repetida una y otra vez acaba por constituirse en una superstición.
El cerebro humano tiene una masa aproximada de 1,5 kg, y un volumen medio de unos 1.130 centímetros cúbicos en mujeres y 1.260 en hombres, con variaciones importantes eso sí. No se ha encontrado una relación clara entre las diferencias de tamaño y las capacidades de cada persona, porque a pesar de los distintos tamaños el número de neuronas o materia gris viene a ser similar. No olvidemos que el tejido nervioso está formado por las neuronas y las células de la glía; por tanto las diferencias de tamaño estarían más bien en la glía que en las neuronas.
Sin embargo, existen algunas pruebas que apuntan a ciertas diferencias entre el cerebro de los mentirosos y el de las personas digamos que normales; no en su tamaño pero sí en la parte de materia gris y de materia blanca. Como la materia gris está formada por los cuerpos de las neuronas, mientras que la blanca son, sobre todo, los axones, podemos concluir que los mentirosos tienen un cerebro más interconectado; la analogía viene a ser que los mentirosos tienen un cerebro con más interconexiones, o sea más complejo. Por contra, tienen menos materia gris, o sea que su capacidad para almacenar datos (el disco duro, como si dijéramos) es menor. Puedes ver más información en este [Enlace bloqueado por la Tasa española AEDE] y en este otro.
En resumen, que el cerebro de los mentirosos no será más grande, pero sí que es distinto..
Fuente: Hablando de Ciencia
La causa de que a algunas personas les cueste más que a otras aprender podría haber sido revelada por un equipo de investigación de Berlín, Bochum, y Leipzig, en Alemania.
Estos investigadores han descubierto que el principal problema en este sentido radica no en que los procesos de aprendizaje sean ineficientes en sí mismos, sino en que el cerebro procesa de manera insuficiente la información que hay que aprender. Los científicos han hallado un indicador de esta insuficiencia.
En su experimento, los investigadores entrenaron el sentido del tacto de algunos sujetos para que este se volviera más sensible. Además, midieron la actividad cerebral de todos los participantes con un electroencefalograma (EEG), que consiste en la exploración neurofisiológica a partir del registro de la actividad bioeléctrica cerebral.
En los individuos que respondieron bien a la fase de formación del sentido del tacto, el EEG) reveló cambios característicos en la actividad del cerebro, específicamente, en las llamadas ondas alfa del cerebro.
Estas ondas son oscilaciones electromagnéticas que surgen de la actividad eléctrica de las células cerebrales y reflejan, entre otras cosas, la eficacia con que el cerebro aprovecha la información sensorial necesaria para el aprendizaje.
A raíz de estos resultados, «una pregunta interesante sería en qué medida la actividad alfa puede ser influida deliberadamente con biofeedback «, señala Hubert Dinse, del Laboratorio de Plasticidad Neuronal de la Universidad de Ruhr, en Bochum, y uno de los autores del estudio, en un comunicado de dicha Universidad.
El biofeedback es una técnica que se emplea para controlar las funciones fisiológicas del organismo humano, mediante la utilización de un sistema de retroalimentación que informa al sujeto del estado de la función que se desea controlar de manera voluntaria.
Dinse añade que conocer este punto «podría tener enormes implicaciones para las terapias destinadas a tratar una lesión cerebral y, en general, para la comprensión de los procesos de aprendizaje”.
Ampliar en: CULTURIZANDO.
Foto: workinpana via photopin cc
Los magos son expertos en engañarnos. Entendiendo “magia” como el arte del ilusionismo en sus muchas variedades, no la magia real que hasta hoy nadie ha podido demostrar que existe.
Los magos nos engañan y entusiasman desde hace al menos 6 mil años, si, como parece, alguno de los relatos del papiro Westcar, que data de tiempos del faraón Keops o Khufu, quien ordenó la construcción de la Gran Pirámide de Giza, se refiere a ilusiones y no a magos o brujos verdaderos.
El estudio de las ilusiones mágicas tuvo que esperar la llegada de una pareja de neurocientíficos del Instituto Neurológico Barrow de Phoenix, Arizona: Stephen Macknik, director del laboratorio de Neurofisiología del Comportamiento y Susana Martínez-Conde, coruñesa que dirige a su vez el laboratorio de Neurociencia Visual, dedicado a las ilusiones visuales. Su trabajo de varios años con los mejores magos del mundo ha dado como resultado una serie de artículos tanto científicos como divulgativos en las más prestigiosas revistas, desde Nature Neuroscience hasta Scientific American.
Los estudios que han realizado Macknik y Martínez-Conde han ido revelando cómo los magos emplean, de modo empírico, desarrollado al paso de los siglos, aspectos de nuestro sistema cognitivo de los que la ciencia ni siquiera estaba al tanto hasta hace un par de siglos. La capacidad limitada de nuestra vista para distinguir contrastes, la retención o persistencia de la visión (esa postimagen que percibimos más claramente cuando nos deslumbra el súbito flash de una cámara), los ángulos que hacen que percibamos mejor o peor la profundidad de un objeto o el fascinante fenómeno del relleno.
Nuestra experiencia visual es extremadamente rica, pese a que nuestros ojos tienen una “resolución” muy inferior a la de las cámaras digitales comunes con las que nos fotografiamos por diversión (aproximadamente un megapíxel según los investigadores). Nuestro cerebro, sin embargo, tiene un sistema de circuitos tal que nos permite “predecir” cómo son las cosas a partir de lo que ve, y “rellenar” los huecos de modo que tengamos una visión mucho más clara de la que nos ofrecen nuestros ojos.
Una de las más fascinantes confirmaciones del trabajo de estos investigadores con los magos es que nuestro cerebro no es capaz de hacer dos cosas a la vez. Por mucho que nos guste pensar que sí podemos hacerlo.
No es broma, es un clásico experimento realizado en Harvard por Daniel J. Simons y Christopher F. Chabris. Cuando los magos hacen algo que quieren que veamos, atrapan nuestra atención y nos vuelven, literalmente, ciegos a otras cosas que están haciendo y que no quieren que veamos. Lo que se llama en el argot mágico “misdirection”: llevar la atención a una dirección opuesta a lo que está haciendo el mago.
Y no, la mano no es más rápida que la vista. Aunque la palabra “prestidigitación” signifique “velocidad al mover los dedos”, lo que realmente hacen los magos es jugar con nuestros sentidos y atención, con los mecanismos que hemos desarrollado para poder manejar la realidad a nuestra conveniencia. Porque el cerebro con el que nos explicamos el universo evolucionó para encontrar alimento, cazar y evitar ser cazados… y poco más.
El estudio neurocientífico de las ilusiones mágicas nos confirma que la representación del mundo que nos ofrecen nuestros sentidos y los mecanismos de nuestro cerebro para interpretarlos no sea exacta. El mundo no es lo que parece, y magos y timadoresse aprovechan de ello.
Ampliar en: Los expedientes Occam
El ADN masculino está presente en los cerebros de muchas mujeres. Buscando detectar la presencia el cromosoma Y propio de los niños , los investigadores demostraron que serían probablemente células fetales de su(s) hijo (s) que han migrado a la cabeza en el momento del embarazo y que se habrían implantado. Probablemente lo mismo pasó con las chicas que se han tenido. La buena noticia es que estas células podrían proteger contra la enfermedad de Alzheimer …
Este es un buen ejemplo de microquimerismo. Este término se refiere a lo que los científicos han observado desde hace varios años: durante el embarazo, la madre y el feto no son sólo intercambian nutrientes y residuos, sino que también transmiten las células.
Así, tanto en ratones como en mujeres, se encuentran en la sangre, pero también en ciertos órganos tales como huesos o células cardiacas fetales, estando bien establecidas, décadas después del embarazo. Estos tejidos con dos ADN diferentes en zonas localizadas, es microquimerismo, palabra que tiene sentido.
Este aspecto ha sido estudiado y se encontró que en última instancia, es un arma de doble filo. En efecto, conserva la salud de la madre para ayudar a reparar los tejidos dañados y la protección de ciertos tipos de cáncer (tales como cáncer de mama). Sin embargo, esta presencia puede estar asociada con enfermedades autoinmunes o el desarrollo de tumores, principalmente en el colon.
Cerebros en el ADN fetal
¿Pero es probable que todos los órganos den la bienvenida a estas células? En los ratones, se encontraron en el cerebro, por lo que han cruzado la barrera hematoencefálica, que protege el cerebro frágil de los invasores tóxicos. En las mujeres, nunca se había mostrado antes … los científicos del Fred Hutchinson Cancer Research Center presentan este fenómeno en el diario PLoS ONE.
Su objetivo específico no era éste. Querían establecer una relación entre el número de embarazos y el riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer. A partir de la autopsia del cerebro de 59 mujeres que murieron entre 32 y 101 años, tuvieron la idea de revisar la presencia de células fetales en el sistema nervioso central para ver un enlace con la neurodegeneración.
Mediante el análisis del genoma probando el cromosoma Y, el estudio revela que el 63% de estas mujeres tenían en su cerebro ADN masculino, lo más probable es de su(s) hijo (s) que se transfirió durante el embarazo. Una de ellos tenía incluso 94 años, lo que demuestra la capacidad de persistencia de estas células.
¿El secreto de la longevidad de las mujeres?
En paralelo, las investigaciones muestran que 33 de estas mujeres habían desarrollado la enfermedad de Alzheimer y el otro 26 no mostraron signos de demencia. Sin embargo, es entre éstas donde las concentraciones de ADN fetal fueron las más altas. ¿Hay que ver signos de acción protectora y preventiva?
La pregunta sigue estando. Fallas de protocolo (pequeña muestra puede ser explicada por la dificultad de encontrar cerebros humanos para la investigación, falta de información sobre los problemas anteriores) no permiten responder de manera firme y final. La idea es simplemente sugerida, pero debe ser verificada.
La cardióloga Hina Chaudry, que no participó en este estudio, cree que estas células fetales pueden prevenir o al menos retrasar el desarrollo de la enfermedad, como explica a Science Now. Ha publicado con sus colegas el año pasado en el Circulation Research. La investigación reveló que estas células habían migrado hacia el corazón y podían ayudar a reparar el tejido cardíaco dañado. Se supone que lo mismo es cierto en el cerebro y limitan el daño de la neurodegeneración. La idea no es absurda como ya se ha observado en los ratones. Pero nunca en los seres humanos.
Todo esto es sólo especulación. Se ha de replicar el estudio con un protocolo más adecuado para probar estas suposiciones y enfermedades y su ensayo muy probablemente para asegurar su participación en otros niveles, tales como la aparición de tumores. ¿Y si no fuera una de las razones de por qué las mujeres viven más que los hombres?
Fuente: Futura-Santé
Según pasan los años todos vamos perdiendo volumen de materia gris, esta perdida de materia gris es una de las formas de medir el envejecimiento del cerebro. Para ver como afecta el consumo crónico de cocaína al envejecimiento del cerebro, un grupo de científicos en la Universidad de Cambridge, han comparado dos grupos de personas. Uno de los grupos formados por 40 personas han sido consumidores crónicos de cocaína, mientras que el otro grupo, de 60 personas, no tiene en su historial ningún episodio de consumo de sustancias aditivas. Ambos grupos de personas tenían edades similares y el mismo sexo. El trabajo ha sido publicado en Molecular Psychiatry bajo el título de Cocaine dependence: A fast-track for brain ageing?
En el grupo de los consumidores de cocaína se encontró que tienen una perdida de volumen de materia gris de 3,08 mililitros al año, en cambio en el otro grupo dicha perdida era de tan sólo 1,69 mililitros. Dicho de otro modo, los consumidores crónicos presentan una perdida de volumen de materia gris que es casi el doble de lo normal. La mayor parte del volumen perdido sucede en los cortex, prefrontal y temporal. Estas regiones son conocidas por su importancia a la hora de prestar atención, así como el papel que juegan en la memoria y en la toma de decisiones.
Según la Doctora Karen Ersche, del Behavioural and Clinical Neuroscience Institute de la Universidad de Cambridge, estos resultados arrojan nueva luz sobre por qué los déficits cognitivos que normalmente se observan en las personas mayores, también son observados en personas más jóvenes que han sido consumidores crónicos de cocaína.
Fuente: HOMÍNIDOS
Bajo licencia Creative Commons
Nuevas imágenes impresionantes del cerebro revelan un patrón aparentemente simple de organización en el cableado de este órgano complejo.
En lugar de las fibras nerviosas que viajan de cualquier manera a través del cerebro como los espaguetis, y que algunas imágenes ha sugerido, los nuevos retratos revelan que las dos dimensiones de las hojas de fibras paralelas se entrecruzan con otras hojas en ángulos rectos en una estructura reticular que se pliega y se contorsiona con las circunvoluciones del cerebro.
Este mismo patrón apareció en los cerebros de los seres humanos, los monos rhesus, monos búho, titíes y galagos, informan los investigadores en la revista Science.
«El resultado es que las fibras en el cerebro tienen la forma de una red 3D y se organizan de esta manera excepcionalmente simple», dijo el líder del estudio Van Wedeen, un neurocientífico de la Escuela Médica de Harvard y el Hospital General de Massachusetts, a LiveScience. «El motivo del cruce de tres ejes es el motivo básico del tejido cerebral.»
Ampliar en: LIVE SCIENCE
Catedrático de las universidades Complutense y de Iowa (EE.UU,), el autor del libro ‘El dios de cada uno’ visitó Bilbao para hablar de Dios, dentro de los ‘Coloquios Escépticos’.
– Sostiene que la neurociencia niega la existencia de un dios universal.
-Sí. La biología evolutiva nos dice que el hombre es consecuencia de un proceso azaroso, en el sentido de que los genes mutan aleatoriamente y solo el determinante ambiental hace que tengan un valor y el portador sobreviva o no. La ley sagrada en biología es la superviviencia. No hay más ley que aquélla que empuja al ser vivo a mantenerse vivo. No hay ningún ‘diseño inteligente’, ninguna fuerza sobrenatural detrás de la aparición del hombre.
– Somos fruto del azar.
-Sin duda. Y el resultado, tras tres o cuatro millones de años de evolución, es el cerebro humano, que desde los australopitecinos hasta nosotros ha aumentado su peso y complejidad enormemente. Ha pasado de 400 gramos -lo que pesa el de un chimpancé- a 1450, lo que pesa el nuestro. Y hay otra diferencia importante: el cerebro de un chimpancé pesa al nacer el 75% del peso que alcanzará en su máximo desarrollo.
– El nuestro mucho menos, ¿no?
– Un 25%, aproximadamente, de lo que pesará de adulto. Eso quiere decir que el cerebro humano se construye y desarrolla casi todo fuera del claustro materno, es decir, en interacción constante con el entorno físico, emocional y social, al que absorbe transformándolo en física y química cerebral. Y, así, la bioquímica cambia la anatomía, la anatomía cambia la fisiología -que es la función- y la función da expresión a cada ser humano. Es algo extraordinario porque esa plasticidad que se da fuera del claustro materno es la que hace al ser humano lo que es.
– ¿A qué se debe esa particularidad?
– A que hubo un momento en la evolución en que la posición erguida impidió el desarrollo de una pelvis acorde con lo que habían sido las normas biológicas hasta entonces. Hubiese sido necesaria una pelvis cada vez más grande para albergar un canal del parto que permitiese dar a la luz un ser vivo con una proporcionalidad del cerebro tal cual había sido hasta ese momento. La postura erguida implica que la defensa radica en correr y, para correr eficientemente en esa postura, hay que tener la pelvis pequeña. Por eso, fue saliendo cada vez una cría con un cerebro más inmaduro. Pero gracias a eso, insisto, el ser humano es el que es.
Dios y la evolución
– ¿Dónde y cuándo entra Dios en escena?
– Dios es solo una idea sin contrapartida alguna en la realidad sensorial. El hombre es un producto evolutivo. No parece necesario acudir a nada sobrenatural para explicar que estemos aquí. Esto lo comparten la mayoría de los científicos y, particularmente, los biólogos. Toda nuestra interacción con el mundo es a través del cerebro. No hay nada que no haya sido producido por nuestro cerebro y sus códigos. Dios es una idea, como todas, construida por los códigos cognitivos. Incluso la realidad que vemos es producida, en parte, por nuestro cerebro. Son los códigos que traes de serie en el cerebro los que construyen para ti el mundo solo con un objetivo: ¡mantenerte vivo!
– Para mantenerse vivo él, que soy yo.
-Naturalmente. Nuestro cerebro tiene la capacidad de construir ideas. Usted sabe que tiene una idea de caballo que no concuerda con ninguno de los caballos que existen. Después de ver muchos caballos y por el aprendizaje, los códigos neuronales del cerebro son capaces de crear una especie de patrón en el que encajan todos los caballos. Esto es un abstracto, una idea, esa esencia inteligente, como la llamaría Platón. Ahora bien, esa idea de caballo cobra realidad cada vez que ve un caballo concreto, que cada vez es diferente. Y lo mismo pasa con todo. Nacemos con patrones que crean esas ideas, que constituyen la esencia del lenguaje humano. Y, gracias a ellas, podemos comunicarnos tan rápidamente con los demás sin bajar ‘a los concretos’, utilizando los abstractos.
– ¿Y Dios?
– Como todas, la de Dios es una idea creada por el cerebro; pero nunca cobra realidad porque Dios no está en el mundo.Si tratamos de encontrar en la realidad un reflejo de la idea de Dios, nos damos cuenta de que no existe. El mundo no alberga nada que encaje con la idea de Dios que tengo en mi cabeza. Por eso, Dios es solo una idea.
Entrevista completa en: blog Sin Dioses
En muchos sistemas penitenciarios el fin del encarcelamiento es la reinserción del preso en la sociedad. ¿Es esto siempre posible, al menos teóricamente? ¿Puede reinsertarse un psicópata?
La comparación de imágenes de cerebros de reclusos diagnosticados como psicópatas y otros, con los mismos delitos, pero sin ese diagnóstico muestran importantes diferencias. La localización de estas diferencias podría explicar el impulsivo comportamiento antisocial de los psicópatas. El estudio, encabezado por Julian Motzkin, de la Universidad de Wisconsin en Madison (EE.UU.), se ha publicado en el Journal of Neuroscience.
La investigación se basa en un trabajo previo de otros dos coautores, Newman y Koenig, que muestra que la toma de decisiones de los psicópatas es muy parecida a la de personas con daños en el córtex prefrontral ventromedial (CPFVM), lo que indicaría que los problemas con esta parte del cerebro están asociados con la psicopatía. Esta demostración indirecta se vuelve directa en el estudio que nos ocupa, y pone de manifiesto que existe una anormalidad cerebral específica asociada a la psicopatía criminal.
En concreto los datos obtenidos apuntarían a que los psicópatas presentan una reducción en las conexiones entre el CPFVM, la parte del cerebro responsable de la empatía y la culpa, y la amígdala, que media en el miedo y la ansiedad. Para llegar a esta conclusión se recogieron dos tipos de imágenes. Las obtenidas con tensor de difusión (tractografía DTI) muestran una reducción en la integridad estructural en las fibras de materia blanca (axones) que conectan ambas áreas, mientras que las obtenidas por resonancia magnética funcional (fMRI), que detectan la actividad del cerebro, señalan una menor actividad coordinada entre el CPFVM y la amígdala. Es decir, CPFVM y amígdala no se están comunicando como debieran.
El estudio se realizó en una cárcel de seguridad media del estado de Wisconsin empleando escáneres portátiles. Se realizaron mediciones de 40 presos que habían cometido delitos similares, de los que 20 habían sido diagnosticados como psicópatas.
La combinación de anormalidades estructurales y funcionales parece demostrar bastante bien que la disfunción observada en el circuito social-emocional es una característica estable de los reclusos psicópatas. Independientemente de que el estudio haya de reproducirse y obtener más datos, ¿debe un sistema penitenciario tratar a todos los presos por igual e intentar reinsertar a una persona cuyo cerebro no está preparado para ello?
Fuente: EXPERIENTIA DOCET
Referencia: Motzkin J, Newman JP, Kiehl K, Koenigs M. (in press) Reduced prefrontal connectivity in psychopathy. Journal of Neuroscience.
Hemos inventado la penicilina, los transbordadores espaciales, computadoras y hasta los corazones artificiales, entre muchas otras maravillas. Entonces, ¿dónde va a la inteligencia humana a partir de ahora? La respuesta, de algunos científicos, si son correctas, es nada.
La potencia del cerebro de la humanidad ha alcanzado su pico ya que es físicamente imposible que lleguemos a ser más inteligentes.
Los investigadores afirman que para llegar a ser más inteligente el cerebro humano necesitaría una gran cantidad de energía extra y oxígeno – y simplemente no se puede proporcionar.
Investigadores de la Universidad de Cambridge han analizado la estructura del cerebro y la cantidad de energía que sus células consumen.
Simon Laughlin, profesor de neurobiología, dijo: «Hemos demostrado que el cerebro debe consumir energía para funcionar y que estos requisitos son lo suficientemente exigentes para limitar nuestro desempeño y determinar el diseño.
«Grandes poderes de deducción por parte del cerebro demandan mucha energía, porque el cerebro para encontrar nuevas relaciones constantemente debe correlacionar la información de diferentes fuentes. Esta demanda de energía significa que hay un límite a la información que puede procesar. »
Otros científicos afirman que el «cableado» del cerebro con una red de fibras que unen las diferentes áreas entre sí no puede ser mejor.
Han encontrado que las personas más inteligentes tienen el mejor cableado, con los mensajes transmitidos muy rápidamente entre las diferentes partes del cerebro.
Pero los científicos afirman que el cableado necesita grandes cantidades de energía para ser más eficientes. Al igual que antes, dicen que es imposible para los seres humanos proporcionarleéesta, por lo tanto no podemos ser más inteligentes.
Ed Bullmore, profesor de psiquiatría de Cambridge, especialista en imágenes del cerebro, midió la eficiencia con que las diferentes partes del cerebro se comunican entre sí. Encontró impulsos más rápidos en su recorrido en la gente más inteligente y más lento en los que eran menos inteligentes.
Afirmó: «la integración de las redes del cerebro parece estar asociado con el cociente intelectual.
«Se paga un precio por la inteligencia. Ser cada vez más inteligente significa mejorar las conexiones entre diferentes áreas del cerebro, pero esto sucede en límites estrictos en materia de energía, junto con el espacio para el cableado.
Martijn van den Heuvel, profesor asistente de psiquiatría en el Centro Médico de Utrecht en Holanda, también estudia cómo las diferencias en el cableado del cerebro humano afectan el cociente intelectual, dijo: «El aumento de la potencia del cerebro tendría un aumento desproporcionado del consumo de energía. «Es arriesgado predecir el futuro lejano, pero está claro que hay serias restricciones a la inteligencia.»
Por primera vez en la historia, el escáner de la actividad del cerebro de un presunto asesino, obtenido por resonancia magnética funcional, ha sido utilizado como evidencia en un juicio. Los abogados defensores de Brian Dugan, acusado de raptar y matar a una niña de 10 años en 1983, usaron las neuroimágenes para demostrar que su cliente padecía una psicopatía que le impedía controlar su comportamiento, intentando evitar así la pena de muerte.
El neurocientífico Kent Kiehl, de la Universidad de Nuevo México, fue el encargado de llevar a cabo la investigación en la prisión, donde sometieron al presunto asesino a varios escáneres de la actividad cerebral mientras realizaba diferentes tareas, entre ellas algunos tests que valoraban su capacidad de razonamiento moral. A pesar de que su cerebro mostraba anomalías similares a las detectadas en otros psicópatas, Kiehl asegura que el escáner «no prueba que Duan cometiera los crímenes como resultado de una anormalidad cerebral». “Sólo sabemos que su cerebro es diferente”, puntualiza. A esto hay que añadir que, según Jonathan Brodie, un psiquiatra de Nueva York que fue llamado como testigo durante el juicio, “una resonancia hecha en septiembre de 2009 para esclarecer un proceso mental que se produjo en 1983 tiene poco sentido”.
Aunque finalmente Dugan fue condenado a pena de muerte, los expertos aseguran que el escáner tuvo repercusión, ya que el jurado deliberó durante más de diez horas antes de llegar a un veredicto unánime. “Sin la imagen cerebral hubieran vuelto en una hora”, ha asegurado el abogado defensor Steve Greenberg.
Fuente: muyinteresante
Científicos de Londres dicen haber descubierto un mecanismo para comprender por qué algunas personas se convierten en psicópatas.
El estudio, realizado en pacientes psiquiátricos, concluye que esta patología se debe a que existe una comunicación imprevisible entre dos partes del cerebro.
Julian Siddle, periodista de ciencia de la BBC, explica que el detonante del comportamiento psicópata es una comunicación defectuosa entre la parte del cerebro relacionada a las emociones, el miedo y la agresividad y otra parte encargada de la toma de decisiones.
El Dr. Michael Craig, del Instituto de Psiquiatría del King’s College de Londres, quien dirigió el estudio, dijo a la BBC que la interferencia entre estas dos partes del cerebro es comparable a transitar por una carretera en mal estado.
«Las conexiones en el cerebro del psicópata, o las ‘carreteras’, no están tan bien construidas como las de una persona que no lo es. Es como si la ‘carretera’ del psicópata tuviera más baches y estuviera peor mantenida que la de una persona que no padece la psicopatía».
Craig dice que ese trastorno por sí solo no basta para diagnosticar la psicopatía, pues puede tratarse de otro desorden psíquico, pero contribuye a explicarlo.
El resultado final es, entonces, que esta característica del cerebro no es necesariamente producto de una psicopatía sino de un fenómeno que se presenta en los psicópatas y no en las personas que no padecen esta enfermedad.
Los científicos del King’s College observaron la actividad cerebral de nueve pacientes psiquiátricos que cumplían condenas por delitos como violaciones u homicidios.
Aunque se trata de un estudio pequeño, esto podría tener implicaciones relacionadas a la toma de decisiones en el sistema de justicia penal, especialmente a la hora de estudiar si un criminal puede reincidir.
Fuente: BBC MUNDO