José Laparra, expresidente del Club Deportivo Castellón que aparece vinculado en la trama Gürtel, pagó 165000 euros a una «echadora de cartas» que vive en Magallón para que, mediante un conjuro amoroso, consiguiera que una mujer por la que sentía una verdadera pasión se enamorara de él. Pero el hechizo falló, no se produjo el flechazo, y el pasado miércoles Laparra, que se sentía estafado, se presentó junto con otras cuatro personas en el domicilio de la adivina para exigir la devolución del dinero.
El padre de la tarotista les abrió la puerta, pero su hija tuvo tiempo de avisar al 112, que a su vez movilizó a la Guardia Civil y varios agentes detuvieron en pocos minutos a los intrusos.
La Guardia Civil incautó en torno a 140000 euros, y la entregó al juez del caso, por si considera que puede haber un delito fiscal por parte de la adivina. El dinero, recogido en un fajo, estaba envuelto en papel de periódico. «No hubo violencia ni intimidación y el padre de la tarotista les facilitó el dinero que le pedían», manifestó el abogado defensor de cuatro de los detenidos, José Palacín.
El abogado explicó que los agentes intervinieron una pistola simulada que hallaron al registrar el bolso de la única mujer que intervino en el asalto. «En ningún momento apuntó con ella», subrayó.
La repentina entrada de la Benemérita en la casa de la echadora de cartas hizo que Laparra, que padece problemas coronarios, sufriera una crisis de ansiedad, por lo que fue trasladado al hospital Clínico de Zaragoza, donde recibió el alta tras ser examinado en Urgencias.
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