Dos personas han muerto acuchilladas en una tienda de IKEA en la ciudad sueca de Vesterós (a una hora de distancia de la capital del país, Estocolmo). Al parecer, el suceso tuvo lugar a las 13:00 (hora local) en el centro comercial de Erikslund. Allí, un hombre atacó con un cuchillo a dos hombres y a una mujer.
Un portavoz de la policía ha confirmado que un hombre y la mujer han fallecido tras las heridas ocasionadas con este cuchillo. El otro hombre, de 35 años de edad, fue trasladada urgentemente a un hospital cercano donde le han intervenido de sus heridas. Se tratan de “clientes ordinarios” y seguro que esto marcará un antes y un después en la seguridad de este tipo de tiendas.
Tal y como ha asegurado el diario local VLT. el doble homicidio ha tenido lugar en la sección de accesorios de cocina. Obviamente, se trata de un caso aislado, pero seguro que la compañía estudiará tomar medidas para poder reforzar la seguridad de sus centros y proteger a los clientes de posibles lunáticos que puedan utilizar este tipo de armas blancas.
Un joven ladrón mira con nostalgia un gran cuchillo en unos almacenes en EE.UU:.Este cuchillo destaca sobre otros en el expositor. Un cuchillo de esta magnitud debía haber sido diseñado para competir con búfalos.
De pronto el ladrón debe se ve como un macho con el cuchillo atado a la cadera paseando por la calle. Cubierto a su alrededor con una piel de búfalo, los cuernos en su casco, como los vikingos, el guerrero! Estos delirios de grandeza, junto con la falta de dinero y carencia de sentido común, lo llevaron a hurtarlo de la vitrina y salir de los almacenes. El cuchillo se resbaló dentro de la parte delantera de sus pantalones. Al parecer, su sentido común se había esfumado.
Recuerde, dos de los mayores atributos del cuchillo eran su longitud y su filo: dos atributos que nadie en su sano juicio quiere tener en la parte delantera de sus pantalones. Y cuando el muchacho corrió para escapar con su premio, sufrió cortes por debajo del cinturón.
Para abreviar una larga historia, el muchacho terminó en el aseo de un restaurante cercano, goteando sangre por la pierna. La policía fue llamada y el muchacho confesó. Afortunadamente, terminó el herido con más vergüenza que gravedad, con sólo unos cortes. Pero una gran porción de su ego se había perdido.
Fuente: darwin awards
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