El presunto delincuente compra gran cantidad de portátiles, routers, etc. Dice que se los facturen a nombre de su empresa y que ésta se lo pagará ipso facto en cuanto les llegue la factura al banco.
Como ya había estafado a muchos dueños de tiendas de informática, en ésta estaban preparados y con la Ertzainza lista para actuar.
El resto creo que se ve y se entiende.
En el historial del delincuente sexual encontramos datos que nos hablan de desintegración familiar, ausencia de supervisión por las figuras de autoridad, carencia de afecto y cuidados. En general, suelen ser infancias rodeadas de condiciones poco favorables.
Las dificultades que encuentra para integrarse socialmente vienen de la mano de su falta de seguridad y afecto. Estas carencias marcarán unas características típicas en este tipo de delincuentes: su carácter sádico y dominante. Las necesidades y deseos emocionales que experimentan suelen encontrarse en la base de su tendencia a cometer delitos.
Suelen mostrar una gran inseguridad, lo que se traduce en comportamientos tímidos, inhibidos y retraídos, lo que dificulta la comunicación interpersonal, los vuelve desconfiados y carentes de afecto a lo largo de todo su desarrollo.
Los pensamientos que les dominan suelen ser del tipo obsesivo de contenido sexual. La comunicación que mantiene con su entorno tiende a ser infantil, con numerosas carencias en el plano verbal. El contenido del lenguaje es pobre o, por el contrario, con gran riqueza de detalles.
Padecen graves trastornos de la afectividad por los conflictos sexuales que experimentan. Son personas dependientes, con una baja autoestima y elevada angustia. La angustia experimentada proviene del intento de controlar sus impulsos sexuales y no poder hacerlo. Existe alteración de la conciencia y tiene tendencia a negar sus conflictos y sus comportamientos asociales y agresivos. Como estrategia para disminuir sus sentimientos de culpa atribuye el ataque sexual a su víctima. La atención y la percepción se encuentran fuertemente influida por el contenido sexual de los problemas que padece.
La inteligencia suele ser inferior a la normal, aunque no hablamos de personas con retraso mental.
Pobre e inestable adaptación a la realidad y profunda dificultad para mantener relaciones afectivas estables.
Con el paso de los años se va produciendo un deterioro progresivo de los valores morales y sociales, lo que va acentuando su peligrosidad.
Fuente: Psicología Policial
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Enlaces de interés:
Me ha llegado una de esas presentaciones en
cadena, pero nada que ver con esas del tipo “sé feliz, es gratis”. Se
trata de una que recoge el decálogo que ha escrito un juez de menores
en su libro.
El juez granadino Emilio Calatayud, conocido por sus sentencias de
marcado estilo educativo y que ya llegó a la fama tras la difusión
masiva de dos vídeos (éste y éste) de una de sus conferencias, escribe en Reflexiones de un juez de menores las siguentes “normas” extraidas de su experiencia:
Podrá gustar más o menos, pero hay que reconocer que da que pensar un rato.
Emilio Calatayud,
Juez de Menores de Granada.
El ciudadano chileno José Manuel G.C. se comió las yemas de los diez dedos de las manos para dificultar su identificación cuando fue detenido por la Policía Nacional de Cantabria, ya que tiene reclamaciones judiciales por delitos en Burgos y Barcelona.
A José Manuel G.C., de 43 años de edad y en situación irregular en España, se le relaciona con 25 hurtos cometidos a ancianos, diez de los cuales están denunciados en Santander, 13 en Burgos y dos en Barcelona.s
La Brigada de la Policía Judicial de Cantabria venía investigando una serie de hurtos cometidos desde el pasado mes de febrero en Santander, cometidos sobre todo a mujeres mayores, cuando éstas acababan de sacar dinero de un barco.Las investigaciones también apuntaban al sospechoso en los robos cometidos a ancianos, a los que abordaba en ascensores o portales para robarles.
El perfil del sospechoso era de un hombre de entre 40-50 años de edad, bien vestido, moreno y con entradas, actuando siempre en el centro de Santander, durante los días primeros o últimos de mes, cuando se cobran las pensiones.
El dispositivo policial dio fruto la mañana del pasado 27 de abril, cuando detectaron al sospechoso, al que ven que entra en un banco de Marqués de la Hermida, de donde sale a continuación.
Entonces, entró en un supermercado cercano, comenzando a vigilar a «las mujeres de más edad».
El sospechoso, una vez trasladado a la jefatura policial, se mordió los diez dedos, si bien se le identificó, comprobándose que era buscado por las Policías de Burgos y Barcelona.
José Manuel G.C. tiene catorce detenciones (hurtos, robos, con violencia, resistencia y reclamaciones judiciales), con una orden de expulsión de España dictada por la Delegación del Gobierno en Barcelona en 2001.Concretamente, en Santander robó un total de 9.500 euros a diez víctimas, todas mayores de edad, mediante el truco de que le sujetaran algo y aprovechar para robarle, si se trataba de un hombre, o de quitarle el dinero directamente en un supermercado, tras haber salido la víctima de un banco a por dinero, si era una mujer.
Tras delinquir en Barcelona y en Burgos, durante el pasado año, y empezar a estar ‘quemado’, a primeros de año se trasladó a Santander, para continuar su presumible ristra de hurtos.
La investigación policial continúa abierta para determinar la implicación el detenido en otros hechos delictivos, ya que se le considera un delincuente «de alta profesionalidad, especialista en hurtos».
Fuente: 20minutos.es
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