Tras llegar a casa después de un duro día de trabajo, el agente de policía Paul Sugar, dispuso la cena y el material que no había terminado de leer en la oficina al lado del ordenador. No quiso empezar a trabajar sin evocar una de sus canciones favoritas como cada noche: Obladi Oblada. Inconfundible.
Paul turna su atención entre la página web que está viendo y el recuerdo de su recién fallecido padre mientras le regalaba ese gran disco que tanto quería: «Hijo mío, ya eres un hombrecito. Con 10 años y dejas de ser un niño; es bueno que te regale esa música que tanto deseas…». Lo cierto es que parece increíble, su décimo cumpleaños fue el mismo día que la fecha del lanzamiento de ese disco. Muchas veces aún se pregunta como pudo su progenitor hacerse con ese LP ni bien salió a la venta; «debe haber amanecido en la puerta de la casa de música» reflexiona Mr. Sugar.
Se centra nuevamente en la pantalla. Como buen detective que es, siempre le gustaron los problemas de lógica e ingenio y sospechaba que esa página podía llegar a resultarle más que interesante. Mira detenidamente los enlaces ¿quién será este? se pregunta mientras dirige el ratón hacía el link y hace click. Lee una línea y ve esa frase, la misma que él mismo usa como presentación para cada nuevo cliente. Lo malo de la vida como jefe de policía es que no son solo amigos lo que se cosechan, sino también un nutrido grupo de enemigos.
Observa y analiza la página detenidamente. Pronto descubre una fuente de letra que tiene otro color distinto a las demás «Uhmm… ¿Será un enlace?», se pregunta. Para averiguarlo hace click en el vínculo. Para su sorpresa y alivio de su ego, el enlace lleva a una nueva web en la que se lee lo siguiente:
«Si Usted ha llegado hasta aqui es porque es tan inteligente como cree. Pero le aviso que no le agradara haber sospechado la existencia de este mensaje.
Usted ya me conoce, y tal vez sea tarde cuando descubra quien soy.
¿Continúa en su poder ese viejo disco que siempre escuchaba? Al respecto, ayer se cumplió otro aniversario, y me acordé de Usted.
Por eso hoy decidí instalar aqui este mensaje, aunque por lo que me costó conectarme con este sitio, se ve que he elegido la peor época para ello, el peor día y el peor horario. En este momento Usted debe estar por acostarse, y yo todavia no cene.
Cuando lo haga, prometo brindar a su salud en esta primaveral noche. ¿Hace frio por alli? ¿Observó que nuestros respectivos compatriotas estan entre los que mas visitan este sitio?
Y ahora vamos a lo nuestro:
A PARTIR DE ESTE MOMENTO, CUANDO TRANSCURRAN EXACTAMENTE TANTAS SEMANAS COMO AÑOS USTED TENIA AL RECIBIR ESE DISCO, VOY A ASESINARLO.
Un viejo enemigo que no olvida.»
Paul terminó de leer el mensaje y supo que no era mentira. La amenaza era completamente seria. No apartó la mirada del ordenador. No dejaba de pensar y darle vueltas a quién podría ser su agresor, pero tan solo le venían a la cabeza un puñado de sospechosos y lo cierto es que ninguno le convencía del todo.
Lee y vuelve a leer el mensaje, una vez tras otra para intentar descifrar las fechas. Da a la fecha de retroceso y vuelve a la web inicial a buscar más indicios. En ese momento tiene una corazonada: hace clic en un link, lo mira con atención y parece que todo empieza a aclararse. Cuenta las semanas en su calendario de mesa y entiende en ese momento que la amenaza se cumplirá esa misma noche.
Recuerda la frase que había leído en la amenaza: «en este momento Usted debe estar por acostarse». La sentencia se cumpliría de un momento a otro. Para su sorpresa (y la satisfacción de su ego), en ese momento confirma que sus deducciones son ciertas al notar el cañón del frío revólver que se apoya en un lado de su cuello. Antes de cerrar los ojos para siempre, tiene tiempo de pensar una cosa más: «al menos podré preguntarle a mi padre cómo lo hizo para conseguir ese disco…».
Y ahora las preguntas:
¿En qué fecha el asesino instaló la amenaza en la web?
¿Cuándo fue asesinado el policía Paul Sugar?
¿A qué edad fue asesinado Mr. Sugar.?
¿De qué nacionalidad era cada uno?
Solución en: Juguemos a los detectives
Los detectives privados llevan a cabo funciones de protección de mujeres víctimas de la violencia de género que corresponden a los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, con lo que cometen un «claro intrusismo profesional», según Ana Isabel Pérez Machío, del Instituto Vasco de Criminología.
Pérez Machío, que participa en el curso «Investigación privada y violencia doméstica» de los cursos de verano de San Sebastián, ha explicado que a raíz de la Ley orgánica 1/2004 de prevención y protección de las víctimas de violencia de género se propuso una mayor intervención en la adopción de medidas de seguridad para las víctimas a través de la figura del detective privado.
Según la ley de seguridad privada, éstos están «únicamente» habilitados para la investigación de delitos privados, pero las lesiones, coacciones y las amenazas entre otros son «delitos públicos».
La Asociación Española de Detectives Privados (AEDP) planteó en el año 2003 la inclusión de un precepto en la Ley 1/2004 para que se regule la figura del «detective de oficio», iniciativa que parte de un informe de CGPJ del año 2001 para introducir la figura del «agente controlador», en la que proponían a policías judiciales preparados para controlar el cumplimiento de las medidas de alejamiento impuestas en las sentencias.
Pérez Machío asegura que la AEDP hace una interpretación «teleológica» de la Ley de Enjuiciamiento Criminal para proponer que los detectives sean estos agentes controladores.
Sin embargo, esta legitimación no es posible por la interpretación errónea que hace la AEDP de la Ley de Enjuiciamiento Criminal y por las funciones que se les atribuye a los detectives privados en su propia normativa, la ley 23/1992 de Seguridad privada, según Pérez Machío.
De esta manera se está encargando la protección de estas víctimas a profesionales que no tienen licencia para llevar armas -a no ser que sean particulares- ni obligación de estar instruidos en defensa personal, por lo que lo único que pueden hacer para no incurrir en una infracción es avisar a las fuerzas de seguridad del Estado, como cualquier particular.
Explica la profesora que hay que «evitar extralimitarse» en las competencias asignadas por ley como forma de lavar la cara a una profesión que no tiene una «consideración social positiva».
Fuente: adn.es
Bajo licencia Creative Commons
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Enlaces de interés:
– Concepto de víctima. Licenciatura Criminologia. UMU
– La violencia de género sólo es del hombre sobre la mujer
– Apuntes Derecho Penal I. Licenciatura Criminología. UMU
– Apuntes Derecho Penal II. Licenciatura Criminología. UMU
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Hoy hace 150 años del nacimiento de Arthur Conan Doyle (1859-1930), más conocido, por mucho que le pesara, por ser el padre literario de Sherlock Holmes. Y es que las cuatro novelas y los 56 relatos cortos que escribió sobre la figura del investigador fueron los que realmente lo encumbraron como escritor, a pesar de su preferencia por otros géneros.
En diversos momentos Conan Doyle admitió sentirse un tanto ensombrecido por el personaje que él mismo había creado y que lo alejaba de temas que le resultaban más atractivos, como la novela histórica o las narraciones de ciencia ficción protagonizadas por el profesor Challenger. En cierta ocasión comentó: He tenido tanta sobredosis de él, que me sienta como el paté de foie gras. Sigue leyendo
Las visitas a administradores de otras compañías; las idas y venidas con el coche de la empresa; y, también, el cubo de la basura. Estos son algunos de los espacios privados que, durante cinco meses, mantuvieron ocupado a un detective al que una compañía ordenó el seguimiento de un empleado. Pero su labor sirvió para poco; el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) acaba de señalar en un fallo que esta actuación es ?excesiva? y ?vulnera los derechos del trabajador?.
Los límites de actuación de los espías tienen un largo recorrido en la doctrina española. La importancia del fallo (del 5 de febrero) radica en que “el Tribunal aporta una gran claridad expositiva” al detallar los límites de los inspectores, explica Jesús Domingo, experto laboralista socio de Ernst &Young Abogados.
La sentencia recuerda que la actuación de los detectives privados debe estar marcada por el triple principio marcado por el Tribunal Constitucional de “proporcionalidad, idoneidad y necesidad”, una máxima que ahora el TSJM traslada al ámbito empresarial.
Según Domingo, la proporcionalidad se entiende aquí en que “el seguimiento al trabajador debe durar tan sólo hasta que se tenga un conocimiento cabal, pleno y suficiente de los hechos imputados”. Respecto a este punto, la sentencia revela que el espionaje no se interrumpió tras conocerse el supuesto delito de violación de confidencialidad. Además, para desvelar ese comportamiento “el uso de los detectives debe ser un medio idóneo, de forma que si existen otros menos invasivos de la intimidad de los trabajadores, deberían respetarse primero”. Precisamente, es en este punto donde el Tribunal Superior madrileño carga contra la demandante.
Argumenta que la compañía disponía de “otros medios eficaces para controlar [al empleado], como exigirle los reportes de actividad con mayor insistencia” o “llamándole al orden”, en los casos de faltas injustificadas. Al margen de estas cautelas, la sentencia subraya que la prueba testifical del espía “es un medio todavía más perverso que los aparatos de escucha o dispositivos ópticos, porque carece de objetividad y no es imparcial”, al actuar “por órdenes del cliente”.
Es decir, “como verdaderos ojos y oídos del empresario”, que se lanza a husmear lo que hace un trabajador las 24 horas. Y he aquí el segundo argumento de reproche. El fallo dice que “la actividad fuera del centro de trabajo, pertenece a la esfera de la vida privada del trabajador, aun cuando se desarrolle en espacios públicos”.
Fuente: Expansion.com
«Un padre estaría dispuesto a hacer todo por la educación de sus hijos». Así opina José Miguel Iglesias, propietario de la agencia sevillana Rausa y Rausa Detectives, que en los últimos años ha encontrado una vía de negocio en los fraudes que algunos padres cometen para conseguir plaza en el colegio que quieren para su hijo. Iglesias ha visto de todo en lo que a tretas para escolarizar a los niños se refiere.
Para demostrar que otras familias mienten, los padres cuyos hijos no han podido entrar en el colegio deseado tienen un plazo de 10 días -que terminó ayer-, para recurrir ante el centro. A partir del 7 de mayo pueden presentar alegaciones por la vía administrativa ante la Junta de Andalucía. Ésta tendrá tres meses para responder. Pasado ese tiempo, y si el dictamen no es favorable, las familias pueden utilizar la vía judicial.
En Sevilla, como en otras ciudades andaluzas, la escolarización se ha convertido en una competición en la que las reglas no siempre se acatan. Los centros con más demanda que oferta se enfrentan cada año a más disputas y fraudes. «La filosofía es: si tiro de los que están arriba, consigo que mi niño entre», explica Iglesias.
En este periodo, cada vez más padres recurren a abogados y, si es necesario, contratan a detectives para demostrar si los datos aportados por los alumnos admitidos son ciertos o no. Diego Laffón es uno de los abogados sevillanos con más tablas en este campo: «He trabajado en colegios concertados de toda la provincia, pues es en este tipo de centros donde más casos se producen, sobre todo desde hace unos cinco años», explica. La causa, en su opinión, es que las plazas ofertadas en estas escuelas son insuficientes y que los centros ya no pueden ampliar a su criterio el número de alumnos: «Puedo llegar a ocuparme de una treintena de casos cada año», añade.
Uno de los nuevos problemas este año deriva de que el nuevo sistema de baremos de la Junta de Andalucía prima a los hijos de familias monoparentales: «No se concreta qué es. Se supone que un hijo de divorciados está en esta situación, así que la gente se acoge al divorcio para optar a más puntos», explica Laffón. Los colegios, según este abogado, deben exigir la sentencia firme de divorcio y el libro de familia. «Aún no hemos visto los expedientes, pero hay muchos casos de familias monoparentales y aún no sabemos por qué», apostilla.
K. B Pedregal es uno de los despachos de detectives que investiga estos fraudes en Sevilla. «Todos los años pasa. Sobre todo, en colegios de infantil y primaria y en guarderías públicas», comenta Benito, detective en esta agencia. Según explica, la dirección del centro colabora a veces en la investigación.
Manuela Martín es la propietaria de Manel Detectives, también en la capital andaluza: «Aportamos varias pruebas: se hacen fotografías, por ejemplo, si los padres dicen que viven en un sitio y no es así, o si dicen que están divorciados y cohabitan, o salen juntos todos los días; también hablamos con los vecinos, verificamos matrículas, escrituras, datos de registro de la propiedad; en definitiva, aportamos todo lo que pueda valer para demostrar el fraude», explica Martín, quien también acude a los juicios a testificar.
El precio de las investigaciones oscila entre los 500 y los 2.000 euros. «Un solo caso de este tipo podría costar unos 600 euros. Por eso, muchas veces, los padres se unen para afrontar los gastos en común», explica José Miguel Iglesias. La dedicación habitual a estas investigaciones no excede, según los investigadores, de una semana. «Yo he llegado a estar 39 horas sin dormir para seguir a alguien, pero he conseguido las pruebas», concluye Iglesias.
Fuente: El País PILAR CHOZA – Sevilla – 24/04/2007