Este 10 de octubre, como las desgracias y las penurias son muchas y casi no quedan días del calendario, se celebran dos días mundiales: El Dia Mundial contra la pena de muerte y el Dia Mundial de la salud mental .
Es hasta posible que no sea una casualidad. La pena de muerte tiene muchos componentes de trastorno mental individual y colectivo. Aparte de ser una antigualla y una crueldad, que no resuelve nada, hace falta estar muy mal de la cabeza para utilizar una solución tan salvaje para tratar un problema: el posible crimen que haya cometido el reo. Que, a su vez, aparte de perversidades, porque también hay gente mala, lo más probable es que fuera una locura. Como solución la pena de muerte no hace más que admitir que no es tal. No remedia nada. Ni siquiera es un buen tratamiento para la angustia de los agraviados por el crimen que se pretenda castigar y la venganza se puede muy bien considerar un trastorno obsesivo.
Y no digamos lo que representa cuando la pena de muerte se aplica a menores. Con ella se mata no a lo que ha pasado, ni a lo que en aquel presente pueda representar el reo, sino algo que, simplemente, no es de nadie: el futuro. O sea que todo junto es una cosa de locos.
Es es un día para compadecerse de la escasa salud mental que aflige a los que defienden y practican la pena de muerte.
Fuente: Pediatría Social
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