Hace unos días el obispo Andrea Gemma, experto en exorcismos, apareció en el programa «Vade retro» en un canal italiano para explicar cómo expulsaba a los demonios que poseían a almas inocentes. Hasta ahí todo iba según el guión, pero el sacerdote fue más allá.
Para describir a alguien «endemoniado» dijo: «Un poseído se convierte, me explico, en algo parecido a un Down. Se convierte en un monstruo que araña». Y como si esto no bastara, continuó explicando el caso de un adolescente que sometió a un ritual para expulsar la entidad maligna de su cuerpo.
«Cuando el demonio decidió manifestarse delante de mí este muchacho había cambiado en su comportamiento como si fuera un chico de estos, impedidos, que hacen gestos sin sentido», agregó.
Sus palabras levantaron ampolla y un grupo de 52 padres con hijos que padecen este trastorno genético le exigieron disculpas al prelado. Incluso, en una carta lo invitaron a «pasar un poco de su precioso tiempo con chicos con discapacidad intelectual» para que los conozca y de paso, exorcice sus prejuicios.