Algunos titulares «discutibles»:
En realidad está muy bien probada la existencia de grandes cantidades de ADN basura en los genomas de los seres vivos de todo tipo (hasta en las bacterias). Los trabajos recién publicados a los que se hace referencia en esas noticias no han tirado por tierra este «concepto» del ADN basura, ni sus autores lo han afirmado en esos trabajos.
En el blog el Paleo Freak dan respuesta a diversas preguntas sobre este tema de actualidad
¿Qué es el ADN basura?
Aunque no hay una definición perfectamente consensuada, en general se entiende que el ADN basura es aquel que no tiene ninguna función biológica, que existe en el genoma sin aportar características ventajosas o útiles al organismo portador, y cuya acumulación es tolerada hasta cierto punto. Puede incluir, por ejemplo, restos de antiguos genes que se han degradado o restos de secuencias de origen «parasitario» (inserciones de virus, transposones defectivos, etc.).
¿Es lo mismo ADN basura que ADN no codificante?
No. El ADN no codificante es toda secuencia de ADN que no codifica (no sirve para especificar) la secuencia de una proteína. A veces se dice que es el ADN que no consiste en genes (aunque podríamos discutir durante horas la definición de gen). Se sabe desde hace mucho tiempo que el ADN no codificante puede tener diversas funciones, como por ejemplo regular la producción de las proteínas. Es un error llamar «ADN basura» a todo el ADN no codificante, o en general a las secuencias que no conocemos bien. Sin embargo, está bien probado que gran parte del ADN no codificante es realmente ADN basura.
¿No será que el ADN basura tiene una función, pero no la conocemos?
Partiendo de la teoría evolutiva y del conocimiento acumulado hasta ahora sobre genética y genómica, parece muy improbable (por no decir imposible) que todo el ADN tenga una función, porque eso implicaría que existe un mecanismo misterioso que inmediatamente le «encuentra» una utilidad a todas y cada una de las secuencias que se desactivan por mutaciones o que aparecen como consecuencia de transposiciones e infecciones. También es prácticamente imposible que la selección natural elimine cualquier secuencia inútil que aparezca en un genoma, ya que su coste energético y por tanto su influencia en el número de hijos del individuo va a ser despreciable (especialmente en un ser vivo tan enorme como un humano). Solo cuando la acumulación de estas secuencias «se sale de madre» y comienza a suponer una desventaja, la selección natural empezará a «sacar la basura». Estos argumentos teóricos, y otros más largos y difíciles de explicar, hacen inevitable la existencia del ADN sin función en los genomas, especialmente en los genomas grandes. Pero además, experimentalmente se comprueba que hay secuencias que evolucionan como cabría esperar si no tuvieran función y resultaran «invisibles» a la selección natural.
¿Por qué este malentendido es nefasto para la lucha contra el creacionismo?
Porque los creacionistas niegan la existencia del ADN basura ya que, según ellos Dios, ha diseñado los sistemas biológicos, y no es digno de Dios ponerse a crear basura en el genoma. Los creacionistas llevan años publicando artículos tóxicos y desinformativos sobre la investigación del ADN no codificante. Los titulares del principio de este post suponen un triunfo estratégico para ellos.
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