Un nuevo paso hacia la dignidad. Un tribunal de El Cairo, prohibió a la Junta Militar que se practiquen pruebas de virginidad a las mujeres que están bajo detención. Decenas de personas se congregaron en el juzgado y celebraron el veredicto con gritos de alegría y el lema El pueblo quiso y triunfó!.
Tras la prueba, las mujeres eran acusadas de prostitución.La sentencia es fruto del coraje de dos de las mujeres agredidas, Samira y Maha, que desafiando el oprobio que conllevan los abusos sexuales en Egipto, decidieron denunciar a la Junta Militar. Éstas fueron detenidas en marzo por participar en una sentada y, durante su arresto, personal militar las sometió a la fuerza a un examen para comprobar si seguían siendo vírgenes.
El caso suscitó gran escándalo en el conservador Egipto y también en el extranjero. Amnistía Internacional se hizo eco de los testimonios de algunas detenidas y denunció que al menos 18 mujeres fueron detenidas, golpeadas y sometidas a descargas eléctricas. Un general admitió que se habían practicado estas pruebas, y lo justificó con el argumento de que las jóvenes habían dormido en tiendas de campaña con varones.