Juan Carlos I ‘King of the road‘. Ante los ataques de la horda de zombies-rojos-separatistas-republicanos-poco-emprendedores-que-quieren-romper-españa, la DGT se ha visto obligada a destapar el pastel. La imagen de “Su Majoestad” propinando un crochet al conductor de su coche oficial no fue «la típica reprimenda borbónica al estilo Felipe V», como apuntaba ERC, ni el «acto heroico mediante el cual de un certero y quirúrgico puñetazo el monarca le extirpaba a su vasallo-chófer un bulto feo que le había detectado en el brazo salvándole así la vida», como apuntaba el ABC. En su lugar, se trataba de una campaña viral encubierta de la DGT llamada Aparca bien o vendrá el Rey y te ahostiará.
Cada vez que la DGT detecte un coche aparcado en una zona prohibida, el monarca se desplazará hasta el lugar de la infracción y, de manera desinteresada, le propinará al conductor «una lluvia de puños como yunques que no podrá olvidar ni en un millón de años» según la propia Dirección de Tráfico.
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