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ETA

Los delitos de terrorismo con víctimas mortales no prescribirán

El proyecto de reforma del Código Penal recogerá una mención expresa a la imprescriptibilidad de los delitos de terrorismo en caso de que haya habido alguna víctima mortal. La medida pretende poner fin a casos como el del etarra Juan Antonio Zurutuza, juzgado esta semana en la Audiencia Nacional por dos asesinatos cometidos en los ochenta, pese a que su carrera delictiva sumaba otros cuatro delitos de sangre que ya habían prescrito porque habían pasado veinte años desde que fueron cometidos.

La innovación se refiere al artículo 133.2 del citado proyecto, que recoge textualmente que «las penas impuestas por los delitos de lesa humanidad y de genocidio y por los delitos contra las personas y bienes protegidos en caso de conflicto armado (…) no prescribirán en ningún caso. Tampoco lo harán las penas impuestas por delitos de terrorismo, si estos hubieran causado la muerte de una persona», se refleja en la reforma remitida por el Ministerio de Justicia al Congreso de los Diputados.

Esta iniciativa permitirá que no se den casos como el del que fuera líder de los Comandos Autónomos Anticapitalistas, Juan Antonio Zurutuza, quien fue juzgado esta semana en la Audiencia por los asesinatos del delegado de Telefónica en Guipúzcoa, Enrique Cuesta, y el de su escolta Antonio Gómez, por los que la Fiscalía pide 30 años de prisión.

Fue la única causa por la que podrá ser juzgado, ya que el resto -otras diez, que incluyen atracos, secuestros y cuatro asesinatos- se han considerado prescritas porque han pasado 20 años sin que haya habido procesos que interrumpieran la prescripción.

Fuente: [Enlace bloqueado por la Tasa española AEDE]

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Enlaces de interés:

–  Asignatura Derecho Penal I.  Licenciatura en Criminología. UMU

–  Asignatura Derecho Penal II.  Licenciatura en Criminología. UMU

–  Una Plataforma de juristas dice que ya hay “cadena perpetua” en España y se aplica más a otros delitos que al terrorismo

–  Talibanes lavan el cerebro a niños con imágenes de vírgenes

–  El Código Penal se endurece para la corrupción y los delitos sexuales

–  Los crímenes de bandas neonazis serán considerados en la práctica como delitos de terrorismo en España

Teorías de la conspiración

Seguramente debido a nuestro carácter contingente, los humanos tenemos una irremediable tendencia a montarnos mitos y leyendas -son la base de los nacionalismos y las religiones, las dos mayores causas de defunciones violentas desde que el hombre es hombre; ya por separado son muy peligrosas, pero cuando actúan sinérgicamente son letales, como han experimentado, no hace demasiado tiempo, en los Balcanes- para darle sentido a nuestra existencia. Una forma menor de esta costumbre son las “teorías de la conspiración”, que a veces han dado mucho juego -el «Protocolo de los sabios de Sión», por ejemplo, está en la base del Holocausto-, aunque la mayoría quedan en total evidencia en poco tiempo. Ejemplos recientes de ellas, tanto en España como fuera, tenemos muchas, unas más patéticas que otras: la de que ningún avión había impactado realmente contra el Pentágono el 11-S dio bastante juego, y le produjo al que la convirtió en libro pingües ganancias; sobre ese mismo acontecimiento, todos hemos leído escritos que «demostraban» que lo había montado el Mosad previa llamada a todos los judíos que trabajaban en las Torres Gemelas para que nadie de esa colectividad apareciera por allí aquella mañana.

A nivel nacional, es famosa la de la implicación de ETA en el 11-M, tesis inventada por el equipo de asesores de Aznar y Acebes para ganar las elecciones tres días después, que todavía, pese a todas las sentencias y pruebas, produce titulares en diarios presuntamente serios, o la más jocosa y reciente, esa que se han montado entre Hermann Tertsch y su jefa de Telemadrid, la Aguirre, según la cual el percance sufrido por el melenudo periodista, a pesar de la contundentes conclusiones en sentido contrario de las investigaciones policiales, no fue consecuencia de una pelea de borrachos en un bar de copas de Chueca a las seis de la mañana sino un caso de agresión política inducida por un avieso humorista de izquierdas.
Y, ahora, el colmo: una mente fértil lanza la idea, y destacados voceros, con el logorréico Chávez a la cabeza, difunden a los cuatro vientos que el terremoto de Haití no tiene causas naturales sino que es el resultado de una tecnología criminal puesta en marcha por los Estados Unidos; no sólo eso: también los disturbios provocados por grupos armados, que dificultan o imposibilitan la recuperación de los cuerpos y la distribución de las ayudas foráneas, estarían dirigidos por los servicios de inteligencia norteamericanos, facilitando la excusa necesaria para invadir militarmente Haití y permanecer allí, no sé muy bien con qué finalidad, para los restos. Digo yo que si los USA disponen de esa tecnología, ¿por qué no utilizarla en la propia Venezuela o en Irán, por poner dos países cuyos dirigentes molestan realmente a los norteamericanos, y no en una isla políticamente irrelevante, antes y después del terremoto?

Autor: Jesús Galindo

Fuente: Lista de distribución de la Universidad de Murcia

Alivio

Los malos aficionados al boxeo no saben apreciar las victorias por puntos. Sólo quieren el K.O. Ansón que su ídolo aseste al contrincante un demoledor directo a la mandí­bula que lo deje tendido en la lona, y mejor todaví­a si es con algún hueso roto. De otro modo el combate les parece una cosa aguada, sin garra, sin sustancia. Algunas manifestaciones leídas y oí­das tras el comunicado de ETA recuerdan esta actitud. Como los encapuchados no han anunciado la entrega de las armas ni la rendición incondicional que todos hubiéramos querido oí­r de su boca, hay quien sólo ve sombras en el anuncio del «alto el fuego permanente». No creo y “no quiero creer- que nadie en el frente democrático se haya sentido contrariado ante la perspectiva del fin de los crí­menes. Con más o menos entusiasmo, supongo que todo el mundo ha recibido la noticia con agrado. O por lo menos con alivio. Es una bonita palabra, esta de alivio. Suena suave y tranquila, como para decirla en voz baja, sin alharacas, sin pegar gritos. Expresa una emoción contenida pero intensa, la de un dolor que descarga una parte de su peso y entonces permite respirar. Joaquí­n Sabina ha titulado su último disco «Alivio de luto». Es una expresión que usaban nuestras abuelas para referirse a esa fase del duelo en que los recuerdos sombríos empiezan a atemperarse, cuando ya no hace falta vestirse de negro para seguir honrando la memoria del difunto. A Sabina se le había enterrado el alma durante una larga temporada hasta que volvía a componer y a cantar como si se hubiera despojado del luto de esos meses. Pues algo de esto me da la impresión de que nos está ocurriendo. Que nos hemos sentido aliviados. A partir de ahí­ caben todos los matices desde la esperanza de los más optimistas hasta el recelo de los menos crédulos. El júbilo es tan legí­timo como el escepticismo. Pero nadie deberí­a privarnos del derecho al alivio. Del derecho a pensar que estamos ganando esta pelea, aunque eso no signifique que de la noche a la mañana vayamos a bajar la guardia.

José María Romera. Publicado en Diario de Navarra, 25.3.06

Decenas de jueces y cargos han renunciado a la protección privada desde el año pasado

Sólo en escoltas privados para proteger a las personas amenazadas, los Gobiernos central y vasco habrán gastado a finales de este año más de 700 millones de euros, tomando como referencia el año 2000, cuando ETA rompió la tregua. En los dos últimos años, decenas de jueces y cargos públicos socialistas amenazados han prescindido de los servicios de protección. Pese a todo, los responsables de Interior de los Gobiernos central y vasco no revisarán aún los servicios de escoltas. «Vamos a tomarnos nuestro tiempo. Sólo se ha abierto una puerta, y desconocemos lo que hay al otro lado. Y en esto sólo valen los hechos, no los dichos», dice el número dos de la Consejería de Interior, Mikel Legarda.

Ambos Ejecutivos ya se enfrentaron a esta situación con la tregua parcial decretada por ETA para los cargos amenazados en junio de 2005. Tanto Interior como PP y del PSE acordaron mantener la protección. En el caso de los socialistas, comenzó el goteo de renuncias, que ahora se prevé alcance un nuevo pico, según la policía vasca. Para entonces, Interior llevaba más de un año enfrentándose a las numerosas renuncias que llegaban desde el mundo de la judicatura en Euskadi, donde decenas de ellos han prescindido de sus escoltas. Un asunto que incluso se ha discutido con preocupación en el órgano de gobierno de los jueces vascos.

El cese de la violencia obligará a Interior a repensar la seguridad. Pero antes se tomarán un tiempo. Tras un periodo en el que los expertos policiales deberán constatar que ETA da por enterrada cualquier manifestación violenta, ambas administraciones decidirán conjuntamente cuándo, cómo y de qué manera las sombras que han seguido durante tantos años a los amenazados por ETA pueden ir desapareciendo de las calles. «No va a ser inmediato, y deberemos constatar que el cese de la violencia es irreversible e universal», dice el número dos de Interior vasco, Mikel Legarda.

El problema añadido que ya se está percibiendo es que la presión por parte de los cargos, sobre todo socialistas, para que se les retire la escolta no va a parar, salvo que la kale borroka se haga presente con la intensidad de la última tregua. «Eso ya se está viendo y de hecho nuestros protegidos no se comportan igual en Guipúzcoa, donde la presión del terrorismo ha sido siempre mayor, que en Álava», indicaba ayer un ertzaina que realiza tareas de escolta a un cargo socialista. La incidencia a medio plazo en el sector de la seguridad privada será elevada. Muchos de los escoltas tendrán que volverse a «vestir de romano», como llaman en su argot al uniforme de vigilante. El sector sólo en 2003, año del último asesinato de ETA, tuvo un volumen de negocio de 3.000 millones de euros, según su patronal, Aproser.

Si el desembolso total para hacer el museo Guggenheim ascendió a 165 millones de euros, con el dinero que el erario público habrá destinado entre 2000 y 2006 a escoltas privados se hubieran podido construir 4,5 Guggenheims.

ETA no ha causado sólo mucho dolor y sufrimiento a las 817 familias de víctimas de los terroristas desde 1968. Hay un coste crematístico que se ha ido acumulando en los presupuestos públicos y en las cuentas de resultados de muchas empresas. Ya en noviembre de 2002, en pleno debate sobre el plan Ibarretxe, el actual director de la Policía, Víctor García, entonces parlamentario vasco, preguntó al consejero de Interior, Javier Balza, sobre el coste presupuestario de ETA. «Ahora que se habla del coste de la no España, merece la pena reflexionar de lo que de verdad cuesta ETA, no sólo en vidas, sino en dinero de todos».

Al año siguiente, Balza trajo la respuesta bajo el brazo. «El coste de ETA supera los 80 millones de euros», el 53% del presupuesto operativo -que no incluye el gasto de personal y los sueldos de los ertzainas– de esa cartera. Y la partida estrella era la destinada a pagar a las empresas de seguridad privada por los servicios de escolta a los amenazados por ETA, un colectivo que no ha parado de crecer desde que la dirección de ETA ordenara el asesinato en enero de 1995 de Gregorio Ordóñez. Una estrategia de «socialización del sufrimiento», en palabras de los terroristas, que alcanzó su clímax en 2000. Ese año, los terroristas etarras asesinaron a 23 personas, diez de ellos concejales o militantes del PP y del PSOE.

Fue el pistoletazo de salida para el crecimiento de las partidas para escoltas privados. Primero fueron los cargos públicos; luego, jueces y fiscales, tras el asesinato del magistrado José María Lidón, en noviembre de 2001. Periodistas, empresarios, profesores… siguieron ampliando la lista de amenazados con escolta hasta superar los 1.000 sólo en Euskadi. En paralelo, crecía el negocio privado de la seguridad. Interior vasco destinó en su primera partida, en octubre de 2000, 2 millones de euros. En 2004, pese a que los terroristas no mataban desde mayo de 2003, esa partida se había disparado hasta los 74,8 millones. La progresión en las arcas del Ministerio del Interior tampoco ha parado de crecer. En 2005, la partida para ese cometido en el País Vasco y Navarra había superado los 92,3 millones de euros y este año hay presupuestados 94,6 millones.

Fuente: Elpais.es 2006/03/25

Primer dí­a de «alto el fuego»

Tregua de la organización terrorista ETA y el PP

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