El periodico alemàn “Süddeutsche Zeitung” publica el siguiente artículo, evidencia, por fin, de que la Farmafia existe:
Homöopathie-Lobby im Netz Schmutzige Methoden der sanften Medizin
Von Jens Lubbadeh
Arzneimittelhersteller finanzieren einen Journalisten, der die Kritiker ihrer Produkte namentlich an den Netz-Pranger stellt. Bei jedem herkömmlichen Pharmakonzern wäre dies ein Skandal. Doch die Globuli-Hersteller sehen darin kein Problem, sondern einen “konstruktiven Dialog”.
Lo que en español quiere decir …
El lobby de la Homeopatía en los métodos sucios de presión
Jens Lubbadeh
Las compañías farmacéuticas financian a un periodista contra un crítico de sus productos. En cualquier empresa farmacéutica convencional esto sería un escándalo. Sin embargo, los fabricantes de las pastillas no ven esto como un problema, sino un “diálogo constructivo”.
O sea, por fin la primera evidencia de que la Farmafia existe, y ejerce medidas de presión contra sus críticos. Claro, están defendiendo su posición diciendo en lenguaje Orwelliano que no ejercen presión, sino un “diálogo constructivo”.
Y el crítico en cuestión es un profesor de la Universidad de Exeter que en 1993 puso en práctica la primera cátedra a nivel mundial de Medicina Complementaria, que escribió junto al difamado periodista y puesto en la picota de un juicio injusto como absurdo realizado en Gran Bretaña llamado Simon Sing un libro titulado “Trick o treatment? Alternative medicine on trial”, que ha dicho y escrito que el único verdadero efecto del la medicina homeopática es el placebo (ver artículo 1 , artículo 2. ¿El nombre de este hombre perseguido? Edzard Ernst.
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