Cada día que pasa los gobernantes ultraneoliberales europeos no sorprenden con nuevas propuestas, medidas o leyes que por supuesto van encaminadas en su totalidad hacia el recorte cuando no hacia la destrucción de la frágil democracia que hemos ido construyendo en los históricamente castigados países del sur de Europa.
Fuente: Diario de un ateo
Imagen: MUESCA61 via photopin cc
Es sorprendente que un gobierno, en este caso el de Canadá, financiara entre 1950 y 1960 íntegramente el proyecto de esa máquina, llegando a utilizarla durante casi diez años para hacer una lista de cerca de 9000 nombres de presuntos homosexuales, con la intención de mantenerlos fuera de la administración pública, de la policía y del ejército.
Durante los años ´50 y ´60 del siglo pasado, en plena Guerra Fría, el gobierno pensaba que los funcionarios homosexuales eran un riesgo para la seguridad nacional, ya que si su homosexualidad era descubierta por el enemigo, podrían chantajearlos a cambio de información confidencial y secreta.
Ante esto, el gobierno encargó a la Real Policía Montada del Canadá una campaña para la identificación y despido de todos los homosexuales empleados en el servicio público.
Una serie de imágenes aparecían entonces en el monitor, algunas eran imágenes cotidianas, pero otras eran sexualmente explícitas, de hombres y mujeres.
El sudor y las palpitaciones del corazón ante cada una de las imágenes eran supervisados por la máquina así como, sobre todo, la dilatación de las pupilas que, según recientes estudios de la época, aumentaba en relación directa con el interés hacia una imagen (la idea se basó en un estudio realizado por un profesor universitario estadounidense, que medía el tamaño de las pupilas de los sujetos mientras caminaban por los pasillos de los supermercados)
Si con esto la máquina detectaba una “respuesta erótica” a determinadas imágenes, se suponía que el sospechoso era homosexual.
Al final, el aberrante dispositivo tenía más en común con la pseudociencia y con el azar de las verdaderas máquinas tragaperras que con un aparato de medición científica: los investigadores no tuvieron en cuenta las diferentes distancias entre los ojos de cada sujeto. Además, la cantidad de luz procedente de las fotografías cambiaba con cada diapositiva, haciendo dilatar las pupilas de una manera que no tenía relación con el interés en la imagen; la dilatación de las pupilas era por aquel entonces increíblemente difícil de medir (a veces es inferior a un milímetro)… etc, etc, etc.
No obstante, los resultados de las pruebas de la “fruit machine” se utilizaron para despedir indiscriminadamente a miles de personas durante esos años.
La máquina dejó de utilizarse a finales de la década de 1960, cuando el gobierno canadiense retiró todos los fondos para el proyecto.
A día de hoy, la mayoría de los investigados por la Policía Montada no ha hablado en público sobre el impacto de esta “prueba” en sus vidas.
… Y tampoco nadie, que se sepa, ha sido compensado por la pérdida de su empleo o por la angustia psíquica sufrida.
Fuente: LA ALDEA IRREDUCTIBLE
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La Guardia Civil ha detenido al inspector jefe de la segunda actividad de la Brigada de Extranjería y Documentación de Murcia, Diego de Gea, según informaron a Europa Press fuentes cercanas. Al parecer, está implicado en una red dedicada a regularizar a inmigrantes de forma fraudulenta.
Y es que, la Benemérita, en la denominada operación ‘Huellas’, llevada a cabo en Murcia, ha desarticulado dicha red. La operación se ha saldado con la detención de 21 personas y la imputación de 17 más, entre las que se encuentran funcionarios de la Administración y miembros del Cuerpo Nacional de Policía destinados en el edificio de Extranjería de Murcia.
Los hechos se remontan a hace seis meses, cuando la Guardia Civil recogió una serie de denuncias de particulares y de organizaciones versadas en supuestas prácticas irregulares que se venían sucediendo en torno a trámites administrativos gestionados en el inmueble de la Oficina Única de Extranjeros (O.U.E.), más concretamente en el área policial de dicho inmueble, según informó la Delegación del Gobierno en un comunicado.
Tales irregularidades se enmarcaban en el proceso de estampación de la huella digital, así como en el de la concesión y renovación de los permisos de residencia. De hecho, algunos de los inmigrantes que conseguían regularizar su situación administrativa tenían incluso causas pendientes con la justicia, llegando a estar buscados por ella.
Tras una «exhaustiva» investigación por parte de la Guardia Civil, se pudo determinar la existencia clara de dos grupos de actores «perfectamente estructurados y jerarquizados» de forma piramidal.
Un primero formado por funcionarios tanto del Cuerpo Nacional de Policía, como de la Administración General del Estado destinados en el área policial de la O.U.E, que serían los que tendrían acceso a realizar los trámites fraudulentos a cambio de supuestas comisiones económicas. Sobre este grupo se han realizado tres detenciones y otras tres imputaciones.
Un segundo grupo, estructurado de forma jerarquizada y piramidal, formado por personas de origen árabe externas a la O.U.E. y en cuyo vértice se encontraba un marroquí –que responde a las iniciales de T.N.– el cual mantenía «estrechas» relaciones con el primero de ellos, y ejercía de enlace personalmente entre los mismos. El resto lo componían facilitadores o captadores de clientes que se los hacían llegar a T.N. Sobre este grupo se han realizado 18 detenciones y otras 14 imputaciones.
El pasado lunes comenzó la explotación de la operación, organizándose por parte de la Jefatura de la Zona de la Guardia Civil de Murcia un «gran despliegue» de efectivos por toda la Región que localizó, detuvo e imputó en menos de 10 horas a 36 personas implicadas en dicha trama.
Aquellas que habían pagado por la compra de documentos falsos o habían realizado los trámites de forma irregular fueron puestas en libertad tras prestar manifestación.
En otro sentido, aquellos pertenecientes a los dos grupos anteriormente citados pasaban en calidad de detenidos a disposición judicial. El total de la operación arroja un total de 21 detenciones y 17 imputaciones, 5 registros domiciliarios y la incautación de numerosa documentación falsificada.
Para la identificación y detención de los funcionarios implicados se ha contado con la colaboración del Cuerpo Nacional de Policía y responsables de la Oficina Única de Extranjería.
Fuente: EuropaPress