Un nuevo enfoque para la enseñanza de medicina forense en la Universidad de Toronto (Mississauga’s Forensic Anthropology Field School) emplea sistemas de posicionamiento sistemas global (GPS) y sistemas de información geográfica (SIG) para examinar escenas complejas de delincuencia.
La cartografía y detalles de la escena del crimen son una parte vital de la investigación de la escena del crimen y la reconstrucción. El enfoque de la nueva aproximación a la enseñanza, desarrollada por la antropóloga forense Tracy Rogers y el bibliotecario de GIS / Datos Andrew Nicholson, utiliza tecnología GPS y los sistemas SIG para analizar las pruebas y espacialmente unir los indicios del lugar del crimen.
La tecnología SIG crea imágenes visuales de distintos tipos de datos en formato de mapa. La tecnología se puede utilizar para visualizar y analizar los patrones en ubicaciones de la escena del crimen y la información forense. Cuando se combina con sistemas GPS, el software SIG se puede utilizar para documentar y rastrear los patrones de los crímenes, pistas de los movimientos de los delincuentes en libertad condicional, así como predecir los lugares donde los asesinos en serie viven y actúan. Las aplicaciones ofrecen muchas posibilidades para la visualización de los datos forenses y proporcionar puntos de vista espaciales y tridimensionales sobre las investigaciones forenses.
«Nuestro enfoque de la enseñanza usa los actuales sistemas de GPS y la tecnología SIG como una vía en sus manos, para que los estudiantes puedan acumular datos puntuales de la escena del crimen y luego en «masa» con otras fuentes digitales como fotos, mapas escaneados en un laboratorio de computación», dice Nicholson. «Muchos estudiantes son aprendices visuales. La utilización de las aplicaciones de mapeo digital les ofrece oportunidades para profundizar el compromiso y la vinculación entre los conceptos abstractos, la aplicación práctica y la resolución de problemas. »
El enfoque innovador para la enseñanza de medicina forense promete mejorar en gran medida en clase el análisis de la escena del crimen al permitir a los estudiantes plantear preguntas y escenarios de ejecución, sin la necesidad de nuevos mapas de papel que se construyen cada vez.
«Esto ahorra tiempo y promueve la solución de problemas y el pensamiento. Nuevos enfoques en la presentación de pruebas, el uso de mapas y otros elementos visuales en un ambiente de sala de audiencias, son otras posibilidades a explorar para el uso de estas herramientas.
La cartografía digital se utiliza en numerosos cursos en otras universidades, sin embargo, no en todos los lugares el proceso de recopilación de datos en su totalidad queda en manos del estudiante. En la Forensic Anthropology Field School, los estudiantes de forma proactiva analizan las relaciones espaciales, los escenarios, hacen mediciones detalladas, comparan los mapas de fotografías aéreas, identificarn patrones y crean conjuntos de datos.
Proporcionado por la Universidad de Toronto (noticias:web)
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Al igual que millones de personas, Eric Hanson se orientaba a través de su sistema GPS cuando conducía su TrailBlazer de Chevrolet.
Pero probablemente no esperaba que la fiscalía de su condado usaría el mismo sistema para acusarle de matar a cuatro miembros de su familia.
Fiscales en los suburbios de Chicago analizaron los datos de su sistema de posicionamiento global (GPS, por sus siglas en inglés) para ver dónde había estado Hanson en la mañana después de que sus padres fueran asesinados a tiros y su hermana y su cuñado golpeados hasta la muerte en el 2005. Hanson fue acusado este año de haber cometido los asesinatos y fue sentenciado a muerte.
Su juicio fue uno más de los casos criminales alrededor del país en que los investigadores pueden ver dónde se encontraba el acusado durante las horas anteriores o posteriores al asesinato. Los expertos señalan que estas pruebas serán cada vez más comunes en los tribunales a medida que los sistemas GPS sean cada vez más asequibles y se usen más.
«No hay duda. Esto es parte de cualquier tipo de tecnología que ha resultado tener valor para expertos forenses. Creo que lo que estamos viendo es evolutivo», señaló Alan Brill, un experto forense que trabaja con sistemas tecnológicos y ha colaborado con el FBI y el Servicio Secreto.
Usar tecnología para descubrir dónde está una persona no es nada nuevo. Durante años, la policía ha seguido las señales que emiten los teléfonos móviles y otros aparatos para ubicar a alguien.
Pero la gran popularidad de los GPS en coches, celulares y otros lugares aporta a las autoridades otra gran herramienta para perseguir a sospechosos.
Hay diversos casos.
En septiembre, un hombre de Montana se declaró culpable de violación después de que un juez dictara que la información del sistema GPS de su auto se podría usar contra él durante el juicio. Los fiscales la usaron para demostrar que Brian Adolf paseó por toda la ciudad en busca de una víctima.
En otro caso en Pensilvania, el sistema GPS de un camión llevó a la policía a descubrir que el conductor prendió fuego a su propia casa. Su sistema mostraba como su vehículo estaba aparcado a tan sólo 91 metros (100 yardas) de su casa cuando ésta se quemó.
Por otro lado, investigadores del área de Chicago pidieron la información que contenía el GPS del coche del marido de Stacey Peterson, una mujer desparecida. Peterson aún no ha sido encontrada y nadie ha sido acusado en el caso.
Hoy en día se pueden comprar sistemas GPS por menos de 100 euros.
La Asociación de Consumidores de Aparatos Electrónicos calcula que el 20% de los hogares estadounidenses son dueños de un sistema GPS portátil y que un 9% tienen vehículos con el aparato.
Los investigadores pueden obtener ahora búsquedas con mapa y búsquedas de destinos que han sido introducidas por el dueño del sistema. Algunos de ellos tienen un mecanismo que indica dónde se encontraba el vehículo en un momento dado.
Fuente: chron.com
Los secuestros son, una práctica habitual en diferentes países, y uno de los más afectados es México, donde el número de estos delitos ha aumentado un 40% entre los años 2004 y 2007, convirtiendo al país en uno de los más peligrosos junto a Irak y Colombia. El año pasado se superaron los 7000 secuestros, según cifras no oficiales.
Auténticas industrias de delincuentes viven de los rescates, atemorizando no sólo a adinerados hombres de negocios sino a personas de cualquier condición. Ahora la tecnología puede aliviar un tanto el temor de ser objeto de un secuestro.
En México, aquellos que pueden permitirse gastarse algunos miles de dólares para aumentar su protección han empezado a instalar transmisores bajo su piel para poder ser localizados vía satélite en caso de secuestro. Esta técnica ha sido diseñada por la compañía Xega, que asegura tener ya más de 2000 clientes. El chip se introduce dentro de una cápsula de cristal del tamaño de un grano de arroz, que se inserta bajo la piel. Entonces envía señales de radio a un aparato GPS que lleva el cliente, que a su vez manda su posición a un satélite.
El coste de la operación es de 4000 dólares, mas una tasa de mantenimiento anual de 2200 dólares.
Muchos clientes insertan el chip en el brazo entre el músculo y la piel, de modo que no pueda ser identificado. Si se ven en situación de peligro, lo único que tiene que hacer es apretar un botón de alerta para activar el sistema y avisar a Xega, que se pone en contacto con la policía.
Por supuesto, el sistema tiene sus detractores, que afirman que el chip sólo identifica a una persona, y no sirve para nada si los delincuentes encuentran y destruyen el GPS que el cliente debe llevar. El miedo al secuestro provoca que muchos mexicanos gasten dinero en una tecnología que no acaba de demostrar su utilidad.
Fuente: Baquia