Con el estudio del aprendizaje desde sus componentes más básicos hemos podido cerrar la brecha entre lo que tradicionalmente la cultura ha considerado al resto de animales, “estúpidos y de conducta robótica” y lo similares que pueden resultar a nosotros. Además permite aislar enormes influencias como el lenguaje que pueden enturbiar los límites del aprendizaje y de lo que no lo es. Skinner, uno de los más prolíficos y brillantes psicólogos se dio cuenta del potencial del aprendizaje de muchas especies denostadas hasta el momento, y les prestó la atención que merecían. En ocasiones, como en la Segunda Guerra Mundial, empleó ese ignorado potencial de aprendizaje con fines sorprendentes: guiar misiles hacia los barcos enemigos.
Fuente: Psicomemorias
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Así lo confirma a swissinfo.ch, Reto Rufer, responsable de la sección suiza de AI en Israel y los territorios ocupados.
«Hamás y los grupos armados palestinos dispararon cientos de cohetes de manera indiscriminada contra territorio israelí. Mientras que el ejército de Israel mató a centenares de civiles, no solamente con armas de gran precisión como misiles aire-tierra y bombas guiadas, sino también con artillería. Además usaron obuses con fósforo blanco sobre zonas con gran densidad de población», explica Rufer.
El informe de 117 páginas ‘Operación Plomo endurecido: 22 días de muertes y destrucción en Gaza’, difundido por la organización defensora de los derechos humanos, es una verdadera acta de acusación contra Israel y su ejército, que confirma el balance de 1.400 palestinos muertos, establecido por los servicios de seguridad palestinos.
Una delegación de AI se desplazó a Gaza por la frontera con Egipto durante los meses de enero y febrero. Allí se entrevistaron con cientos de heridos, supervivientes, afectados y familiares de la población palestina. Después compararon los resultados con estadísticas publicadas por otras fuentes.
Misión Internacional
La ofensiva dejó además unos 5.000 heridos y devastó amplios sectores de la Franja de Gaza, con más de 2.700 edificios destruidos, afirma AI, que pidió a la comunidad internacional «apoyar sin reservas» la misión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU encargada de investigar la operación y de buscar pruebas.
«Una investigación que se espera que pueda estar acabada en septiembre y que es clave para poder llevar a los culpables ante la Justicia y someterlos al derecho internacional», indica Reto Rufer.
El representante de AI en Suiza también denunció «la continua negativa de Israel a cooperar con la misión internacional e independiente de investigación de la ONU. Israel rechaza la colaboración con la misión y no deja entrar en la franja de Gaza ni a trabajadores de organizaciones de derechos humanos ni a periodistas independientes».
La organización acusa al ‘Tsahal’ (ejército israelí) de no haber «diferenciado entre blancos civiles y militares» en una situación en que no podía ignorar la presencia de civiles en los sectores bombardeados. El resultado de ello fue «la muerte de cientos de civiles desarmados, entre ellos 300 niños, 115 mujeres y 85 hombres mayores de 50 años».
AI también culpa a Hamás y a los grupos armados palestinos de haber disparado multitud de cohetes contra territorio israelí, que causaron tres muertos civiles y provocaron el éxodo del sur de Israel de cientos de miles de habitantes.
«El tono general del informe demuestra que la organización sucumbió a las manipulaciones de Hamás, una organización terrorista», sostiene el portavoz del ejército israelí en un comunicado.
En respuesta a un informe preliminar publicado en febrero, el Ministerio de Exteriores israelí aseguró que Israel no había atacado de manera deliberada a blancos civiles y que «todas las armas utilizadas eran conformes al derecho internacional y al uso que les dan los ejércitos occidentales».
Amnistía rechaza esos argumentos, y subraya que hasta ahora, las autoridades israelíes «se abstuvieron de llevar a cabo una investigación independiente e imparcial sobre la actitud de sus fuerzas».
Respecto a Hamás, AI estima que «este grupo tampoco realizó nunca ninguna investigación sobre los disparos de cohetes, y además persiste en justificar estas acciones ilegales».
En Gaza, el portavoz del Hamas, Sami Abu Zuhri, desmintió las conclusiones de este informe, afirmando que el mismo no era «ni equitativo, ni equilibrado».
Rufer concluye que ante las quejas de ambas partes respecto al informe, la gente tiene que analizar la credibilidad de las distintas posiciones.
Fuente: Iván Turmo, swissinfo.ch