Existió una antigua orden que vio la luz el 1 de mayo de 1776 en la región de Baviera, en Alemania, y que terminó por convertirse en una hermandad con fines un tanto imposibles.
Se trata de los Perfectibilistas o Perfeccionistas, fundados por Adam Weishaupt, profesor judío de derecho eclesiástico y filosofía de la universidad de Ingolstadt, quien pese a haberse forjado bajo el alero de los jesuitas, buscaba generar un grupo docto alejado de las creencias religiosas, que pudiese llegar a la perfección superior gracias a la iluminación racional.
Los objetivos de este grupo que adoptó como único símbolo representativo al ‘Mochuelo de Minerva’, apuntaban a temas como la abolición de la monarquía, de las clases sociales, del concepto de la familia tradicional y de los derechos de herencia, así como a la destrucción del concepto de patriotismo y nacionalismo, para sustituirlo por un gobierno mundial y control internacional.
Esta logia ligada a la masonería, que además buscaba establecer el ateísmo como oficial y terminar con tipo de religión, fue refundada en 1778 por uno de los alumnos de Weishaupt y rebautizada como ‘Illuminatenorden’ (Orden de los Iluminados).
Según las cartas de Weishaupt, la idea nació tras la necesidad de cultivar a las mentes más prometedoras de la época, a sus alumnos más brillantes que estaban siendo reclutados por otras órdenes de corte religioso y por logias dedicadas a la alquimia.
Los Iluminados tuvieron un breve apogeo y se hicieron conocidos como presuntos conspiradores, por lo que además fueron sospechosos de realizar una serie de asesinatos para desestabilizar el sistema existente. Esto se sumó a los conflictos internos tras el crecimiento de la orden, lo que terminó por llamar la atención de las autoridades Bávaras, que entre 1874 y 1890 lanzaron prohibiciones contra los Iluminados y además contra los Francomasones, que los declaraba traidores y que terminaron por desarmar a la orden.
De aquí en adelante parten los mitos y leyendas nacidos en la literatura que, basados en la ficción, apuntan a que la orden continuó funcionando en secreto e incluso conspiró en grandes acontecimientos como La Revolución Francesa y que participó en la creación del movimiento feminista, entre muchos otros.
Fuente: biobiochile.cl