Marfeme, la imprenta que falsificó 1.000 solicitudes de voto por correo en Melilla por encargo del gerente del PP, Javier Lence -en una causa archivada por la juez en contra del criterio del fiscal-, ocultaba una intensa actividad ilegal que la investigación de la Guardia Civil vincula a la falsificación de tarjetas de identidad italianas, pasaportes y precintos aduaneros marroquíes y rótulos de caducidad de alimentos.
El 11 de enero, guardias civiles vigilaban el almacén de la imprenta Marfeme. Un magrebí salió de la nave con varias bolsas de basura y las arrojó a un contenedor. Los agentes recuperaron las bolsas, que despedían un olor pestilente. En su interior encontraron algunas pruebas de las actividades ilícitas que supuestamente se hacían en la imprenta y que dejaron reflejadas en un atestado:
– Precintos aduaneros marroquíes.
– Sellos aduaneros oficiales para adjuntar a pasaportes marroquíes.
– Un trozo de papel vegetal en el cual se encuentran impresos varios anagramas, entre los que destaca un sello con la leyenda Comune [ayuntamiento] di Albenga, de los utilizados para la tramitación oficial obligatoria de las tarjetas de residencia de extranjeros. Concretamente este sello serviría para la concesión de la carta de identidad italiana.
– Dos envases de cartón deteriorado perteneciente, en apariencia, a la marca de detergente Ariel.
La Guardia Civil tiró de aquel hilo y siguió investigando. La policía aduanera marroquí confirmó que los precintos y los sellos arrojados a la basura desde Marfeme eran falsos.
Otro hecho fortuito aceleró las pesquisas.
El 16 de febrero fue interceptado un vehículo Mercedes modelo 190D en la calle de García Cabrelles de Melilla. Su conductor, Adriano Menini, muestra una carta de identidad italiana que infunde a los agentes serias sospechas de falsedad. Lo llevan a la comandancia. Las gestiones con las autoridades italianas premian el olfato de los guardias civiles: el documento de identidad es falso. Menini está borrado oficialmente como residente del municipio italiano de Albenga y su última carta real de identidad italiana fue emitida en 1995.
Los investigadores dieron otro paso que resultó decisivo: analizaron la tarjeta falsa de Menini y los papeles de la basura de la imprenta. El cotejo resultó: la falsa tarjeta italiana de Menini tenía el mismo sello del ayuntamiento de Albenga que habían encontrado en los recortes de papel arrojados en bolsas de basura por el personal de la imprenta Marfeme.
El 17 de enero, la Guardia Civil montó un nuevo dispositivo de vigilancia en torno al almacén de la imprenta. A las 19.50, una furgoneta llegó al lugar y entró marcha atrás en el local. Su actividad de carga del material de la imprenta quedó oculto a miradas indiscretas. Varias personas se dedicaron a introducir cajas de cartón en el vehículo.
Los guardias identificaron a tres personajes: los dueños de la imprenta, José María y Jaime Cerezo Fernández, y el conductor de la furgoneta, Mohamed Benlamkadem. Los agentes lograron atisbar que estaban cargando cajas desmontadas de detergente Ariel, y que en el interior se apilaban decenas de paquetes de dicho producto. Calculan que el almacén podía ocultar hasta 15.000 paquetes. Los guardias civiles siguieron la pista de la furgoneta cuando abandonó la imprenta hasta su destino, un local propiedad del dueño del vehículo situado en la carretera del dique sur de Melilla.
En dicho establecimiento se vendía todo tipo de productos de alimentación y limpieza. Los agentes simularon ser meros particulares e intentaron comprar un paquete del falso Ariel. El dueño les dice que sólo lo vende en bloques de cuatro cartones, a un precio total de 14 euros. Los guardias acceden y compran el lote. Con el detergente tienen la prueba del supuesto delito.
El contenido y el cartón del paquete de Ariel son enviados para su análisis a la firma oficial fabricante del producto, Procter and Gamble España. La empresa ratifica a la Guardia Civil que continente y contenido son ajenos a su marca. Son falsos.
La investigación siguió con más escuchas. Y en una de ellas irrumpió el gerente del PP local, Javier Lence, con su encargo de impresos falsificados para solicitar el voto por correo.
Fuente: El Pais