El laísmo es el fenómeno gramatical que se produce cuando se utilizan los pronombres personales átonos de complemento directo del femenino (la y las) en función de complemento indirecto, donde deberían haberse escrito los pronombres personales átonos de complemento indirecto (le o les).
La Real Academia Española condena el laísmo desde hace muchos siglos y su empleo se considera un vulgarismo, impropio de la lengua culta.