La emisora La Mega, de RCN (Colombia), tiene un programa nocturno que básicamente consiste en que las personas llaman a la emisora para averiguar si su pareja está siendo infiel y, con un charlatán en cabina, un estafador que se dice parapsicólogo, en el programa les avisan si efectivamente les están poniendo los cachos o no, después de ser abusados verbalmente por uno de los anfitriones del programa.
El responsable de este anticientífico circo feudal es Héctor Contreras:
Este bogotano ha diseñado las dos últimos programas de éxito de la radio nocturna a escala nacional, tanto en Los 40 Principales con “Insomnia”, como ahora en La Mega con su programa “Los Caza Infieles”.
Este último proyecto lleva cuatro años en la radio, y está posicionado como el número uno en la preferencia de los colombianos noctámbulos por su contenido que combina el humor descarnado con las historias y de vida y la parapsicología.
Ampliar en: DE AVANZADA
Los dispositivos con GPS integrado están ganando popularidad en el mercado, y es natural que cada vez más personas adquieran un equipo con estas características, a pesar de que existen algunos cuantos paranoicos que piensan que su localización puede ser mal utilizada, esta tecnología ha resultado ser una herramienta útil para ubicarse en cualquier ciudad; pero también es un arma de doble filo, sobre todo si estás engañando a tu pareja.
Dentro de nuestras suposiciones legales, consideramos que no está permitido rastrear nuestros datos producidos por un dispositivo con GPS que revele nuestra ubicación; sin embargo para una corte de Nueva Jersey (EE.UU.), en casos de infidelidad, es totalmente legal seguir este tipo de información como evidencia en un caso de divorcio.
Todo comenzó cuando Kenneth Villanova fue espiado por un investigador privado que fue contratado por su entonces esposa. Aunque parezca una violación a la privacidad de Kenneth, la corte decidió declarar como legal esta actividad para atender el caso de divorcio. El asunto es que los investigadores instalaron un dispositivo GPS en la guantera de la camioneta de Kenneth sin que él pudiera notarlo durante mucho tiempo.
Después de que Kenneth Villanova descubriera el GPS en su auto, decidió presentar una demanda en contra de Richard Leonard, el investigador privado responsable de la presencia del dispositivo dentro de su guantera. La corte decidió negar la invasión a la privacidad con el argumento de que dicho dispositivo hace un rastreo de ubicaciones públicas, cosa que es totalmente legal, de acuerdo con la interpretación judicial.
El punto controversial es que este caso puede sentar el precedente para que se convierta en una práctica común para este tipo de temas legales, lo que seguramente desencadenará una discusión sobre la legalidad o ilegalidad de seguir la ubicación de las personas, ya veremos en el futuro qué tanta importancia se le asigna al tema a través de esta intervención tecnológica.
Fuente: conecti.ca
«Si alguna persona cree que le están «poniendo los cuernos» puede llevar una prenda íntima, una sábana, un chicle masticado» o cualquier objeto que pueda tener algunos de las pruebas de la infidelidad como fluidos biológicos; semen, saliva, o cabellos y vellos púbicos, a Mexigen, uno de los laboratorios que ofrecen este servicio en México.
Una vez obtenida una muestra, el siguiente paso es detectar si el ADN corresponde al solicitante o otra persona.
El proceso puede durar entre cuatro y seis días y su costo va de 200 a 500 dólares.
«La demanda de las pruebas de infidelidad va en aumento en México. Sólo en un día se recibieron en dicha empresa 50 mensajes para solicitar una, el problema es que como es algo nuevo para la mayoría de la gente, algunos solicitantes creen que la infidelidad ¡está en los genes!».
Uno de cada seis mexicanos vive su relación amorosa con la sospecha de que su pareja le «pone los cuernos», según un sondeo de la encuestadora Mitofsky realizado en 2008.
Fuente: Yahoo Noticias
_________________
Enlaces relacionados:
– La aplicación informática LIMS pone orden en la ciencia forense …
– Desarrollan una manera de identificación mediante anticuerpos …
– Asignatura Investigacion criminologica II. Licenciatura Criminología, UMU