Los padres deben estar conscientes del posible riesgo relacionado con el plomo presente en algunos juguetes para las fiestas y joyas de juguete. Examine los siguientes datos importantes para preservar la seguridad de sus seres queridos durante esta temporada festiva.
El plomo no se puede ver a simple vista y tampoco se puede oler. Los niños pueden estar expuestos a este elemento desde productos de consumo a través de la manipulación normal del producto. Generalmente, se meten a la boca juguetes y otros objetos, como también los dedos que han tocado estos objetos, exponiéndose a la pintura a base de plomo o al polvo de plomo.
Los juguetes que han sido fabricados en algunos países con muy pocos controles, como por ejemplo China, y luego importados o los juguetes antiguos o coleccionables que pasan de una generación a otra, generalmente contienen plomo, lo que pone en riesgo a los niños.
El plomo puede utilizarse de dos maneras en la fabricación de juguetes.
Únicamente un laboratorio certificado puede determinar de manera precisa si un juguete contiene plomo o no. Si bien hay disponibles kits «Hágalo usted mismo», no indican qué cantidad de plomo hay presente y su fiabilidad para detectar niveles bajos de plomo no ha sido determinada.
Si sospecha que su hijo ha estado expuesto a un juguete que contiene plomo, deseche el juguete de inmediato. La única manera de saber si su hijo ha estado expuesto al plomo es mediante un análisis de sangre.
Fuente: CDC
Durante la Inquisición, cazar brujas era tan entretenido como cazar perdices. En Estados Unidos, todavía hoy se habla en clase de lo acaecido en Salem y la caza de brujas, en la que murieron muchas personas inocentes acusadas de llevar a cabo encantamientos y tener trato con demonios.
Dichos acontecimientos sucedieron en 1692, y los científicos sugieren que en realidad no hubo manifestaciones sobrenaturales sino una intoxicación general a través del pan.
Gran parte de las mujeres acusadas de brujería en Salem(EE.UU.) presentaban síntomas parecidos: psicosis, alucinaciones, sensación de cosquilleo en la piel, espasmos y tics nerviosos, dolores de cabeza, vómitos y diarrea. Es decir, los mismos síntomas del envenenamiento por cornezuelo de centeno.
El cornezuelo es un hongo que produce sustancias alucinógenas en el centeno y, por tanto, en el pan.
La primera hipótesis sobre esta clase de envenenamiento fue publicada por Linnda R. Caporael en 1976, en un artículo de la revista Science titulado Ergotismo: ¿el demonio suelto de Salem? Abunda en ello el médico Robert S. Borrow en su libro El médico perplejo:
El documento aporta pruebas convincentes de la coincidencia de los juicios de Salem con una climatología que fácilmente habrían podido producir grandes cantidades de cornezuelo en el centeno, que en aquel tiempo era el cereal con el que se hacía el pan en la comunidad. Cuando los síntomas de la intoxicación empezaron a aparecer, algunos habitantes de Salem, incapaces de darles una explicación racional, recurrieron a lo sobrenatural.
Fuente: Xataka ciencia
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La ignorancia hace mucho daño. Tanto como llegar matar a una persona inocente. Así sucedió ayer en la explosión de gas registrada en la calle Cardenal Parrado. Las falsas creencias que abundan entre los ciudadanos acerca de los efectos del gas butano impulsan a muchos a dejarlo escapar para ser víctimas de una muerte dulce. Pero la realidad es otra.
Entrevista completa en: [Enlace bloqueado por la Tasa española AEDE] (Granada)
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