El cirujano que operó de una liposucción a la esposa del que fuera presidente de la República de Nigeria, Stella Iubayelea Obasanjo, ha sido condenado a un año de prisión y tres de inhabilitación para el ejercicio de la medicina por la muerte de su paciente el 23 de octubre de 2005.
En la sentencia, el Juzgado de lo Penal número 6 condena asimismo al médico a que indemnice, de forma solidaria con su aseguradora, en 120.000 euros al hijo de la fallecida, y rechaza la petición de la acusación particular de que deba indemnizar al Gobierno de la República de Nigeria.
El médico que intervino a la víctima, A.M.M., sin antecedentes penales, ha sido condenado como responsable de un delito de homicidio por imprudencia.
En los fundamentos de derecho se califica el comportamiento del cirujano de «descuidado y de abandono», no solo por el resultado (la muerte), sino «por la cantidad y calidad de los errores y omisiones que finalmente se han detectado en su actuación».
Dejación de funciones
El acusado, añade, «faltó de manera seria y gravemente imprudente a su deber de cuidado en lo que a dejación de sus funciones médicas se refiere», pues era el encargado de vigilar a su paciente.
La pérdida de sangre y las heridas internas que sufrió la paciente «se podrían haber reparado sin problema», pero para ello «se hubieran debido advertir a tiempo», indica la resolución.
La entonces primera dama, que falleció con 59 años, y padecía hipertensión, asma bronquial y a la que años atrás se le había practicado una cesárea, acudió por primera vez a la clínica Molding Clinic de Marbella el 31 de agosto de 2005 para someterse a una operación de cirugía estética, donde fue atendida por el acusado.
El médico la citó para el 20 de octubre de 2005, donde tras un último examen médico la consideró «idónea para la operación citada», por lo que fue convocada para que compareciera en la clínica el día siguiente, donde se le practicó una lipoescultura ultrasónica de abdomen, epigastrio, dorsal, cuello y flancos, señala la sentencia.
Durante la intervención, la cánula que extraía la grasa del cuerpo de la paciente fue introducida por error en la cavidad abdominal, donde sufrió incisiones en el hígado, además de un desgarro y cuatro punciones en el colon.
Postoperatorio fatal
Durante el postoperatorio, la primera dama sufrió la pérdida de abundante sangre, bajada de tensión y su estado se deterioró «de forma clara y evidente» a partir de las 22 horas del 22 de octubre, pero no fue trasladada hasta la Clínica USP de Marbella, que cuenta con una UCI, de la que carecía la Molding Clinic, hasta las 02.40 horas del día 23.
La paciente fue trasladada en el vehículo particular del cirujano a la otra clínica, adonde llegó en situación crítica, y donde falleció a las 03.45 horas.
Los informes forenses revelaron que la muerte se produjo por un choque séptico e hipovolémico y que la causa fundamental del fallecimiento fue la perforación de colon y laceración hepática.
Sobre el traslado de la paciente en el asiento trasero del coche del médico, en los fundamentos de derecho se señala que el doctor no explicó la razón para ello, pues un vehículo particular «-incluso para un lego en la medicina- no está indicado «para el traslado de una persona moribunda».
Fuente: 20Minutos.es
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