El presidente del Gobierno español acaba de declarar que “fuera de España nos miran como ejemplo de cómo salir de la crisis”. Trata, una vez más, de convencer a los españoles de que su gestión económica está siendo un éxito y que nos lleva a superar los problemas económicos de los últimos años. No solo nos asegura que salimos de la crisis sino que además lo hacemos de modo ejemplar.
Ya he comentado en artículos anteriores que los datos no confirman esta idea tan optimista y que más bien se puede creer que se trata de una estratagema, inicialmente planteada por Botín y otros miembros de la gran patronal para tratar de evitar una derrota estrepitosa en las próximas elecciones europeas del Partido Popular, que tan magníficamente defiende sus intereses, y para generar también una oleada de buenas expectativas que pudiera impulsar cambios en la conducta de los sujetos económicos.
Situación económica general
El PIB español en 2013 era 23.330 millones de euros más bajo que el de 2011, cuando Rajoy empezó a gobernar.
El consumo de los hogares en 2013 fue 23.430 millones de euros más bajo que en 2011.
La renta disponible bruta española de 2013 fue 773 millones más baja que la de 2011.
La deuda pública española a finales de 2013 fue 224.221millones de euros mayor que la de 2011.
El crédito a empresas de los bancos españoles en 2013 fue 230.229 millones de euros menos que en 2011 y el destinado a los hogares 110.753 millones de euros.
La tasa de morosidad de los bancos fue del 13,6% en 2013 (197.000 millones de euros en créditos irrecuperables) frente al 7,61% en 2011.
La contribucio?n al crecimiento interanual de la demanda externa (exportaciones/importaciones) fue del 0,4 en el cuarto trimestre de 2013 frente a 2,8 en el cuarto trimestre de 2011.
El indicador de clima económico (media aritme?tica del nivel de la cartera de pedidos, expectativas de produccio?n y nivel de existencias cambiado de signo) fue de 93,8 en 2013 frente a 102,2 en 2011.
El índice de cifra de negocios general de 2013 fue de 91 frente a 98,9 en 2011. El de comercio de 90,2 en 2013 frente a 98 en 2011. Y el de otros servicios de 92,2 en 2013 frente a 100,8 en 2011. Es decir, todos peores en 2013 que en 2011.
La inversión de las empresas se ha reducido algo más del 15% desde finales de 2011, cuando comenzó a gobernar Mariano Rajoy.
Ocupación y actividad
En el cuarto trimestre de 2013 había en España 1.022.300 personas ocupadas menos que en el cuarto trimestre de 2011.
En el cuarto trimestre de 2013 había 355.900 mujeres ocupadas menos en España que en el cuarto trimestre de 2011.
En el cuarto trimestre de 2013 había 210.800 jóvenes de entre 16 y 24 años ocupados menos que en el cuarto trimestre de 2011.
En el cuarto trimestre de 2013 había 252.200 personas ocupadas en la industria menos que en el cuarto trimestre de 2011.
En el cuarto trimestre de 2013 había 231.000 hombres activos menos que en el cuarto trimestre de 2011.
El volumen de población empleada en grandes empresas se ha reducido un 9% en 2013.
Tipo de ocupación
En el cuarto trimestre de 2013 había 1.329.900 personas ocupadas con jornada a tiempo completo menos que en el cuarto trimestre de 2011.
En el cuarto trimestre de 2013 había 139.600 hombres y 141.000 mujeres ocupadas con contrato de jornada a tiempo parcial más que en el cuarto trimestre de 2011.
En el cuarto trimestre de 2013 había 164.100 personas subempleadas (por su nivel de formación) más que en el cuarto trimestre de 2011.
En el cuarto trimestre de 2013 el número de mujeres con título de doctoras que estaban subempleadas se había multiplicado por cuatro respecto al cuarto trimestre de 2011.
En el cuarto trimestre de 2013 había 155.400 personas con titulación superior o de doctorado subempleadas más que en el cuarto trimestre de 2011.
Al finalizar el cuarto trimestre de 2013 se habían hecho 859.800 horas extraordinarias no pagadas más que al acabar el cuarto trimestre de 2011. El número de horas extraordinarias pagadas bajó en 193.200.
Paro
La tasa de paro en 2013 fue del 26,4% frente al 21,6 en 2011.
En el cuarto trimestre de 2013 había 622.700 personas paradas más que en el cuarto trimestre de 2011.
En el cuarto trimestre de 2013 había 880.800 personas que llevaban más de dos años buscando trabajo más que en el cuarto trimestre de 2011.
En el cuarto trimestre de 2013 el 14,25% de los hogares tenían a todos sus activos en paro, mientras que en el cuarto trimestre de 2011 ese porcentaje era del 12,11%.
Salario y condiciones de vida
En los convenios celebrados en 2013 el aumento salarial pactado fue del 0,65%. En 2011 del 2,3%.
En 2013 el 38,7% de las familias españolas declaraba llegar a fin de mes con dificultad o mucha dificultad frente al 29% en 2011.
En 2013 el 42,1% de los españoles declaraba no tener capacidad para afrontar gastos imprevistos, frente al 37,6% en 2011. Y el 10,9% que había tenido retrasos en el pago de gastos relacionados con la vivienda principal en 2013 frente al 7,9% en 2011.
El 70% de los hombres y el 60% de las mujeres trabajan a tiempo parcial sin desearlo, porque no encuentran empleo a tiempo completo.
El coste salarial por hora del empleo a tiempo parcial es un 44% más barato que el del empleo a tiempo completo.
Afiliaciones a la Seguridad Social
En marzo de 2014 había en España 661.979 personas afiliadas a la Seguridad Social menos que en enero de 2012, cuando Rajoy empezó a gobernar. Y si se toma la cifra como media anual, 1.205.517.
En marzo de 2014 había en España 596.925 personas afiliadas a la S.S. como asalariadas menos que en enero de 2012.
En marzo de 2014 había 842.071 personas afiliadas como ocupadas a la S.S. menos que en diciembre de 2011.
La relación entre afiliados a la S.S. y pensionistas en marzo de 2014 (2,27) es peor que la de diciembre de 2011 (2,47).
Creación y destrucción de empresas
En marzo de 2014 las empresas resgistradas en el re?gimen general con trabajadores a fin de mes eran 21.705 menos que en enero de 2012, según los datos del Ministerio de Trabajo. Si se descuentan las que solo tienen un trabajador, 33.747 menos. Si se computa el total de empresas, según el INE, en el cuarto trimestre de 2013 había 113.733 empresas menos que en el cuarto trimestre de 2011.
En el cuarto trimestre de 2013 había en España 373 empresas de más de 100 trabajadores menos que en el cuarto trimestre de 2011.
En el mes de febrero de 2011 el número de empresas creadas respecto al mes anterior (que es el indicador que recoge la Estadi?stica de Sociedades Mercantiles del INE) creció un 11,7% y el de empresas disueltas aumentó un 28,9%. En 2013 las creadas solo aumentaron un 0,2% y el de disueltas creció un 35,2%.
En 2013 se produjeron 9.708 procesos concursales de empresas frente a 6.486 en 2011.
La variacio?n mensual del I?ndice General del Comercio Minorista entre los meses de diciembre y noviembre, eliminando tanto el efecto de calendario como la estacionalidad, fue 5,5 puntos más bajo en diciembre de 2013 (–3,5%) que en diciembre de 2011 (2%).
En resumen
Soy plenamente consciente de que se podrían traer con alfileres algunos otros indicadores y verle las tripas a algunas de las cifras que acabo de exponer para encontrar en ellos indicios de que se está cambiando la dinámica de nuestra economía. Es lo que nos vienen diciendo desde hace varios trimestres, o incluso años. Pero ni siquiera eso empañaría a mi juicio la conclusión más importante que se puede sacar de la realidad que acabo de esbozar: Rajoy no solo no ha mejorado la situación de la economía española sino que la ha empeorado y destrozado. Y el daño que le ha producido es tan grande que resultará imposible aliviarlo limitándose solo a esperar que vaya cambiando la tendencia en la medida en que supuestamente lo está haciendo. Es necesario un cambio mucho más firme y acabar de una vez con las políticas que han arruinado a España y que siguen dispuestas a seguir haciéndolo solo para hacer aún más ricos a los mismos de siempre.
Autor: Juan Torres López
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En 1917, Mencken publicó un artículo titulado “Un aniversario olvidado” dedicado a conmemorar la introducción de la bañera en Norteamérica, pues se cumplían 75 años de su nacimiento. Sin embargo, al artículo añadió una serie de mentiras bastante flagrante que, no obstante, fueron creídas por muchos lectores. Mencken no aspiraba a violar la revisión por pares de una revista académica, sino que pretendía algo más banal: “demostrar que los estadounidenses son imbéciles crédulos.”
Y también demostró que los periodistas no dejaban de repetir sus mentiras en diversos medios de comunicación. Incluso hoy en día algunas de sus afirmaciones sobre bañeras se repiten en algunos medios. Lo explica así Gregorio Doval en Fraudes, engaños y timos de la historia:
A ello añadía una continua serie de mentiras evidentes sobre prohibiciones del baño en Inglaterra, impuestos por bañera, etc., pero algunas personas tomaron el artículo como real y posteriormente incluso se publicó de manera seria en varios periódicos de diversos países. (…) El autor del artículo afirmó en muchas ocasiones que todo era inventado, publicó artículos corroborándolo hasta en treinta periódicos diferentes, escribió un libro…, pero en 1935 el New York Times volvió a tomar por históricas aquellas mentiras y en 1976 se hizo otra vez, pero ahora no sólo en la prensa sino también en el resto de medios de comunicación.
La viralidad de las mentiras está tan arraigada que, al igual que ocurre con la tortuosa historia de las bañeras, aún podemos encontrar a gente repitiendo (incluso medios de comunicación haciéndose eco) que las espinacas tienen mucho hierro, que la vitamina C previene el resfriado o que la homeopatía cura más allá del placebo. O incluso afirmaciones más banales del tipo que la Torre de Pisa es la construcción más inclinada del mundo (es la capilla de Surhuusen, en Alemania): podéis incluso visitar árboles que se parecen a la Torre de Pisa (o a la capilla de Surhuusen). Incluso, sin abandonar la bañera, la gente sigue pensando que El agua se vacía por el desagüe en sentido contrario a las agujas del reloj si estás al norte del Ecuador.
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Licrcnia CC
Lake Wobegon es una población de mentira del estado de Minnesota en la que, según se dice, “todas las mujeres son fuertes, todos los hombres son guapos y todos los niños están por encima de la media.”
Es decir, que tendemos a sobrestimar nuestras facultades y capacidades, atribuimos al infortunio el haber suspendido un examen o haber sufrido un accidente de tráfico, pero nos atribuimos los méritos de haber sacado una buena nota académica.
En un sondeo llevado a cabo sobre 829.000 bachilleres por el College Board estadounidense, una organización dedicada a la realización de Pruebas de Aptitud Académica (SAT), sacó una clara conclusión: el 0 % de los encuestados se consideraba por debajo de la media en relación con su “capacidad para llevarse bien con los demás.”
Es lo que los psicólogos sociales llaman sesgo egoísta. También hay otras conductas parecidas que refuerzan el efecto Lake Wobegon: el optimismo ilusorio, la autojustificación o el sesgo endogrupal, es decir, que sobrestimamos las capacidades de nuestro grupo, país, equipo, etc.
Este particular funcionamiento de nuestro cerebro, a todas luces subjetivo y con escaso arraigo en lo real, nos protege de la depresión, mitiga el estrés y mantiene nuestras esperanzas. Es decir, que parece positivo que nos mintamos, es mentalmente sano. ¡Miénteme!
Pero no todo parece tan sencillo. Si bien es emocionalmente atractiva la mentira, puede no serlo tanto si pretendemos construir sociedades más justas y desarrolladas, tal y como señala el psicólogo social David G. Myers en Este libro le hará más inteligente a propósito de los beneficios de los sesgos mentales:
«Todos esos beneficios se producen a costa de la discordia marital, del boqueo de las negociaciones, de la condescendencia fundada en prejuicios, del endiosamiento nacional y de la guerra. El hecho de cobrar conciencia del sesgo egoísta no nos aboca a adoptar posturas próximas a la falsa modestia, sino a un tipo de humildad que constata tanto nuestros auténticos talentos y virtudes como los méritos de los demás».
Fuente: XATAKA Ciencia
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Los investigadores Anita Kelly y Lijuan Wang de la Universidad de Notre Dame en Indiana en los Estados Unidos han demostrado que la mentira ayudaría a la mala salud física y mental.
Si los padres están acostumbrados a enseñar a sus hijos que mentir es un mal hábito, pueden tener más razón de lo que piensan. De hecho, un estudio realizado en EE.UU. por la Universidad de Notre Dame en Indiana ha demostrado que la verdad ayudaría a tener una mejor salud física y mental al decir las mentiras podría actuar a la inversa. Un sorprendente estudio, cuyos resultados se dieron a conocer en la 120 convención anual de la American Psychological Association en Washington.
Los experimentos se llevaron a cabo durante 10 semanas por Lijuan Wang y Anita Kelly con 110 voluntarios de entre 18 y 71 años. La mitad de ellos se les dejaría mentir durante la duración del estudio, pero se le permitía evadir las preguntas, mantener secretos y omitir la verdad. La otra mitad de los participantes tenían que mantenerlo en la forma habitual. Todos los voluntarios fueron instruidos para registrar el número y la naturaleza de las mentiras que dijeron.
Al final de cada semana, 110 personas habían pasado una prueba de detector de mentiras (es una magufada sin valor científico, por lo tanto las conclusiones de la investigación hay que considerararlas con escepticismo), y luego una evaluación de su impacto social y su salud física y mental se llevó a cabo en forma de cuestionarios. Anita Kelly, profesor de psicología en la Universidad de Notre Dame y el coautor del estudio, explica: «Los datos recientes indican la propensión a mentir se encuentra a 11 por semana Queríamos saber si viven más honestamente en realidad puede hacer una. una mejor salud «. Y al parecer así es.Mejora el estado de ánimo y menos dolores de cabezaPor último, es cierto que la gente que dice más mentiras ha tenido más quejas de mal humor, tensión y dolor en la garganta. melancolía, y dolores de cabeza. Por el contrario, los voluntarios que dijeron tres mentiras menos se sintieron menos ansiosos y menos deprimidos y reportaron menos dolor de cabeza y dolor de garganta. El grupo que evitó la mentira y dijo que su bienestar mental y físico había mejorado de manera significativa.
Como explica Anita Kelly, «demuestra que podemos deliberadamente y reducir drásticamente nuestras mentiras cotidianas y mejorar nuestra salud a cambio. […] Cuando te das cuenta que no mientes, se siente menos estresado y en armonía con lo que es. » Sin embargo, estos resultados se tomarán desde la distancia. De hecho, los expertos lamentan que una evaluación científica de la salud no se ha realizado en los voluntarios, sino que sólo se completaron los cuestionarios.
El psicólogo Robert Feldman de la Universidad de Massachusetts, dice que incluso se declara «un poco escéptico acerca de que la honestidad mejora nuestra salud, sino solo desde un punto de vista psicológico sí sin duda.» Sin duda la virtud por lo menos nos hacen sentir mejor.
Fuente: MaxiSciences
La mentira forma parte de nuestras vidas. Los humanos somos mentirosos natos. Engañar nos permite conseguir lo que queremos mediante la manipulación y la explotación de otros individuos.
En general, mentimos para obtener algún beneficio, poder, estatus, dinero, sexo. La mentira bien hecha es un pasaporte al éxito. Por eso mentimos.
Así lo considera uno de los mayores estudiosos de la mentira, el filósofo David Livingstone Smith, director del Instituto de Ciencias Cognitivas y Psicología Evolutiva de la Universidad de Nueva Inglaterra (EE.UU.) y escritor del libro ¿Por qué mentimos?: las raíces evolutivas de la mentira y del inconsciente.
Mentir es ventajoso, por eso la evolución, que selecciona rasgos que son ventajosos para los individuos, la ha integrado en la naturaleza humana. “Mentimos de forma espontánea, de igual manera que respiramos o sudamos”, subraya. Mentimos de forma espontánea, de igual manera que respiramos o sudamos.
Así, se estima que cada día oímos o leemos más de 200 mentiras. La mentira se encuentra en todo el reino natural. Existen plantas que tienen flores que parecen avispas hembra para atraer a los machos, que se llevan pegado el polen a otra flor y así la polinizan, serpientes que fingen ser venenosas para ahuyentar a depredadores y orugas que fingen ser serpientes con el mismo fin.
Ampliar en: TVE.es