Científicos de la Universidad Stony Brook (EE.UU.) están reportando nuevas pruebas de que el cultivo de arbustos de coca, la fuente de la cocaína, está acelerando la destrucción de las selvas tropicales en Colombia y amenaza regiones «puntos calientes» de diversidad vegetal y animal. Los resultados, ponen de relieve la necesidad de establecer mayores áreas protegidas para ayudar a preservar la biodiversidad, esta información aparece en la revista Science.
La Dra. Liliana M. Dávalos, profesora en el Departamento de Ecología y Evolución en Stony Brook, y sus colegas afirman que el ritmo de deforestación en Colombia se ha acelerado en los últimos 20 años, aún cuando el crecimiento de la población ha disminuido y la economía ha pasado de la agricultura a otras fuentes de ingresos. Este aumento de la deforestación se superpone con un aumento en el cultivo de coca para la producción de cocaína, y el país representó el 75 por ciento de la coca del mundo en 2000.
Imagen de Nariño en el sur de Colombia con claros recientes, claros abandonados, y las plantas de coca (centro). (La foto fue tomada desde un avión en vuelo bajo.) (Crédito: María Ximena Gualdrón / SIMCI)
En informes previos se encontró que la deforestación directa por la coca era sorprendentemente pequeña, con tan sólo 150 km2 de bosques sustituido por la coca cada año en el 2005. Las selvas tropicales contienen alrededor del 10 por ciento de las plantas del mundo y especies animales – algunos de los cuales constituirán la base de nuevos medicamentos – así que la deforestación representa una grave amenaza para la biodiversidad mundial. Con estudios que sugieren que el cultivo de coca contribuye indirectamente a la deforestación, los científicos comenzaron a documentar este acelerado impacto